Durante una jornada de búsqueda realizada este sábado, los voluntarios del colectivo Madres Buscadoras de Sonora recuperaron los restos de tres personas en la zona ubicada cerca de la colonia Mayo-Yaqui (Comaya), al suroeste del municipio de Nogales. El hallazgo, realizado en un terreno de difícil acceso, consistió en los cuerpos de dos hombres y una mujer.
En un comunicado publicado por el grupo de madres buscadoras, se detalló que la mujer encontrada llevaba varios tatuajes, entre ellos uno señalado como una “mandala de corazón”, otro con los nombres “Dariana y Arlett”, además de un “atrapasueños” en su costilla derecha y unas “alas” en su espalda. Asimismo, el colectivo informó que vestía pantalón rojo y suéter negro.
En tanto, uno de los hombres llevaba una sudadera gris, una playera roja, una tira color hueso roja y un bóxer verde oscuro. Por su parte, el otro cuerpo masculino vestía una sudadera azul oscuro, bóxer amarillo y pantalones negros.
Por su parte, el grupo de búsqueda agradeció el apoyo de las autoridades locales como la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, la Policía Estatal, la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y la Guardia Nacional (GN). También reconocieron el arduo trabajo de los familiares de víctimas de desaparición, el cual se remite a los esfuerzos de localización de cuerpos en diversos puntos del estado a diario.
Finalmente, hicieron un llamado a las familias que pudieran reconocer alguna señal de las mencionadas entorno a su pariente desaparecido para acudir a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) y proceder con la identificación de los cuerpos.
¿Quiénes son las Madres Buscadoras de Sonora?
Las Madres Buscadoras de Sonora son un grupo de mujeres y familiares que nacieron como respuesta a las desapariciones forzadas y la violencia en México. Comenzaron como un puñado de mujeres que se unieron en busca de sus hijos e hijas extraviados sin respuesta por parte de las autoridades. A través del tiempo, se fueron sumando más voluntarias y familias, quienes compartieron el dolor de la incertidumbre.
Estas mujeres, sin los recursos ni las herramientas adecuadas, decidieron organizarse. Se enseñaron mutuamente a llenar fichas de localización, a poner denuncias, y a salir a los cerros y otros lugares remotos para buscar a sus seres queridos. Todo sin protocolos oficiales. sin embargo, han utilizado las reuniones colectivas y talleres de aprendizaje para formar una red de apoyo que se extendió por todo el país.
Bajo el lema “sin las familias no”, las Madres Buscadoras de Sonora lucharon por la justicia y lograron que la desaparición forzada fuera tipificada en el Código Penal Federal, además de que se creara la Ley General en Materia de Desaparición y la actual Comisión Nacional de Búsqueda (CNB). A pesar de la indiferencia de las autoridades, su incansable lucha ha sido fundamental para visibilizar la problemática de las desapariciones y garantizar que se haga justicia.