Una cantante mexicana se enamoró de este platillo español: “No es broma, cuatro días he comido lo mismo”

La tortilla de patatas, también conocida como tortilla española, es uno de los platos más emblemáticos y representativos de la gastronomía de España. Se trata de una especie de omelette grueso que se prepara a base de tres ingredientes principales: patatas, huevos y cebolla, sin embargo, la inclusión de este último ingrediente en la receta es motivo de debate, ya que algunas regiones y cocineros prefieren elaborarla sin cebolla, lo que ha generado diferentes versiones y adaptaciones del plato a lo largo del tiempo.

España es uno de los países más visitados del mundo cada año, y entre los platillos preferidos por los turistas se encuentran la paella, las tapas, la tortilla de patatas y, como complementos icónicos de la gastronomía española, el jamón y el queso. Cada uno de estos platos refleja la rica tradición culinaria del país, la cual ha logrado conquistar paladares de todas partes del mundo.

Un ejemplo de la popularidad de la tortilla de patatas es el caso de la cantante tampiqueña Didi R, quien se hizo viral en sus redes sociales al compartir su experiencia con este plato durante su estancia en España. En su vídeo, afirmaba: “Llevo en España cuatro días y, no es broma, cuatro días he comido lo mismo”.

Esta anécdota generó gran curiosidad entre los internautas, quienes se sorprendieron al ver cómo la viajera comía la tortilla mientras la sostenía con las manos en una servilleta y le daba bocados mientras caminaba por la calle.

El debate sobre cómo disfrutar la tortilla de patatas generalmente divide la opinión en su país de origen, sin embargo, el diario digital El Español, asegura que consumir caliente este plato tradicional no solo es una cuestión de sabor, sino también de digestibilidad. La clave radica en el comportamiento del almidón de la patata, un componente esencial que experimenta cambios significativos dependiendo de la temperatura a la que se consuma.

De acuerdo con el medio nacional, el almidón de la patata sufre un proceso conocido como gelatinización cuando se somete al calor. Durante este fenómeno, los enlaces de hidrógeno en su estructura molecular se rompen, permitiendo que la amilosa se solubilice. Este cambio facilita la digestión del alimento. Sin embargo, cuando la tortilla se enfría, el almidón pierde hidratación, se compacta y puede llegar a cristalizar, lo que dificulta su digestión.

Más allá de la temperatura, otro tema que genera controversia entre los amantes de la tortilla de patatas es el punto de cocción. Según El Español, España se encuentra dividida entre quienes prefieren una tortilla con el interior líquido y quienes optan por una versión completamente cuajada. Aunque ambas opciones tienen sus defensores, el medio señala que la tortilla bien cuajada es más recomendable en términos de seguridad alimentaria.

El huevo, uno de los ingredientes principales de la tortilla, es especialmente susceptible a la contaminación por Salmonella, un grupo de bacterias que puede causar salmonelosis si se ingiere. Este riesgo es mayor cuando el huevo no está completamente cocido, por lo que la tortilla líquida es una opción más delicada desde el punto de vista sanitario. Por el contrario, una tortilla bien cuajada reduce significativamente las probabilidades de que el plato se estropee o de que represente un riesgo para la salud.

Además de ser un símbolo de la gastronomía española, la tortilla de patatas es una fuente importante de nutrientes. Según El Español, este plato combina hidratos de carbono, potasio, agua, fibra y magnesio, lo que lo convierte en una opción nutritiva y equilibrada.

Esta receta, proporcionada por el Portal Oficial de Turismo de España, está diseñada para preparar cuatro porciones. Además, su sencillez y versatilidad le permiten adaptarla a diferentes gustos y necesidades, ya sea con cebolla o sin ella, o incluso añadiendo otros ingredientes para enriquecerla.

Ingredientes

• 4 patatas medianas
• De 4 a 5 huevos
• Una cebolla mediana
• Aceite de oliva
• Sal al gusto

Preparación

1. Pela, lava y seca las patatas. Después, córtalas en rodajas finas.
2. Fríe las patatas en un sartén con aceite de oliva a fuego medio, añadiendo la cebolla picada.
3. Cocina lentamente hasta que estén blandas y doradas, removiendo ocasionalmente.
4. Escurre el aceite después de 10 minutos.
5. Bate los huevos con un poco de sal en un cuenco y añade las patatas con la cebolla.
6. Vierte la mezcla en un sartén con un poco del aceite escurrido y cocina a fuego lento, tapada, durante 5 o 10 minutos hasta que se dore por debajo.
7. Da vuelta a la tortilla con la ayuda de una tapadera y cocina el otro lado hasta que se dore.