
Virginia Occidental implementó una de las prohibiciones más amplias a nivel estatal en los Estados Unidos contra ciertos colorantes y aditivos artificiales en alimentos y medicamentos.
Según informó CBS News, la medida responde a crecientes preocupaciones sobre los posibles efectos adversos de estos compuestos en la salud, especialmente en niños, y se enmarca en un esfuerzo nacional por reducir el uso de sustancias sintéticas en la cadena alimentaria.
El gobernador de West Virginia, Patrick Morrisey, firmó el lunes 24 de marzo una ley que elimina el uso de siete colorantes artificiales y dos conservantes en productos alimenticios y farmacéuticos distribuidos en el estado. Entre los colorantes prohibidos se encuentran el Rojo No. 3, el Rojo No. 40, el Amarillo No. 5, el Amarillo No. 6, el Azul No. 1, el Azul No. 2 y el Verde No. 3. Asimismo, los conservantes butilhidroxianisol (BHA) y propilparabeno también serán vetados.
La implementación de esta normativa será gradual. Según detalló la oficina del gobernador, a partir del 1 de agosto de este año, los colorantes mencionados no podrán ser utilizados en las comidas servidas en los programas de nutrición escolar. Posteriormente, desde el 1 de enero de 2028, tanto los colorantes como los conservantes quedarán prohibidos en todos los alimentos y medicamentos comercializados en el estado.

Un paso hacia la mejora de la salud pública
El gobernador Morrisey destacó la importancia de esta medida en un comunicado oficial, subrayando que Virginia Occidental ocupa posiciones desfavorables en varios indicadores de salud pública. “No hay mejor lugar para liderar la misión de ‘Hacer a América Saludable de Nuevo’”, afirmó, haciendo referencia al lema promovido por el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., quien ha abogado por la eliminación de colorantes artificiales en alimentos y bebidas en todo el país.
Morrisey añadió que esta legislación busca proteger a los niños de problemas de salud y aprendizaje a largo plazo asociados con estas sustancias. La decisión de Virginia Occidental se suma a un creciente movimiento en los Estados Unidos para regular más estrictamente los aditivos alimentarios.
Según publicó CBS News, estados como California ya han aprobado leyes similares en los últimos años, eliminando ciertos aditivos de los alimentos vendidos en su territorio y prohibiendo el uso de colorantes sintéticos en las comidas escolares. Además, decenas de estados han presentado propuestas legislativas desde principios de este año para restringir el uso de colorantes y otros compuestos artificiales.

Preocupaciones científicas
En el ámbito federal, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado un total de 36 aditivos de color para su uso en alimentos y bebidas, de los cuales nueve son colorantes artificiales. Sin embargo, en los últimos años, científicos y grupos de defensa han expresado su preocupación por los posibles riesgos para la salud asociados con estos compuestos, especialmente en niños.
En diciembre pasado, la FDA anunció que revisaría algunos de los aditivos previamente aprobados, en respuesta a las inquietudes planteadas por la comunidad científica y organizaciones defensoras de la seguridad alimentaria. No obstante, el subcomisionado de alimentos humanos de la agencia advirtió que las limitaciones presupuestarias podrían retrasar el proceso de revisión.
Un ejemplo reciente de estas acciones regulatorias es la decisión de la FDA en enero de revocar la autorización del Rojo No. 3 como aditivo alimentario, tras evidencias que vinculan este colorante con el desarrollo de cáncer en animales de laboratorio.
La prohibición en Virginia Occidental podría tener un impacto significativo en la industria alimentaria y farmacéutica, obligando a los fabricantes a reformular productos para cumplir con las nuevas regulaciones. Esta medida también podría influir en otros estados para adoptar normativas similares, acelerando un cambio hacia el uso de ingredientes más naturales en los productos de consumo.