AMLO admitió colusión entre autoridades locales y crimen organizado en Chiapas

El mandatario aseguró que grupos delincuenciales se han vinculado con autoridades chiapanecas para delinquir y pidió a la población a no ser partícipe ni cómplice de actividades ilícitas

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El mandatario aseguró que grupos delincuenciales se han vinculado con autoridades chiapanecas para delinquir y pidió a la población a no ser partícipe ni cómplice de actividades ilícitas

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) admitió que existe una colusión entre autoridades locales e integrantes del crimen organizado en el estado de Chiapas. Pese al señalamiento, el mandatario federal no hizo menciones específicas y llamó a la población civil a no participar ni ser cómplice de actividades ilícitas.

AMLO aseguró que como en el caso del huachicoleo, los grupos delincuenciales hacen pactos con la población para establecer bases de apoyo y hacer frente a las fuerzas de seguridad o entorpeciendo sus acciones a cambio de beneficios económicos o materiales. En el caso de Chiapas, se refirió a la incidencia de actividades relacionadas con el narcotráfico y a la llegada de aviones cargados con droga en pistas clandestinas.

“Por ejemplo, si hay una pista clandestina de aterrizaje y llega un avión allá en Chiapas y los límites con Guatemala... aterriza y es un cargamento de cocaína se tiene que actuar rápido porque en algunos casos (…) y esto lo digo para llamar a la gente a que no se preste a estas cosas, que no los utilicen.

El presidente Andrés Manuel López
El presidente Andrés Manuel López Obrador en Chiapas. Foto: Presidencia

“En algunos casos tiene que llegar la Guardia Nacional o el Ejército porque de lo contrario no permiten en algunas comunidades el que se lleve a cabo el decomiso porque hay alianzas. Y hay vinculación con autoridades locales. Incluso gente no de buena fama pública domina en algunas regiones”, relató López Obrador

Sobre los hechos, el mandatario afirmó que el gobierno federal mantiene una coordinación puntual con el estatal y municipal en aras de garantizar la seguridad de los chiapanecos. Además, aseguró que la presencia de la Guardia Nacional y otras fuerzas armadas las labores es muestra de que las incidencia delictiva se está combatiendo.

Desplazados por la violencia

El pasado 30 de mayo, los pobladores de la localidad Joaquín Miguel Gutiérrez, en el municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, se enfrentaron con piedras y palos a los efectivos de la Guardia Nacional (GN) que habían sido enviados para contener la violencia que ha azotado la zona en los últimos días.

La disputa sucedió a una semana de que grupos criminales, por peleas entre sí, provocaran el desplazamiento de más de 3 mil pobladores al norte de Tapachula, en la franja que divide a México de Guatemala. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas denunció que los criminales también estaban obligando a los jóvenes de las comunidades a unirse a sus filas.

Elementos del Ejército Mexicano en
Elementos del Ejército Mexicano en un decomiso de drogas en Chiapas. Foto: FGR.

“En los últimos cuatro días se incrementó de manera alarmante la violencia en el municipio”, señaló a través de un comunicado la organización. “Jóvenes de diversas comunidades fueron reclutados de manera forzada por la delincuencia. Vecinos refieren que por lo menos 3 mil persona fueron desplazadas de sus comunidades”.

Alrededor de mil víctimas de desplazamiento forzado por la violencia que ha generado el crimen organizado en comunidades del estado de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala, sur del país, regresaron este jueves 1 de junio al municipio de Frontera Comalapa y exigieron al Gobierno seguridad en la región.

Las personas retornaron a sus hogares, desde el municipio de Chimuselo, a unos 25 kilómetros de distancia, y en su regreso fueron escoltados por agentes Protección Civil, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional.

Esto luego de que a las 5:30 de la madrugada del martes 30 de mayo cerca de unos mil quinientos elementos se desplazaron a dos localidades del municipio, concretamente Joaquín Miguel Gutiérrez y Quezpalapa, y donde los pobladores les impidieron el acceso.

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