La Conquista de México fue un proceso complejo en el que estuvieron involucradas miles de personas. Sin embargo, aunque esas miles de personas ayudaron a que la Conquista se llevara a cabo, la realidad es que por parte de los españoles fueron unas 800 personas las que participaron en este proceso.
Se ha vendido la idea de que estos alrededor de 800 europeos lograron someter a los mexicas. Sobre el tema habla el reconocido historiador e investigador Eduardo Matos Moctezuma en un artículo publicado en el portal Arqueología Mexicana.
En él, señala que la narrativa tradicional que sostiene que Hernán Cortés venció a miles de indígenas con tan solo 800 españoles es simplista y no precisa en reflejar los complejos eventos de la conquista del Imperio Mexica. Explica que un análisis detallado de fuentes históricas, como los relatos del soldado Bernal Díaz del Castillo y las cartas de relación de Cortés, así como crónicas indígenas, ofrece una visión más rica y matizada.
Cortés aplicó diversas estrategias para debilitar la resistencia indígena durante el asedio a Tenochtitlán y Tlatelolco. En su tercera carta de relación dirigida al rey de España, menciona la táctica de cortar el suministro de agua potable a la ciudad al interrumpir el acueducto que traía agua desde Chapultepec. Esta medida buscaba minar la moral y la capacidad de resistencia de los mexicas.
Respecto al ataque, Cortés organizó sus fuerzas en tres grupos principales, además de preparar 13 bergantines para la operación. Dividió sus tropas colocando a Pedro de Alvarado en Tacuba con 30 jinetes, 18 ballesteros y escopeteros, 150 peones de espada y rodela, y más de 25 mil guerreros tlaxcaltecas. Cristóbal de Olid comandó las fuerzas en Coyoacán, con 33 caballos, 18 ballesteros y escopeteros, 160 peones y 20 mil aliados indígenas. Gonzalo de Sandoval lideró un tercer grupo en Iztapalapa con 24 jinetes, cuatro escopeteros, 13 ballesteros y 150 peones, junto con 30 mil hombres provenientes de Huejotzingo, Cholula y otras regiones aliadas.
Cortés, a su vez, dirigió los bergantines, contando con 300 hombres en el mar, distribuidos en cada embarcación, acompañados por ballesteros y escopeteros. En términos numéricos, aproximadamente 800 españoles se aliaron con cerca de 75 mil indígenas que se oponían a los mexicas. Esta colaboración fue crucial para el éxito militar de Cortés, ya que los pueblos indígenas, como los tlaxcaltecas, veían en la alianza con los españoles una oportunidad para deshacerse del dominio mexica.
Las crónicas indígenas, como la escrita en 1528 por un anónimo de Tlatelolco, aportan una perspectiva valiosa sobre los últimos enfrentamientos. Describen la devastación y el sufrimiento a medida que las fuerzas combinadas de españoles e indígenas asediaban a los mexicas desde múltiples frentes, hasta su eventual rendición. El relato de Tlatelolco menciona la muerte de dos mil hombres exclusivamente de Tlatelolco y detalla las “armazones de hileras de cráneos” que se hicieron tras la contienda, simbolizando la brutalidad del conflicto.
Esta revisión evidencia que la conquista de Tenochtitlán no fue una victoria sencilla de unos cuantos sobre muchos, sino un proceso complejo que involucró alianzas estratégicas, tácticas bélicas avanzadas y la participación multitudinaria de fuerzas indígenas aliadas. Esta reevaluación histórica pone de manifiesto la relevancia de las alianzas indígenas en los eventos de la conquista, resaltando el papel fundamental que estas jugaron en el desenlace final.