¿Deberías dar suplementos vitamínicos a tu gato? Esto es lo que necesitas saber

Aunque muchos gatos pueden beneficiarse del consumo de vitaminas, es esencial que los cuidadores consulten a sus veterinarios antes de incluir cualquier suplemento en la dieta de sus felinos

Guardar
Los gatos necesitan un equilibrio
Los gatos necesitan un equilibrio de nutrientes esenciales para mantener su salud óptima (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los gatos, al igual que los humanos, pueden enfrentar problemas de salud relacionados con deficiencias nutricionales.

Aunque la mayoría de los gatos obtiene los nutrientes necesarios de su dieta, existen casos específicos en los que los suplementos vitamínicos pueden ser beneficiosos, de acuerdo con la organización británica dedicada a la protección de gatos, Cats Protection.

Estas situaciones incluyen condiciones de salud particulares, etapas de la vida como el embarazo o la vejez, y problemas relacionados con la piel, el pelaje o el sistema inmunológico.

Sin embargo, cualquier decisión sobre la administración de suplementos debe ser consultada previamente con un veterinario, ya que un exceso de vitaminas puede ser perjudicial.

Nutrientes esenciales en la dieta de los gatos

Suplementos bien administrados apoyan a
Suplementos bien administrados apoyan a gatos mayores con problemas articulares o falta de memoria (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los alimentos completos para gatos están diseñados para proporcionar un equilibrio adecuado de nutrientes esenciales. Entre ellos se encuentran las proteínas, fundamentales para los felinos debido a su naturaleza carnívora, y las grasas animales, que facilitan la absorción de vitaminas esenciales.

Según Cats Protection, otros nutrientes clave incluyen la taurina, un aminoácido que favorece la salud ocular, cardíaca y reproductiva; los ácidos grasos omega-3 y omega-6, que contribuyen al desarrollo cerebral y al mantenimiento de una piel y pelaje saludables; y vitaminas como la A, B, D y E, que desempeñan funciones vitales en el metabolismo, el sistema inmunológico y la salud ósea.

Además, minerales como el calcio, el zinc y el hierro son esenciales para la formación de huesos, la cicatrización de heridas y el transporte de oxígeno en la sangre.

Según la organización, estos nutrientes deben estar presentes en la dieta diaria de los gatos para garantizar su bienestar general.

¿Cuándo son necesarios los suplementos vitamínicos?

Aunque la mayoría de los gatos no necesita suplementos adicionales, hay circunstancias específicas en las que estos pueden ser recomendados.

Por ejemplo, las gatas embarazadas pueden beneficiarse de ácidos grasos omega-3 para fortalecer su sistema inmunológico y apoyar el desarrollo cerebral y ocular de los gatitos. Según Cats Protection, también se les puede administrar ácido fólico para garantizar un crecimiento saludable de los fetos.

En el caso de los gatos mayores, suplementos como la glucosamina pueden ayudar a mantener la salud articular, mientras que los antioxidantes pueden mejorar la memoria y la función cerebral. Asimismo, los probióticos pueden ser útiles para apoyar la digestión en esta etapa de la vida.

Los gatos con problemas de piel o pelaje también pueden requerir suplementos específicos. Según la organización, los ácidos grasos omega-3 y omega-6 pueden reducir la inflamación de la piel y mejorar la salud celular, mientras que la biotina y las vitaminas A y E pueden fortalecer el pelaje y la piel.

Sin embargo, es crucial administrar estos suplementos en las dosis adecuadas, ya que un exceso puede causar efectos secundarios como aumento de peso o malestar estomacal.

Deficiencias vitamínicas: síntomas y riesgos

La falta de vitaminas o minerales en la dieta de un gato puede manifestarse a través de diversos síntomas, como pérdida de apetito, debilidad muscular, lesiones en la piel, caída del pelaje, pérdida de peso y mayor susceptibilidad a infecciones.

Según Cats Protection, una deficiencia de vitamina D, por ejemplo, puede provocar problemas óseos como raquitismo en gatitos o osteomalacia en gatos adultos, así como debilidad muscular y complicaciones cardíacas.

Por otro lado, una deficiencia de vitamina B12 puede afectar el metabolismo, el sistema nervioso y la salud digestiva de los gatos. Los síntomas incluyen letargo, pérdida de apetito, problemas digestivos y un deterioro en la condición del pelaje.

En casos graves, esta deficiencia puede causar problemas neurológicos, como desorientación o convulsiones.

El riesgo de un exceso de vitaminas

Alimentos caseros para gatos deben
Alimentos caseros para gatos deben planificarse cuidadosamente para evitar carencias nutricionales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque los suplementos pueden ser beneficiosos en ciertos casos, la organización advierte que un exceso de vitaminas puede ser tóxico para los gatos.

Por ejemplo, una sobredosis de vitamina A puede causar crecimiento óseo anormal, daño hepático y problemas neurológicos, mientras que un exceso de vitamina D puede endurecer tejidos y órganos, lo que podría derivar en insuficiencia orgánica e incluso la muerte.

Además, la organización subraya que los suplementos diseñados para humanos o perros no son adecuados para los gatos, ya que sus necesidades nutricionales son diferentes.

Siempre se debe optar por productos específicamente formulados para felinos y consultar con un veterinario antes de administrarlos.

¿Qué ocurre con los gatos de interior y los alimentos caseros?

A diferencia de los humanos, los gatos no obtienen vitamina D de la exposición al sol. Sin embargo, según Cats Protection, los gatos de interior no necesitan suplementos adicionales de esta vitamina, ya que la obtienen de su dieta.

En cuanto a los alimentos caseros, la organización desaconseja esta práctica debido a la dificultad de garantizar un equilibrio adecuado de nutrientes. Si se opta por esta opción, es esencial incluir ingredientes como carne, aceites de pescado, hígado y harina de hueso para proporcionar vitaminas y minerales esenciales.

En caso de que un veterinario recomiende suplementos para un gato, estos pueden administrarse en diversas formas, como alimentos enriquecidos, tabletas, aceites o polvos.

El especialista también debe indicar la dosis y la frecuencia adecuadas para evitar riesgos asociados con un consumo excesivo.