10 consejos para mejorar la relación con tu perro

Descubre cómo mejorar la vida de tu mascota con estas recomendaciones de un experto en adiestramiento canino, según la revista especializada Your Dog

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Tony Cruse explica cómo nuestras
Tony Cruse explica cómo nuestras acciones cotidianas pueden influir en la felicidad de los perros (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los perros nos acompañan fielmente en nuestras vidas, pero a veces olvidamos que su bienestar no depende solo de amor y cuidados básicos, sino también de nuestras acciones cotidianas.

Tony Cruse, adiestrador canino con años de experiencia, nos ofrece diez consejos prácticos para que nuestros compañeros peludos sean más felices y equilibrados.

1. Pide permiso antes de permitir que tu perro se acerque a otro

Aunque a muchos perros les encanta socializar, no todos disfrutan de los saludos inesperados. Un perro nervioso puede sentirse abrumado si otro se acerca sin aviso, lo que puede generar ansiedad o incluso respuestas defensivas.

La mejor estrategia es simplemente preguntar al otro dueño: “¿Puedo dejar que Dexter salude?” Si la respuesta es negativa, lo ideal es respetarlo y seguir caminando.

2. Conoce la raza de tu perro antes de adoptarlo

Muchas personas eligen un perro basándose en su apariencia sin investigar sus características y necesidades.

Razas como los huskies, criados para tirar de trineos, tienden a jalar la correa con fuerza, mientras que los labradores, seleccionados para recuperar presas, adoran nadar y revolcarse en charcos.

Conocer las características de una
Conocer las características de una raza antes de adoptarla asegura satisfacer sus necesidades (Imagen ilustrativa Infobae)

Comprender el instinto y el nivel de energía de cada raza ayuda a proporcionar el ejercicio y estímulo adecuados.

3. No asumas que todas las personas aman a los perros

Aunque para los amantes de los perros resulte difícil de creer, no todo el mundo disfruta de su compañía. Algunas personas han tenido experiencias negativas o simplemente no se sienten cómodas con los animales.

Antes de permitir que tu perro se acerque a alguien, es recomendable preguntar o estar atento a su lenguaje corporal. La empatía y el respeto hacia los demás favorecen una mejor convivencia.

4. No juzgues a un perro por su tamaño

Existe la creencia errónea de que los perros grandes son más agresivos, cuando en realidad muchas razas grandes tardan más en madurar y conservan un carácter juguetón y amistoso hasta la adultez.

El tamaño no define la
El tamaño no define la docilidad o agresividad de un perro; aprender sobre ellos evita errores (Imagen Ilustrativa Infobae)

En cambio, algunos perros pequeños, como los terriers, suelen ser más territoriales y reactivos. Acercarse a un perro pequeño pensando que será dócil puede ser un error, ya que un perro ansioso es más propenso a gruñir o morder.

5. Observa el lenguaje corporal de tu perro

Los perros se comunican constantemente a través de su postura y gestos. Un bostezo repetitivo en el veterinario no significa sueño, sino estrés.

Un meneo suelto de la cola con el cuerpo relajado indica felicidad, mientras que un movimiento tenso y rígido puede señalar incomodidad o enojo.

Lamerse los labios sin comida presente también es un signo de ansiedad. Conocer estas señales permite responder mejor a las emociones de nuestro perro.

6. Permite que tu perro tome decisiones

En el pasado, el adiestramiento de perros se centraba en órdenes constantes: “siéntate”, “ven”, “quédate”. Hoy en día se sabe que darles oportunidades para tomar decisiones fortalece su confianza y bienestar emocional.

Ofrecerle decisiones fortalece la confianza
Ofrecerle decisiones fortalece la confianza y mejora el bienestar emocional del perro (Imagen Ilustrativa Infobae)

En lugar de imponer cada movimiento, es recomendable crear situaciones en las que el perro pueda elegir y reforzar los comportamientos deseados con recompensas.

7. No le grites a tu perro

Gritar rara vez es efectivo y, en muchos casos, solo genera más ansiedad o confusión en el perro. Además, un perro que ladra y recibe gritos puede interpretarlo como un refuerzo de su comportamiento.

En su lugar, hablarle con un tono de voz calmado y firme suele captar mejor su atención. La paciencia y la consistencia son claves para una comunicación efectiva.

La felicidad de un perro depende en gran parte de las decisiones de sus dueños. Adoptar hábitos que fomenten su bienestar, comprender su lenguaje corporal y respetar sus necesidades naturales contribuirá a una convivencia más armoniosa.

Con pequeñas acciones diarias, podemos mejorar la calidad de vida de nuestros compañeros caninos y fortalecer el vínculo que compartimos con ellos.