La razón por la que los adultos mayores deben tener de compañero a una mascota según la Ciencia

Además de ofrecer amor incondicional, su presencia también tiene un impacto respaldado científicamente en la salud

Guardar
Convivir con animales cambia la
Convivir con animales cambia la dinámica diaria de los adultos mayores, promoviendo la actividad física, el bienestar y la interacción social. (Cuartoscuro)

A medida que las personas envejecen, enfrentan una serie de cambios en su estilo de vida, su salud y sus relaciones sociales. La jubilación, la pérdida de seres queridos o la disminución de la actividad social deriva muchas veces en sentimientos de soledad y abandono, por lo que la compañía de una mascota puede convertirse en una fuente invaluable de afecto, rutina y motivación diaria.

Perros, gatos y otros animales domésticos, además de ofrecer compañía, pueden contribuir al bienestar físico y emocional de los adultos mayores, ayudándolos a mantener una vida más activa, reducir el estrés y mejorar su estado de ánimo, según el Instituto de Investigación del Vínculo entre Humanos y Animales (Habri, por sus siglas en inglés).

En México, los animales de compañía forman parte integral de muchos hogares, ejemplo de ello es que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021, el 69.8% de las familias cuenta con al menos una mascota, lo que equivale a un total aproximado de 80 millones de animales. De ellos, 43.8 millones son perros, 16.2 millones gatos y 20 millones de otras especies, cifras que brindan un panorama general sobre su relevancia en la vida de los mexicanos.

Cómo beneficia a los adultos mayores tener una mascota

Un perro o un gato
Un perro o un gato pueden hacer por la salud lo que a veces no logra una medicina. (Imagen ilustrativa Infobae)

Entre otros beneficios, de acuerdo con la revista Scientific Reports, en un estudio citado por la Escuela Médica de Harvard, se reveló que tener un perro influye positivamente en la salud del corazón. Esta investigación, que se llevó a cabo durante 12 años e incluyó a más de 3.4 millones de adultos de entre 40 y 80 años, comprobó que las personas que vivían solas y tenían un perro presentaban un 11% menos de riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un 33% menos de probabilidad de morir a causa de una enfermedad de este tipo.

Gracias a estos hallazgos, los especialistas pudieron concluir que tener una mascota beneficia considerablemente la salud, especialmente en la vejez, por ello, lejos de considerarse una carga, compartir la vida con un animal de compañía se trata de una relación de cuidado mutuo, pues mientras el animal depende del ser humano para su alimentación, resguardo y atención, la persona encuentra compañía, motivación y una mejor calidad de vida.

Sin importar el tipo de mascota, ya sea un perro, gato, pájaro o incluso un hámster, los beneficios para la salud emocional, física y social de los adultos mayores son amplios. Así lo señala el Centro de información de Comfort Keepers, que detalla las siguientes ventajas:

  1. Compañía y apoyo emocional: las personas mayores pueden experimentar la pérdida de seres queridos o modificaciones en su círculo social y familiar, lo que les provoca sentimientos de soledad o los lleva a aislarse y deprimirse, por ello, una mascota, sin importar la especie, se convierte en un compañero confiable que, además de generarles un propósito, les ofrece amor y compañía incondicional.
  2. Salud física y mental: la responsabilidad diaria de cuidar una mascota (alimentarla, asearla y ejercitarla), ayuda a las personas mayores a mantener un estilo de vida activo. Pasear a un perro o jugar con un gato brinda valiosas oportunidades para ejercitarse, mejorar la salud cardiovascular, reducir la presión arterial, fortalecer los músculos y mejorar la movilidad. Incluso, ayuda a las personas que están lidiando con dolor crónico, artritis u otras dolencias relacionadas con la edad. Asimismo, se dice que acariciar a un perro o un gato libera endorfinas, que son estimulantes naturales del estado de ánimo, reduciendo el estrés, la ansiedad y la depresión.
  3. Interacción social: las mascotas pueden facilitar la interacción social y las oportunidades para relacionarse con otras personas, por ejemplo, pasear a un perro por el vecindario suele dar lugar a conversaciones informales con otros dueños de mascotas, lo que proporciona un sentido de pertenencia a la comunidad.
  4. Rutina y estructura: a medida que se envejece, mantener una rutina se vuelve cada vez más importante y las mascotas resultan beneficiadas de ello, pues requieren alimentación, ejercicio y cuidados todos los días, alentando a las personas mayores a establecer y cumplir con un horario diario, lo cual les ayuda a mantener las capacidades cognitivas y el estado de alerta mental.

¿Qué aspectos tomar en cuenta?

Más que compañía, una mascota
Más que compañía, una mascota puede traerle al adulto mayor salud, alegría y propósito.

Aunque tener una mascota puede significar un renovado entusiasmo por la vida, sobre todo en la etapa adulta mayor, es fundamental asegurarse de que el entorno y las condiciones sean favorables tanto para el animal como para su futuro dueño. Al respecto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señala que antes de tomar la decisión de adoptar o adquirir una mascota, conviene hacerse algunas preguntas clave que ayudarán a valorar si realmente es el momento adecuado para compartir la vida con un compañero de cuatro patas.

1. ¿Tienes el espacio adecuado?

Es necesario contar con un lugar donde la mascota pueda desenvolverse libremente, realizar sus necesidades, descansar y mantenerse activa; además, el tamaño del espacio debe ser proporcional a las necesidades del animal.

2. ¿Está permitido tener mascotas en tu lugar de residencia?

Si vives en un edificio con áreas comunes o en un conjunto habitacional, es importante revisar el reglamento interno para confirmar si se permite tener animales y bajo qué condiciones.

3. ¿El tipo de mascota es compatible con tu estilo de vida?

Cada especie, e incluso cada raza, tiene necesidades distintas, por ello, es importante considerar el tamaño, temperamento y nivel de actividad del animal para asegurarte de que se ajusta a tu ritmo diario y capacidades físicas.

4. ¿Cuentas con una red de apoyo?

Tener alguien cercano que pueda ayudarte en caso de enfermedad, viaje o cualquier situación inesperada es clave para garantizar el bienestar de la mascota.

5. ¿Puedes atender los desafíos del cuidado diario?

Cuidar de una mascota implica actividades físicas como agacharse, levantarse, pasear, limpiar o cargar alimento. Es importante reconocer si estás en condiciones de cumplir con estas tareas de forma segura.

Tomar en cuenta estos aspectos no solo contribuye a una mejor calidad de vida para el animal, sino también para ti, ya que una decisión bien pensada y responsable será el primer paso hacia una relación duradera, enriquecedora y saludable para ambos.

¿Cuál es la mascota ideal para los adultos mayores?

Los animales de compañía promueven
Los animales de compañía promueven interacción social y reducen factores asociados a la depresión y ansiedad.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de su Gaceta Universitaria, recomienda que los adultos mayores opten por perros pequeños que se adapten a un ritmo de actividad moderado. No obstante, los gatos también son una excelente opción, especialmente para quienes tienen problemas de movilidad, debido a su carácter más independiente y sus menores necesidades de cuidado.

En el caso de los perros, se sugiere elegir razas dóciles, sociables y fáciles de adiestrar, preferiblemente de talla pequeña o mediana. Un perro adulto ya educado puede ser una mejor opción que un cachorro, ya que este último requiere más atención y cuidados, además, los perros no solo son compañeros leales, sino que también pueden ayudar en terapias para personas con enfermedades crónicas, fortalecer el sistema inmunológico y facilitar la recuperación emocional tras la pérdida de un ser querido, de igual manera, ayudan a los pacientes de trastornos mentales a recuperarse y a sentirse mejor.

Por su parte, los gatos tienen la capacidad de reducir el estrés y transmitir tranquilidad a través de su ronroneo, cuyas vibraciones pueden ser beneficiosas para ciertas enfermedades, además, según la Universidad, los dueños de felinos suelen experimentar una presión arterial más baja y una recuperación más rápida de traumas emocionales, sin embargo, al igual que con los perros, se recomienda optar por un gato adulto que sea sociable y se deje acariciar.