Emilio Osorio sin duda es la sangre joven dentro de La casa de los famosos. Con tan sólo 20 años de edad el participante es quien le pone ternura a la casa con sus pláticas inocentes, sus bromas ciertamente más que infantiles, pero también con las muestras de madurez que han sorprendido a muchos de sus compañeros. Si bien algunos esperaban en él a un chico arrogante, quizás creído y sumamente ‘fiestero’ la realidad es que se trata de un muchachito muy tranquilo, caballeroso y educado. Todos ellos rasgos que probablemente le debe a su madre Niurka Marcos.
Mientras se encontraba al interior de la casa, precisamente Emilio relató un episodio en el que su madre tuvo que ponerle una reprimenda, justo cuando la arrogancia pensó en apoderarse de él cuando era más pequeño. Según el actor tendría apenas unos seis o siete años y repitió una grosería que había escuchado en algún lugar. Algo que la actriz de Salomé no permitió.
“Tenía seis, siete [años] y llegué a la casa y yo había escuchado a no se quien decir chingada madre y entonces llegué con seis años, siete y me dijeron ‘hay sopa’ y yo dije ‘ay no quiero sopa, chingada madre’ y grité en la casa”, dijo Emilio, quien después contó que su madre le preguntó ‘¿Qué dijiste?’ y antes de que él pudiera repetir la frase completa su madre le soltó un buen trancazo en la boca.
Por el golpe, al actor, de seis o siete años, se le abrió el labio y esa fue la última vez que intentó decir alguna grosería. No obstante, Emilio explicó que su madre después lo curó y le explicó que el problema no había sido la palabra como tal, sino la acción. El hecho de ser arrogante, de comportarse así en su propia casa, cuestionando la comida del hogar.
Y es que Niurka Marcos siempre ha permanecido pendiente de la educación y el bienestar de su hijo. Según su hijo, la actriz también le dio un consejo valioso cuando supo que entraría a La casa de los famosos. Todo lo anterior con la intención de que no se meta en los problemas típicos de un reality show.
“Mi mamá me ha dicho que no me deje, que hay muchas gárgolas”, admitió el actor. “Que si en algún momento alguien me hace algo, me defienda. Yo nunca le he tenido miedo a la verdad, soy una persona bastante sincera: pido perdón y si hay algo que debo exigir, lo exijo”.
A pesar de su corta edad y de presumir la una buena educación de sus padres, la realidad es que al actor le falta un poco sobre aprender las tareas del hogar. Él mismo se exhibió durante sus primeros días de estancia en la casa, cuando reveló que no sabía lavar su ropa.
Más tarde cuando se dirigió al cuarto de lavado para investigar cómo realizar el proceso, pudo encontrar el instructivo de las lavadoras y comenzó a leer con atención. Sin embargo, poco después se dio por vencido y encontró la labor de programar la lavadora y el ciclo de lavado, como algo demasiado complicado: “no mam*s.... le voy a pedir ayuda a alguien”.
Emilio no entró a La casa de los famosos para lavar. En su lugar, él mismo ha confirmado que su lugar allí es la de ser una persona divertida y traviesa. Hacer pasar al resto de los habitantes por varias anécdotas divertidas e inyectar de juventud a toda la casa.
“Soy el más chico de la casa, me tocan las travesuras, ser divertido, estar de un lado a otro como pirinola. No quiero aburrirme en la casa, creo que eso me va ayudar para que no se genere mi claustrofobia ni depresión”, dijo el actor.