Por qué Ebrard modificó los términos en los que AMLO estaba llevando la sucesión presidencial, según Riva Palacio

Luego de las pasadas elecciones en el Estado de México y en Coahuila, en donde resultaron ganadores Morena en la primer entidad, y la coalición PRI-PAN-PRD en la segunda, los reflectores se han puesto en los aspirantes a la presidencia de México en 2024.

Sin embargo, hay quienes piensan que la sucesión presidencial va sin control. Tal es el caso del periodista Raymundo Riva Palacio, quien en su columna de este jueves, titulada “Sucesión sin control”, explica que desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) regresó de su tercer contagio de COVID-19, el pasado mes de abril, la prisa por resolver el tema de la sucesión fue muy evidente.

El periodita señala en su texto que el mandatario ya había dado señales de llevar prisa, luego de las elecciones intermedias del 2021, cuando sufrió derrotas importantes, sin embargo, no había mostrado tanta urgencia hasta hace seis semanas, cuando “apresuró el paso” para elegir a la persona que lo suceda.

Señala que, en el camino, “las riendas que lo conducían se le soltaron”, y al tratar de recuperar el control, el pasado martes se le adelantó el canciller Marcelo Ebrard, al anunciar que a partir del próximo lunes 12 de junio dejaría la SRE para buscar ser el candidato presidencial de Morena.

Riva Palacio señala que el primer síntoma público del descontrol presidencial sobre la sucesión, apareció en el periódico La Jornada, luego de que el pasado 31 de mayo publicó a ocho columnas la instrucción del INE a Morenapara que sus “corcholatas” cesaran sus campañas, y en su breve editorial llamado Rayuela, señalara que “ya era hora de frenar lo que se estaba saliendo de a madre”.

Y es que, explica, las llamadas “corcholatas” estaban “desatadas” y violando las leyes electorales, aunque en el momento en que La Jornada publicó esa primera plana y la Rayuela, quien se encontraba muy activo era el canciller. Califica esto como una llamada de atención para que los aspirantes a ser candidatos de Morena a la presidencia en 2024 esperaran a que pasaran las elecciones de Coahuila y el Estado de México.

Riva Palacio menciona que, sin embargo, Ebrard se le adelantó nuevamente a López Obrador y a sus adversarios, al anunciar el viernes que este lunes daría a conocer un método innovador para lograr equidad en el proceso de selección de candidato. AMLO, por su parte, le pidió al canciller esperar 24 horas, pues esa misma noche convocó a cenar a los cuatro aspirantes de Morena a la candidatura, a la dirigencia de Morena y a las y los gobernadores del partido, junto con Delfina Gómez, virtual ganadora en las elecciones mexiquenses, que fue el parapeto para lo que en realidad quería decir AMLO.

El mandatario se limitó a informar que se habían reunido con el fin de felicitar a Gómez, sin embargo, se filtró información en la prensa con la que se supo que le había pedido a los aspirantes a la candidatura presidencial que debían separarse de sus cargos, reflejando las presiones públicas y privadas de Ebrard.

La otra filtración que se dio sobre la reunión, fueron detalles de la cena, y se agregaba un esquema de compensación para quienes no resultaran favorecidos por la encuesta.

Riva Palacio recuerda que AMLO aceptó el miércoles pasado que la sucesión presidencial había comenzado, que explicaba la renuncia de Ebrard y especulando que “es posible que en estos días los que aspiran también presenten sus renuncias”. El periodista dice que el presidente de México parece estar descontrolado, y explica que, según una versión periodistica de la cena del hace unos días, el mandatario dijo que deberían renunciar de manera definitiva a sus cargos públicos antes del 15 de junio, aunque los estatutos de Morena señalan que “no participarán servidores y funcionarios públicos de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial de los tres órdenes de gobierno, a menos que se separen de sus encargos con la anticipación que señala la ley”, que establece seis meses como plazo mínimo antes del día de la elección.

Señala que, no obstante, como hipótesis de trabajo, AMLO podría estar engañando a todos con la verdad, y que, como dijo el pasado martes, no se va a meter en el proceso de selección de la candidatura. Dice que, esta posibilidad es difícil de creer por el carácter vertical e impositivo de López Obrador.

Y es que él estableció los tiempos de inicio del proceso, la metodología, los competidores, los temas de campaña y la parte toral del programa de gobierno.

Recalca que blindó a Claudia Sheinbaum, a quien le ha llegado a dar un trato superior a secretaria de Estado, y a quien envió a sus operadores más confiables y cercanos para apoyarla en la precampaña. A Adán Augusto López lo apoyó incluyéndolo formalmente en la lista de las corcholatas, explica, pero a Ebrard nada de eso, pues él se metió solo, enmarcado por el imaginario colectivo de que es el mejor en Morena para suceder a López Obrador.

Riva Palacio señala que Ebrard ha jugado con inteligencia, elevando el tono de su discurso, arrinconando a AMLO con la exigencia de piso parejo en el proceso y con la renuncia, y por ello, el canciller modificó los términos en los que López Obrador estaba llevando la sucesión y metió presión en todos los aspirantes.

Señala que las declaraciones de piso parejo de Ebrard fueron tan persuasivas ante la opinión pública que Mario Delgado, presidente de Morena, y el mismo AMLO asumieron esa frase como suya. “El descontrol en el proceso de sucesión puede ser temporal y durar hasta el domingo en la noche, cuando el Consejo Nacional del partido establezca los términos y requisitos para quienes aspiren a la candidatura. Ahí empezará otra etapa, con una batalla a campo abierto. ¿Qué hará el presidente? Su pecho, como dice, no es bodega. Esperemos a que encuentre la llave y nos abra sus pensamientos”, concluye el periodista.