La FDA allana a un fabricante de poppers, una sustancia recreativa cada vez más usada en fiestas

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) llevó a cabo una redada en las oficinas de Double Scorpio, un fabricante de poppers con sede en Austin, Texas. La empresa informó en su página web que detuvo todas sus operaciones tras la incautación de productos realizada por la agencia reguladora.

NBC News reportó que la FDA no ha emitido comentarios sobre la presunta investigación en curso, ya que su política impide confirmar o negar la existencia de procedimientos penales en desarrollo. Sin embargo, el medio Fast Company indicó que esta redada podría formar parte de una ofensiva más amplia contra la comercialización de estos productos en el país.

El allanamiento ocurre en un contexto de creciente escrutinio sobre los poppers, sustancias que han estado en un área legal gris en EE.UU. debido a su comercialización bajo etiquetas que los describen como productos de limpieza o ambientadores. Estas sustancias han sido objeto de advertencias sanitarias por sus riesgos potenciales para la salud, según la FDA.

Los poppers, también conocidos como nitratos de alquilo, son inhalantes con efectos inmediatos en el sistema cardiovascular y muscular. Su uso se ha asociado con la comunidad LGBTIQ+, especialmente en contextos recreativos y de actividad sexual, según lo indicado por el investigador Joseph J. Palamar en declaraciones a NBC News.

Estos productos, que se comercializan en tiendas de conveniencia y estancos bajo nombres como Rush, Jungle Juice y Locker Room, han permanecido en un marco legal ambiguo debido a que los fabricantes los etiquetan como limpiadores de cuero o ambientadores en lugar de sustancias para consumo humano, según un informe publicado en agosto de 2024 en la revista California Legal Review.

La FDA emitió en 2021 una advertencia sobre los riesgos de salud asociados con el uso de poppers. Según el comunicado de la agencia, su consumo puede generar efectos adversos graves como caídas extremas de la presión arterial, dificultad para respirar, intoxicación por methemoglobinemia y, en algunos casos, la muerte.

La advertencia también señaló un incremento en los reportes de hospitalizaciones y fallecimientos relacionados con estas sustancias. La agencia de salud estadounidense ha enfatizado que estos productos no están aprobados para consumo humano y que su comercialización con otros propósitos no exime a los fabricantes de responsabilidad legal.

El medio Fast Company informó que la redada contra Double Scorpio podría ser parte de un operativo más amplio contra la producción y distribución de poppers. Sin embargo, la FDA no ha confirmado si existen otras empresas bajo investigación.

The Popper King, otra compañía con sede en Buffalo, Nueva York, aseguró a NBC News que no ha recibido notificaciones de la agencia reguladora sobre posibles medidas en su contra.

El escrutinio sobre los poppers ha aumentado en los últimos meses con la llegada de Robert F. Kennedy Jr. al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), organismo que supervisa la FDA.

NBC News reportó que Kennedy ha promovido en el pasado teorías sin sustento que vinculan el consumo de poppers con el desarrollo del sida. Sin embargo, la comunidad científica ha confirmado que el sida es causado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y que los poppers no son responsables de la enfermedad.

La teoría errónea de Kennedy, que ha sido rechazada por expertos en epidemiología y salud pública, se remonta a la década de 1980, cuando algunos investigadores inicialmente exploraron la posibilidad de que el uso de drogas recreativas estuviera relacionado con el colapso del sistema inmunológico en personas con VIH, según NBC News.

Según un estudio de 2020 citado por NBC News, el 3,3% de los adultos en Estados Unidos afirmaron haber usado poppers alguna vez en su vida, mientras que la cifra se elevó al 35% entre hombres homosexuales. Informes recientes sugieren que su uso ha aumentado entre personas heterosexuales.

Datos recopilados por el profesor Palamar en 2024 en clubes nocturnos de Nueva York indican que el 18% de los asistentes había consumido poppers en el último año, con un 46% de incidencia entre hombres gays y bisexuales, 28% entre mujeres lesbianas y bisexuales, 10% en mujeres heterosexuales y 6% en hombres heterosexuales.

El consumo indebido de poppers ha generado preocupación entre autoridades de salud, especialmente por el desconocimiento sobre sus efectos. Un estudio publicado en la revista Clinical Toxicology indicó que, en 98 comercios en Nueva York donde se venden poppers, un 8% de los empleados consultados recomendó ingerirlos, a pesar de los riesgos de intoxicación severa que esto representa.

Palamar advirtió en declaraciones a NBC News que los poppers suelen exhibirse junto a bebidas energéticas en tiendas de conveniencia, lo que podría inducir a errores en su consumo.

Según Adam Zmith, autor del libro Deep Sniff: A History of Poppers and Queer Futures, el amil nitrato, un compuesto relacionado con los poppers actuales, fue identificado en 1844 por un químico francés y comenzó a utilizarse con fines médicos en el siglo XIX para tratar el dolor torácico.

En la década de 1950, su uso recreativo se expandió en comunidades homosexuales de Nueva York y San Francisco, cuando podía adquirirse sin receta en farmacias. Desde entonces, han existido intentos legislativos para prohibir ciertas formulaciones, aunque la comercialización de poppers ha persistido a través de diversas estrategias de etiquetado.

Los efectos de los poppers incluyen relajación muscular, taquicardia, mareos, enrojecimiento facial y alteraciones visuales, según la FDA. En casos graves, su uso prolongado o el consumo indebido pueden provocar inflamación cutánea, daños oculares y disminución de los glóbulos rojos.