Rui-Katsu: el arte de sanar a través del llanto en la cultura japonesa

Cuando se permite la expresión emocional, se facilita el proceso de sanación que libera al individuo de los efectos perjudiciales sobre la salud mental

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Llorar permite que las emociones
Llorar permite que las emociones reprimidas encuentren salida y libera el peso emocional acumulado. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El llanto, una respuesta fisiológica que puede parecer simple, tiene un impacto profundo en el bienestar emocional y físico de las personas, por ello, el Rui-Katsu, una terapia grupal originada en Japón, busca aprovechar el poder sanador de las lágrimas para reducir el estrés y fomentar la salud mental. Este enfoque, orientado a fomentar la expresión emocional con actividades diseñadas para inducir el llanto, ha ganado popularidad en un país donde la salud mental cobra cada vez más relevancia.

De acuerdo con Noir Magazine, el término Rui-Katsu proviene de la combinación de las palabras japonesas “rui” (lágrimas) y “katsu” (actividad o acción). Esta práctica que comenzó en 2013, según la revista Ideas Imprescindibles, fue ideada por Hiroki Terai, un emprendedor tokiota que inicialmente organizaba ceremonias de divorcio para parejas; en ellas, los participantes experimentaban una catarsis emocional al destruir simbólicamente sus anillos de boda, lo que les permitía liberar emociones reprimidas.

Inspirado por los efectos positivos que el llanto tenía en estas personas, Terai decidió crear sesiones grupales específicamente diseñadas para fomentar el llanto como una herramienta terapéutica que, además de favorecer la salud mental de los participantes, contribuyó a cambiar la percepción cultural sobre el llanto en Japón.

En qué consiste el Rui-Katsu

Llorar es una liberación que
Llorar es una liberación que permite procesar y sanar heridas emocionales.

De acuerdo con Ideas Imprescindibles, las sesiones de Rui-Katsu se llevan a cabo en espacios donde los participantes pueden sentirse cómodos para expresar sus emociones. Durante estas reuniones, los asistentes suelen ver películas, escuchar música o leer novelas que los conmuevan hasta las lágrimas. El objetivo principal es crear un entorno seguro y libre de juicios donde las personas puedan llorar abiertamente.

El impacto inicial de esta práctica fue significativo, aunque enfrentó ciertos desafíos culturales. Hiroki Terai declaró que muchos hombres japoneses eran reacios a participar debido a la percepción social de que llorar es un signo de debilidad. Sin embargo, con el tiempo, el Rui-Katsu logró atraer a ambos géneros, quienes reportaron sentirse más tranquilos y aliviados después de cada sesión.

Actualmente, el Rui-Katsu se ha diversificado en todo Japón e incluso algunos lugares del mundo. Una de las personalidades más conocidas en el ámbito es Hidefumi Yoshida, apodado el “profesor de lágrimas” o “namida sensei”. Este especialista organiza sesiones que suelen durar unas dos horas e incluyen actividades en las que se busca conectar a los participantes con sus emociones más profundas, promoviendo una experiencia de sanación emocional.

Beneficios de llorar

El llanto es una forma
El llanto es una forma natural de liberar el estrés, reducir la tensión y restablecer el equilibrio emocional.

Según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el ser humano es capaz de producir entre 25 y 50 mililitros de lágrimas, según la edad, estado de hidratación y motivación del llanto.

El acto de llorar incrementa el metabolismo cerebral, aumentando el flujo de sangre al cerebro de un 20% a un 25% y a su vez estimula la liberación de endorfinas, neurotransmisores que generan sensaciones de calma y bienestar.

Según la información proporcionada por la universidad, tres áreas cerebrales están directamente involucradas en la generación y percepción de las lágrimas: la amígdala cerebral, el hipotálamo y el giro del cíngulo en la corteza cerebral, las cuales son estructuras fundamentales para procesar emociones y regular respuestas fisiológicas.

Al respecto, Lauren Bylsma, profesora asistente de psiquiatría y psicología en la Universidad de Pittsburgh en Pennsylvania, citada en CNN, explicó que los seres humanos son los únicos animales que producen lágrimas emocionales para “obtener apoyo y consuelo de los demás” o para comunicarse y vincularse socialmente.

En este sentido, el llanto juega un papel crucial en el desarrollo emocional a lo largo de la vida, sin embargo, su estigmatización durante la infancia puede tener consecuencias negativas a largo plazo. Entre los siete y los 14 años, el cerebro atraviesa un proceso de reorganización de las conexiones neuronales relacionadas con las emociones, si durante este periodo se reprime o se descalifica el llanto, es más probable que una persona desarrolle niveles elevados de estrés, agresividad y trastornos de personalidad en la adultez.

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