La michelada, un símbolo de identidad cultural y creatividad gastronómica en México, ha sido motivo de polémica recientemente debido a su reinterpretación en Estados Unidos.
Un video viral compartido en TikTok encendió el debate sobre la “gentrificación” de esta bebida, luego de que se mostrara una versión con pepinillos disponible en Disney. En el video, publicado por el perfil ‘Chelsea and Kevin’, Kevin comentó: “Mi novia mexicana probará la michelada de pepinillo que compramos en Disney”. Chelsea, al probarla, respondió: “Sabe rica, le doy un 8 de calificación”.
La reacción de los mexicanos no se hizo esperar. Usuarios como la tiktoker Jimbo Rangel replicaron el video, expresando su molestia y calificando la versión como una distorsión de la receta tradicional.
La michelada, que combina cerveza con ingredientes como limón, sal, salsas picantes y chamoy, es reconocida como una muestra de la inventiva mexicana para transformar elementos cotidianos en experiencias únicas. Sin embargo, la inclusión de ingredientes poco comunes, como los pepinillos, generó comentarios encontrados entre los usuarios de redes sociales. Mientras algunos defendieron esta reinterpretación como una evolución creativa, otros la percibieron como una apropiación cultural mal ejecutada.
Entre los comentarios destacados, un usuario indicó: “No es extraño, la mezcla de salsas negras lleva jugo de aceitunas. Así que le pongan pepinillos no es raro”, mientras otro criticó: “La michelada es lo peor que le pudieron hacer al alcohol, básicamente es un caldo de pollo sin pollo. Mejor digan que tienen hambre y vayan a un restaurante”. Por su parte, algunos tomaron una postura más ligera, como quien escribió: “Si se me antoja, pero nomás porque la gentrificaron voy a decir que qué asco, jajaja”.
Este episodio pone de manifiesto cómo los elementos culturales pueden ser reinterpretados en otros contextos, generando tensiones entre la preservación de las tradiciones y la adaptación a nuevos entornos. En México, la michelada no solo es una bebida, sino también un elemento social que acompaña celebraciones y momentos de convivencia. Su popularidad ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un emblema de la gastronomía mexicana.
Pese a las críticas, esta versión con pepinillos refleja cómo las tradiciones pueden reinventarse, pero también plantea interrogantes sobre el respeto a las raíces culturales. Como señaló Jimbo Rangel, “la michelada no es de ustedes, nosotros decidimos cómo se hace”, dejando claro el sentimiento de pertenencia que los mexicanos tienen hacia esta icónica bebida.