Hace poco más de un mes, el nombre de Marilyn Cote se volvió viral en redes sociales tras graves acusaciones que la señalaban como una falsa psiquiatra operando en México y Estados Unidos. No obstante, lo más preocupante llegó con la exposición del esposo de la mujer quien, en entrevista con Mr. Doctor, reveló el infierno que pasó a su lado.
Lo que comenzó con denuncias sobre inconsistencias en sus credenciales terminó destapando una serie de testimonios que narran abusos psicológicos, físicos y sexuales cometidos por la mujer contra sus pacientes.
Credenciales cuestionadas
En su sitio web, Cote se describía como “egresada del Centro de Desórdenes Mentales de la Universidad de Oslo” y afirmaba haber recibido prestigiosos premios en psicodiagnóstico. Sin embargo, investigaciones realizadas por usuarios en redes sociales revelaron que no existían pruebas que respaldaran su vinculación con estas instituciones ni los reconocimientos que aseguraba haber obtenido.
La controversia creció cuando comenzaron a publicarse testimonios de personas que acudieron a su consulta. Entre ellos destacó el relato de la madre de Bryant, un joven que buscó ayuda para tratar su adicción a las drogas, pero terminó siendo víctima de manipulaciones, abuso psicológico y sexual.
El testimonio de Bryant: manipulación, abuso y amenazas
Bryant, ahora de 27 años, rompió el silencio en una entrevista con el canal de YouTube Mr. Doctor. En su relato, explicó que acudió a la clínica de Marilyn Cote en busca de apoyo para superar su adicción. Sin embargo, desde el inicio, la supuesta psiquiatra comenzó a administrarle medicamentos e inyecciones sin explicarle qué sustancias eran ni para qué servían.
“Desde que empecé el tratamiento, me mantenía en un estado de confusión. No tenía control sobre mi mente ni mi cuerpo”, relató. Según Brayan, bajo los efectos de estas sustancias, Cote logró manipularlo emocional y psicológicamente, convenciéndolo de casarse con ella.
Además, reveló que fue víctima de abuso sexual, así como de violencia física y amenazas de muerte. Durante la relación, la mujer lo mantenía dopado constantemente y lo golpeaba con regularidad. “Después de la boda, todo empeoró. Me ataba a la cama, me amenazaba con armas de fuego y me decía que si no hacía lo que ella quería, mataría a mi familia”, confesó.
En un episodio particularmente grave, Brayan tuvo que ser hospitalizado por un exceso de medicamentos suministrados por Cote. Según su testimonio, los abusos eran constantes, y la mujer usaba la violencia como método de control.
Familia Cote hace una importante revelación
El joven relató que fue la hermana de Marilyn quien, al percatarse de la situación, alertó a su madre. En ese momento, Brayan fue llevado a una institución de salud mental en Puebla, aparentemente por órdenes de Cote, quien quería mantenerlo controlado y evitar que terminara la relación.
“Estuve más de tres meses internado en ese lugar. Me di cuenta de que lo hacía para tenerme bajo control”, explicó. Sin embargo, tras escapar de la clínica, Brayan decidió huir a Nueva York, donde actualmente reside, temiendo que Marilyn cumpla sus amenazas.
Un llamado a la regulación y la prevención
El caso de Marilyn Cote evidencia la necesidad de una mayor vigilancia en el sector de la salud mental, tanto en México como en Estados Unidos. La ausencia de controles estrictos permitió que alguien sin formación profesional se posicionara como especialista, causando daño irreparable a sus pacientes.
Para las víctimas, el camino hacia la justicia apenas comienza. Mientras tanto, Brayan busca reconstruir su vida lejos del trauma, con la esperanza de que su testimonio inspire a otros a denunciar y prevenir casos similares.
Este caso es un recordatorio de la importancia de verificar las credenciales de los profesionales de la salud y de denunciar irregularidades para proteger a quienes más necesitan ayuda. La historia de Brayan es una llamada de atención que no puede ser ignorada.