Más de 50 años después, los familiares de cinco personas desaparecidas durante la Guerra Sucia -uno de los periodos de mayor represión militar en México- recibieron los cuerpos de sus seres queridos de manos de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Guerrero.
Acompañados por integrantes del Colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos y Desplazados de la Guerra Sucia, los familiares acudieron a la FGJ una vez que se culminó con los estudios de genética forense que permitieron identificar los restos de cinco campesinos vistos por última ocasión en la década de 1970.
- Pablo Rojas Teherán
- José Isabel Rojas Bernardino
- Bartolo Rojas Nazario
- Francisco Rojas Nazario
- Apolonio Hernández Bernardino
Los cinco desaparecidos permanecieron por más de 50 años en una fosa clandestina de Guerrero, hasta que en septiembre de 2023 sus restos fueron exhumados de un predio en la sierra de Ajuchitlán del Progreso.
En ese momento, Octaviano Gervasio Serrano, coordinador del colectivo, afirmó que ya habían sido identificados tres cuerpos, pero estaban a la espera de los demás para su posterior entrega a sus familiares.
El colectivo también señaló que aún están a la espera de la entrega de los restos pertenecientes a Eduviges Zuvillaga Ortiz y Eduardo Oviada Ortiz; además de la localización de Santos Gonzáles Rojas.
Víctimas de la guerra sucia
Integrantes del Colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos y Desplazados de la Guerra Sucia señalan la presencia de al menos 600 víctimas de desaparición forzada y asesinados por el Ejército Mexicano entre 1967 y 1974.
Recientemente, la periodista Marcela Turati reveló una lista con los nombres de 183 posibles víctimas de los “vuelos de la muerte”, una estrategia implementada por el Ejército para desaparecer los cuerpos de los desaparecidos arrojándolos al mar.
La carta, entregada por un presunto militar a Rosario Piedra Ibarra, estuvo en poder del Comité Eureka y revelaba la lista de los vuelos y pasajeros enviados a la Base Militar Número 7 de Guerrero, desde donde despegaban aviones del Ejército cargados con cuerpos de las víctimas y con rumbo al mar.
La siguiente batalla del colectivo es que el gobierno federal reconozca la veracidad de los “vuelos de la muerte”; destacan que de los 183 personas que aparecen en el listado, el 90 por ciento son pobladores originarios del municipio de Atoyac y detenidos por elementos del Ejército Mexicano.
Estas personas habrían sido detenidas en la primera mitad de la década de 1970, señalados por seguir, tener vínculos de amistad o familiares con Lucio Cabañas, el maestro, líder estudiantil y guerrillero asesinado el 2 de diciembre de 1974.
Octaviano Gervasio Serrano afirmó que cotejaron la información de la carta recibida por Piedra Ibarra con los nombres de sus familiares, apodos, fechas y lugares en los que desaparecieron; entre la lista se encuentran los datos de su padre: Octaviano Gervasio Benítez, detenido el 26 de julio de 1974 en Atoyac; le decían El Prieto y voló junto a otros siete hombres en el “Viaje 11″.