La mañana del domingo 8 de diciembre, elementos de la Guardia Nacional detuvieron a Mario “G”, de 31 años, por haber intentado desviar la ruta de un avión de Volaris hacia Estados Unidos.
En una primera entrevista con los agentes militares, el hombre de 31 años manifestó que recientemente habían secuestrado a un familiar cercano y que “al momento de despegar de León [Guanajuato] recibió una mensaje de muerte si viajaba a Tijuana”.
Pocos detalles se conocían respecto a la actuación de Mario “G” al interior de la aeronave hasta la mañana del 10 de diciembre, cuando su esposa —de identidad reservada— compartió algunos datos con la periodista Azucena Uresti.
Durante una conversación transmitida por Radio Fórmula, la mujer contó que su esposo habría sufrido una crisis nerviosa, un ataque de pánico supuestamente derivado de hechos de violencia de los que habían sido víctimas.
Según su testimonio, ella fue secuestrada en Pénjamo, Guanajuato, el jueves 5 de diciembre. Su esposo Mario, quien se dedica a vender fresas en Estados Unidos, regresó a México ese día. Se percató de su ausencia al no encontrarla en casa y, poco después, los presuntos captores le exigieron un monto de 150 mil pesos.
Mario “G” pagó el rescate y su esposa fue liberada al día siguiente, según lo compartido en la entrevista con Uresti. Frente a esta situación, ambos decidieron salir del país y buscaron un vuelo que les permitiera llegar a Tijuana lo antes posible.
Su intención era cruzar a Estados Unidos para solicitar asilo debido a la violencia que sufrieron y que, durante los últimos años, ha azotado a la población de Guanajuato.
Mario abordó el avión de Volaris en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, ubicado en Silao, en compañía de su esposa y de sus dos hijos, de cinco y nueve años de edad. Ya en la aeronave, el hombre fue amenazado vía telefónica.
“Recibió una llamada donde le dijeron que si él bajaba en Tijuana lo iban a matar”, detalló su esposa durante la entrevista. “Él se alteró, no hallaba que hacer, tuvo un ataque de pánico, estaba sin dormir, sin comer”, agregó.
Después de pocos minutos de haber iniciado el viaje, Mario “G” agredió a una sobrecargo e intentó ingresar a la cabina de pilotos para desviar el vuelo hacia EEUU. La tripulación y algunos pasajeros lograron contenerlo y, posteriormente, quedó bajo resguardo de la Guardia Nacional en Jalisco.
Durante su traslado ante autoridades ministeriales, la camioneta de la GN en la que viajaba sufrió un percance, por lo que Mario “G” tuvo que ser hospitalizado. Hasta el momento de la presente publicación, las autoridades no han emitido pronunciamiento alguno respecto a la versión compartida por su pareja.