Los gobiernos de los estados mexicanos fronterizos con Estados Unidos de América, siguiendo las instrucciones de la administración de Claudia Sheinbaum, han afirmado tener todo listo para enfrentar una posible deportación masiva de connacionales y de más personas de múltiples nacionalidades, principalmente de Latinoamérica, en el marco de la entrada en vigor de la política antinmigrante impulsada por el ya presidente Donald Trump.
La gobernadora de Baja California, María del Pilar Ávila Olmeda, en compañía con su secretario de gobierno, Alfredo Álvarez Cárdenas, se reunió el día de ayer con autoridades estadounidenses para atender y reforzar la atención a personas migrantes retornadas, garantizando un trato digno y respetuoso de sus derechos humanos. Ávila Olmedo señaló en declaraciones a medios que hay un total de 150 personas migrantes afectadas por la cancelación del CBP One.
Aseguró que a todo el que requiera se les brindará el apoyo para que regrese al sur del país, o a su lugar de origen, en acciones coordinadas por el Instituto Nacional de Migración. Cabe recordar que en días pasados, el municipio fronterizo de Tijuana se declaró en estado de emergencia provisional, adelantándose a un escenario en el que tuviera que afrontar. una deportación masiva de migrantes.
Por su parte el estado de Sonora, que se encuentra en un contexto de violencia por los enfrentamientos de las facciones del Cártel de Sinaloa, aseguró estar preparado para recibir a los migrantes deportados. El secretario de Gobierno, Adolfo Salazar Raz, aseguró que, derivado de una coordinación con autoridades estatales y federales, existe un esfuerzo para reforzar la infraestructura de atención básica en municipios como San Luis Río Colorado, Nogales, Agua Prieta y Hermosillo.
“Tenemos espacios habilitados con servicios de internet, energía eléctrica, agua, así como insumos como literas y colchones. La Secretaría de la Defensa Nacional ha sido designada para apoyar con alimentos”, aseguró el funcionario.
En el estado de Chihuahua, el gobierno estatal, por orden de la presidenta Sheinbaum, comenzó la instalación de una carpas para recibir a los migrantes deportados a través de la frontera de El Paso, en Texas, con Ciudad Juárez, uno de los pasos migrantes más importantes de toda la frontera.
Esta carpa estará en el lugar conocido como “El Punto”, donde en 2016, el Papa Francisco ofreció una misa binacional.
El gobierno de Coahuila está listo para atender esta situación, de acuerdo con lo informado por el gobernador Manolo Jiménez, quien dijo estar a la espera de la intervención del gobierno federal para completar detalles.
“De entrada, son cuatro centros logísticos (los que ya están habilitados) para recibir a los repatriados. La parte estatal ya está lista; nuestra tarea era conseguir los lugares y estos albergues estarán ubicados en municipios de la región norte, la carbonífera y en el centro”, detalló Jiménez, insistiendo en que ya sólo falta que la Federación equipe estos centros logísticos, y dote de transporte para el traslado de las personas.
En tanto, en el estado de Nuevo León se declaró en alerta desde ayer lunes por la entrada en vigor de la enmienda que busca hacer deportaciones masivas desde el país vecino del norte; el secretario general de Gobierno de Nuevo León, Javier Navarro, indicó que la entidad no descuidará a los conciudadanos que lleguen a ser deportados, y que si llegan a pasar por ahí, por supuesto que se les brindará la ayuda correspondiente.
Tamaulipas, el último estado fronterizo al este del país, señaló este martes que no está preocupado por las amenazas realizadas por el presidente Trump, ya que el flujo migratorio es una constante, sin embargo, está considerando recibir al menos a 250 mil repatriados y deportados que se encuentran en Estados Unidos, en caso de que Trump cumpla su amenaza.
"En Tamaulipas hay capacidad y organización escalable, de acuerdo con el flujo migratorio que pueda presentarse en la zona norte del estado, ante la eventual deportación de connacionales, favoreciendo el retorno a sus entidades y comunidades” expresó el gobernador, Américo Villarreal Anaya.
Mientras, su administración se encuentra atendiendo a alrededor de mil cuatrocientas personas que están esperando respuesta a los trámites que realizaron con anterioridad.
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