La zona arqueológica de Cantona, ubicada en el Altiplano Central, conmemoró este fin de semana su 30 aniversario como un sitio de relevancia histórica y cultural en Mesoamérica, pues se trata de una urbe anterior a Cholula y Teotihuacan.
En su apogeo, entre los años 600 y 900 d.C., Cantona abarcó una extensión de 1.450 hectáreas y albergó a una población estimada de 93 mil habitantes, resaltó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Además, se han identificado al menos 27 juegos de pelota en el sitio, de los cuales seis han sido consolidados. Este número es excepcional en comparación con otras ciudades prehispánicas, lo que subraya la importancia cultural y social de esta práctica en la antigua Cantona.
Durante siglos este centro urbano pasó casi desapercibido, sin embargo, el trabajo del arquélogo Ángel García Cook y los custodios locales ha permitido devolverle a esta ciudad ancestral su voz y su grandeza, consolidándola como un referente histórico y cultural en México y el mundo.
El evento, titulado “Piedra y Memoria. El legado ancestral de Cantona”, rindió homenaje tanto al arqueólogo Ángel García Cook, quien lideró su investigación y restauración, como a los custodios locales que han trabajado durante décadas para preservar este patrimonio.
Esta antigua ciudad prehispánica se desarrolló sobre un terreno de lava conocido como “malpaís”, que, lejos de ser un obstáculo, ofreció ventajas significativas a sus habitantes. Las rocas volcánicas fueron utilizadas para construir viviendas, calles, murallas, plazas y avenidas, lo que convirtió a Cantona en un modelo de adaptación al entorno.
La ciudad prehispánica de Cantona está asociada principalmente a la cultura olmeca-xicalanca, un grupo mesoamericano que ocupó la región durante el periodo Clásico mesoamericano (alrededor de 600-1000 d.C.).
Se encuentra ubicada en el estado de Puebla y destaca por ser una de las ciudades fortificadas más grandes de la época prehispánica.
Esta zona arqueológica se encuentra aproximadamente a 40 kilómetros de Cholula y a 146 kilómetros de Teotihuacán.
Un legado arquitectónico único reconocido por la UNESCO
La ciudad fue edificada utilizando la técnica de “piedra seca”, que consiste en ensamblar piedras sin emplear materiales de unión como argamasa.
Este método, conocido también como “arquitectura a hueso”, fue reconocido en 2024 por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en su aplicación europea.
Cantona, considerada el primer centro urbano del Altiplano Central, anterior incluso a Cholula y Teotihuacan, sigue siendo un ejemplo de cómo la arqueología y la colaboración comunitaria pueden rescatar y preservar el patrimonio cultural.