Valérie André, fallecida a los 102 años, marcó un antes y un después en la historia de las fuerzas armadas de Francia al convertirse en la primera mujer en alcanzar el rango de general.
Este logro fue el punto culminante de una vida dedicada al servicio militar, la medicina y la aviación, campos en los que dejó una huella profunda y permanente.
Según un artículo publicado por Paris Match, su trayectoria incluye hitos que continúan inspirando, como ser la primera mujer francesa en pilotar helicópteros y liderar misiones de rescate aéreo en contextos bélicos.
Los primeros pasos: pasión por la aviación y la medicina
Nacida el 21 de abril de 1922, Valérie André mostró desde joven un gran interés por la aviación, que comenzó a explorar incluso antes de la Segunda Guerra Mundial, mientras completaba sus estudios de medicina.
En 1947, obtuvo su diploma de la Universidad de París y al año siguiente se certificó como paracaidista. Este inicio, retomado por Paris Match, marcó el tono de una carrera donde combinó su conocimiento médico con habilidades aeronáuticas únicas.
En 1949, André se unió al ejército como médico-capitán en Indochina. Fue en este contexto donde aprendió a pilotar helicópteros, convirtiéndose en la primera mujer en Francia en hacerlo.
Durante este período, según Paris Match, realizó 129 vuelos de evacuación médica, rescatando a 165 heridos, lo que reflejó su valentía y compromiso en un entorno de alta complejidad.
Misiones en Indochina y Argelia: liderazgo y dedicación
La contribución de Valérie André no se limitó a Indochina. Debido a que, en Argelia, participó con más de 350 evacuaciones aéreas consolidando su reputación como pionera en misiones humanitarias y militares.
Según el medio francés, esta experiencia fue clave para la posterior creación de la Ligue française de secours et de sauvetage aérien (LIFRASSA), una organización que André impulsó para fortalecer la capacidad de rescate aéreo en Francia.
El ascenso al rango de general: un hito histórico
En 1976, Valérie André alcanzó un logro sin precedentes al ser promovida al rango de médico general del servicio de salud de las fuerzas armadas, convirtiéndose en la primera mujer en Francia en ocupar este rango.
En 1981, recibió su tercera estrella, equivalente al rango de general de división, y se retiró del servicio activo poco después.
Este avance histórico, destacado por Paris Match, reflejó no solo su mérito personal, sino también un cambio en las estructuras tradicionales del ejército francés.
Reconocimientos
A lo largo de su carrera, Valérie André acumuló más de 4.200 horas de vuelo y participó en 496 misiones de guerra. En 1999, fue la primera mujer en ser distinguida con la Grand-Croix de la Légion d’honneur, el mayor reconocimiento militar en Francia.
Su nombre quedó inmortalizado en marzo de 2022, cuando el helipuerto de París Issy-les-Moulineaux fue bautizado en su honor, en conmemoración a su inigualable legado en el ámbito militar y aeronáutico.
Compañerismo, vida personal y legado
En su vida privada, Valérie André formó un estrecho vínculo con el coronel Alexis Santini, reconocido por fundar la escuela de formación de pilotos de helicóptero en Chambéry. Según su propio testimonio, compartieron lo que ella describió como un profundo compañerismo de armas hasta la muerte de Santini en 1997.
La trayectoria de Valérie André, como destaca Paris Match, es un modelo de esfuerzo, compromiso y visión innovadora en el ámbito militar. Su legado va más allá de su tiempo, inspirando a las nuevas generaciones al demostrar que las limitaciones pueden superarse con convicción y excelencia.
El medio francés concluye afirmando que Valérie André personifica la dedicación y la resiliencia, dejando una herencia que alienta a otros.