
Un evento astronómico de gran relevancia tendrá lugar el próximo sábado 29 de marzo, cuando un eclipse solar parcial será visible desde varias regiones del mundo. Este fenómeno, que se produce cuando la Luna nueva bloquea de manera parcial el disco solar, será especialmente notable en América del Norte, marcando el primero visible en su clase dentro de la región desde el “Gran Eclipse Americano” del 8 de abril de 2024.
Este fenómeno astronómico será uno de los eventos más destacados para los aficionados a la observación del cielo en 2025 y será visible al amanecer en gran parte del continente americano, incluido el noreste de Estados Unidos, según informó la NASA.
El eclipse no se limitará a América del Norte. Este fenómeno podrá observarse también en otras partes del mundo, aunque con menor intensidad. En regiones como Groenlandia, Islandia, Europa y el noroeste de África, será visible a medida que el Sol ascienda en el cielo durante la mañana.
Dónde y cómo ver el eclipse solar parcial del 29 de marzo

Tendrá una duración aproximada de dos horas en todo el planeta, comenzando a las 4:50 horas ET (8:50 UTC) y finalizando a las 8:43 horas ET (12:43 UTC), según confirmó Live Science. Este rango horario permitirá que diferentes regiones disfruten del espectáculo en distintos momentos del día, dependiendo de su ubicación geográfica.
Tal fenómeno astronómico podrá verse en diferentes partes de América del Norte, incluyendo estados de EEUU como:
- Baltimore, Maryland.
- Boston, Massachusetts.
- Buffalo, Nueva York.
- Nueva York, Nueva York.
- Filadelfia, Pensilvania.
- Portland, Maine.
- Washington, DC.
Este eclipse será solar parcial y, según la NASA, ocurre cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, pero los tres no están perfectamente alineados.
“Debido a que el Sol nunca está completamente cubierto, los observadores deben usar protección ocular adecuada en todo momento”, afirmaron los funcionarios de la NASA.
La observación de un eclipse solar requiere precauciones específicas para proteger la vista. La NASA destacó la importancia de utilizar gafas certificadas para eclipses solares, como las que cumplen con los estándares ISO o un visor solar portátil seguro en todo momento. Estas gafas están diseñadas para filtrar la radiación dañina del Sol y garantizar una experiencia segura para los observadores.
Este tipo de eventos astronómicos son una oportunidad única para reunir a familias y comunidades en torno a la observación del cielo. Las gafas de eclipse suelen estar disponibles en paquetes que permiten compartir la experiencia con grupos más grandes.
Además, la NASA aconsejó no mirar al Sol a través de la lente de una cámara, telescopio, binoculares u otro dispositivo óptico mientras se utilizan gafas de eclipse o un visor solar portátil, ya que los rayos solares concentrados quemarán el filtro y causarán lesiones oculares graves.
“Para observar el Sol de forma segura, debe colocar un filtro especial en la parte frontal de cualquier telescopio binocular, lente de cámara u otro dispositivo óptico”, se lee en el artículo oficial de la agencia aeroespacial.
En caso de no contar con gafas para eclipse o un visor portátil, los expertos de la NASA recomendaron utilizar un método de observación indirecta, el cual ayuda a no mirar directamente al Sol, sin embargo, lo mejor será siempre visitar la página oficial de la agencia para saber la mejor forma de observar el fenómeno astronómico de manera segura.
Marzo, un mes lleno de espectáculos naturales

Este eclipse solar parcial llega apenas dos semanas después de un eclipse lunar total que fue visible en toda América del Norte, lo que convierte a marzo en un mes destacado para los entusiastas de la astronomía. Este tipo de fenómenos no solo ofrecen espectáculos visuales impresionantes, sino que también fomentan el interés por la ciencia y la exploración del universo.
Además, el evento del 29 de marzo sirve como un recordatorio de la importancia de los eclipses solares en la cultura y la ciencia. A lo largo de la historia, estos fenómenos han sido objeto de estudio y admiración, y continúan siendo una fuente de inspiración para generaciones de científicos y observadores del cielo.