Las redes sociales han servido para exponer todo tipo de injusticias, entre ellas las cometidas contra aquellos que no pueden defenderse, es decir, los animales; mismos que suelen ser minimizados en especial cuando lo único que buscan es algo de comer, justo lo que le sucedió a un perro, el cual al acercarse a un puesto ambulante lo único que recibió fue un baño de aceite hirviendo por parte de la mujer encargada de la venta de productos de origen porcino.
Los hechos se saben, ocurrieron el pasado fin de semana en el municipio de Chicoloapan, en el Estado de México donde visitantes a un mercado ambulante, comúnmente conocido como tianguis, fueron testigos de la manera en la que una vendedora ahuyenta al can de la forma antes descrita.
Fue la asociación Mundo Patitas la encargada de dar a conocer loos hechos, pues en sus plataformas digitales escribió:
Con la difusión de una serie de fotografías, se puede ver el rostro de la que funge como presunta agresora, una mujer de aproximadamente 35 años de edad y quien, al momento de los hechos, vestía un suéter de cuello alto en color rosa, chamarra del mismo color y un mandil en tono naranja.
La asociación encargada de hacer la denuncia, a la vez ha pedido el apoyo de los habitantes de esta zona ubicada al oriente del Valle de México para reportar la ubicación del can, pues se espera poder resguardarlo y proporcionarle la ayuda veterinaria que requiera.
Se interpondrá una denuncia ante la Fiscalía
Dado que el maltrato animal está tipificado como un delito, la asociación encargada de procurar el bienestar animal también ha solicitado el apoyo de los testigos para no solo denunciar a la presunta agresora, sino también para que el testimonio sirva y con ello, la mujer encargada de la venta de productos de origen porcino sea procesada con apego a la ley.
Este caso, basta hacer mención, ha provocado indignación entre los internautas, los que piden que se haga justicia en especial porque en el Estado de México, el cual es gobernado por Delfina Gómez Álvarez, se han puesto acciones a favor de estos seres con el fin de erradicar el delito de maltrato animal.
No obstante, la gobernadora o las autoridades de Chicoloapan no se han pronunciado sobre si hay una investigación al respecto o si ya se ha ubicado a la vendedora para recoger su testimonio.
“Deberíamos armar un grupo que haga justicia por los animales”; “Que nadie le compré”; “Justicia. Ya saben dónde encontrarla que pague por lo que le hizo al ser indefenso. Es maltrato animal”; “Compartamos hasta dar con ella y reciba castigo”; “La tipa se largo del tianguis porque varias personas le fueron a reclamar y estaba una patrulla allí justo frente al puesto, seguramente vigilando que no fueran a agredir a la infeliz” o “Ya basta que nos de lo mismo o presenciar y no hacer nada ante el maltrato, maldad. Que pague”, se lee en la denuncia.
¿Arrojar aceite hirviendo a un perro se considera delito?
Este caso ocurrido en Chicoloapan no es el único de animales de compañía maltratados con aceite hirviendo. Basta recordar el registrado en el municipio de Tecámac donde un policía arrojó a un can llamado ‘Scooby’ o ‘Benito’ a un cazo con aceite hirviendo, el cual le pertenecía a un local enfocado en la venta de carnitas y demás productos de origen porcino.
En Nuevo León se dio a finales de este 2024 un evento similar, por el cual se ha urgido ahora a las autoridades mexiquenses evitar que los hechos queden impunes.
El arrojar aceite hirviendo a un perro se considera un delito en la mayoría de las jurisdicciones. Este acto se enmarca dentro de los delitos de maltrato animal o crueldad contra los animales. Algunas consideraciones legales sobre este acto son:
- Causa sufrimiento innecesario y daño físico grave a un animal, lo cual está penado por la ley en muchos países y estados.
- Se considera un acto de crueldad intencional y gratuito contra un ser vivo indefenso.
- Puede ser tipificado como maltrato animal, delito menor o falta administrativa dependiendo del código penal aplicable.
- En algunos lugares es considerado un delito grave si el animal muere o queda con lesiones permanentes.
Usualmente conlleva sanciones que van desde multas económicas hasta penas de cárcel, especialmente si se considera un acto de sadismo. Asimismo, organismos protectores de animales suelen impulsar que estos casos se castiguen con mayor severidad para inhibir esta conducta.
Por lo tanto, arrojar aceite hirviendo intencionalmente a una mascota es un acto de extrema crueldad que viola las leyes de protección animal vigentes en la mayoría de las naciones. Se trata de un delito que puede acarrear consecuencias penales.