El exclusivo Waldorf Astoria vuelve a abrir sus puertas en pleno corazón de Nueva York, tras años de refacciones.
El edificio, un ícono del Art Déco de Schultze y Weaver, supo ser hogar de Cole Porter, Marilyn Monroe, Frank Sinatra, los duques de Windsor y ex presidentes estadounidenses como Herbert Hoover, Harry S. Truman y Dwight D. Eisenhower. De hecho, su arquitectura y relevancia histórica llevaron a que la Comisión de Preservación de Monumentos Históricos lo designara como tal en 1993.
Sin embargo, en 2014, la cadena Hilton, que gestionaba tanto sus unidades de uso residencial como las habitaciones de hotel, lo vendió por USD 1.950 millones a la compañía china Anbang Insurance Group, que ordenó el cierre de sus puertas en Park Avenue en 2017 para dar inicio a un proyecto de restauración de cuatro años.
Los planes se vieron truncados dado que, en 2018, el Gobierno chino tomó control de la compañía, acusó a su Presidente de fraude y creó la firma Daija Insurance Group, para continuar con todos los proyectos.
Asimismo, cuando en 2019 parecía que ya se habían sorteado los obstáculos, 2020 trajo consigo la pandemia del coronavirus, los problemas en las cadenas de suministro a nivel global y el aumento de los costos de la construcción, que siguieron demorando la obra.
No obstante estos inconvenientes, Daija logró que se finalizara el proyecto y el edificio está operativo y con algunas lujosas unidades aun a la venta.
Según los planos, elaborados por la firma Skidmore, Owings & Merrill (SOM), los pisos uno al cinco estarán ocupados por el vestíbulo y los espacios para eventos del hotel, mientras que en los pisos seis a 12 estarán las habitaciones de los huéspedes. Estas zonas estarán abiertas al público desde esta primavera bo.
En tanto, entre los pisos 19 y 52 estarán todas las unidades residenciales -en total 372- y sus dueños o inquilinos tendrán su propia entrada en el 303 de Park Avenue, un poco más al norte de la entrada principal del hotel.
Los departamentos, ofrecidos por Douglas Elliman Development Marketing, varían en tamaños y precios: desde estudios de 52 metros cuadrados, por USD 1.875 millones, hasta pisos de 600 metros cuadrados, con cuatro habitaciones, por hasta USD 18,75 millones. En total se ofrecen 125 diseños y todos ellos cuentan con más de 4.000 metros cuadrados de amenities varias, como cocheras privadas con servicio de valet parking las 24 horas y un club privado en el piso 19, descrito como “una instalación de negocios de primera clase”.
La venta de estas unidades comenzó en 2021 y desde diciembre tienen lugar las mudanzas de los primeros propietarios.
La decoración de los departamentos estuvo a cargo del diseñador Jean-Louis Deniot, que se basó en paletas de colores cálidos y fríos para los muebles y los accesorios, mientras que el coleccionista de arte Simon de Pury lideró la selección de obras que se exhiben en todo el edificio, así como su correcta conservación.
Las unidades también cuentan con otros detalles como electrodomésticos de alta gama de Gaggenau, pisos con calefacción y tocadores diseñados a medida.
Para quienes no dispongan del tiempo para poner el departamento a su gusto y busquen un “estilo de vida sin complicaciones”, se seleccionaron algunos que ya se ofrecen amueblados, explicó la directora senior de ventas, Loretta Shanahan, a la par que Frank Mahan, del equipo de SOM, apuntó que “nuestra clientela abarca casi todos los rincones del mundo” y “muchos están buscando un cambio de estilo de vida”, por lo que nadie queda desatendido con su propuesta.
Todos estos diseños, sin embargo, fueron realizados con especial cuidado y respeto de la estructura original, por lo que los pilares del proyecto fueron la reutilización adaptativa, la preservación y la restauración.
“Se trata de un edificio histórico y, como tal, tiene columnas, vigas y ventanas perforadas, en lugar de losas planas y muros cortina de vidrio, como podría tener un edificio nuevo. Usamos esas características para darle una identidad a las unidades residenciales”, explicó Mahan en diálogo con The New York Times.
“Para planificar el futuro Waldorf Astoria comenzamos con una investigación profunda de su historia (...) Al equilibrar la conservación, la restauración y la reutilización adaptativa en todo momento, aprovechamos la configuración del edificio para crear carácter, en lugar de trabajar en contra de estos elementos. Esto nos ha permitido crear viviendas y servicios contemporáneos en los que, no obstante, el pasado está presente”, sumó al respecto.
De hecho, al realizarse los planos de obra, SOM descubrió que el edificio original tenía unas 5.600 ventanas con marcos de acero pintados de un gris cálido, de las que solo se conservaba una, que fue tomada como modelo para las nuevas aberturas, que incluyen también un doble cristal de bajo consumo energético.
Asimismo, se restauraron por completo los dos pináculos de cobre en los que se encontraban los sistemas mecánicos del Waldorf Astoria, para convertirlos en áticos dúplex.
“En todos los aspectos y en todas las funciones se percibe la influencia del Art Déco, pero es un Art Déco como nunca antes se había experimentado. Lo llevé más allá del modernismo, más allá de las formas tradicionales a las que estamos acostumbrados. Es reminiscente pero se siente como una nueva versión del espíritu Art Déco”, concluyó Mahan.
