El Departamento de Policía de Hanceville, una pequeña ciudad en el estado de Alabama, ha sido puesto en licencia administrativa en su totalidad tras una recomendación de un gran jurado que sugiere su disolución. Según informó NBC News, la decisión se tomó después de que se revelara que la institución habría operado más como una “empresa criminal” que como una agencia de aplicación de la ley, representando una “amenaza constante para la seguridad pública”.
El alcalde de Hanceville, Jim Sawyer, anunció que, tras una reunión con el sheriff del condado de Cullman, Matt Gentry, todos los empleados del departamento serían suspendidos de sus funciones a partir de las 5:00 p.m. del 20 de febrero.
Durante este periodo, las llamadas de emergencia al 911 y otros servicios de seguridad son gestionados directamente por la oficina del sheriff del condado, que asumió la responsabilidad de la vigilancia en la ciudad, que cuenta con una población aproximada de 3.200 habitantes y se encuentra a unos 72 kilómetros al norte de Birmingham.
Cargos penales y acusaciones de corrupción
El miércoles 19 de febrero, el fiscal de distrito del condado de Cullman, Champ Crocker, informó en una conferencia de prensa que un gran jurado había emitido acusaciones formales contra el jefe de policía de Hanceville, Jason Shane Marlin, junto con otros cuatro oficiales y la esposa de uno de ellos. Los cargos incluyen manipulación de pruebas, entre otras acusaciones relacionadas con una investigación de corrupción de gran alcance. Según consignó NBC News, esta investigación habría revelado irregularidades graves en el funcionamiento del departamento.
La agencia, que contaba con solo ocho oficiales en agosto, cuando Marlin asumió el cargo de jefe de policía, enfrenta ahora un escrutinio público significativo. Según detalló el medio, una persona que respondió a la línea de despacho del departamento el jueves indicó que no había nadie disponible para comentar sobre el tamaño actual de la fuerza policial ni sobre las acusaciones con NBC News.
En sus declaraciones, el fiscal Crocker calificó la situación como un momento difícil para las fuerzas del orden. “Este es un día triste para la aplicación de la ley, pero al mismo tiempo, es un buen día para el Estado de derecho”, expresó durante la conferencia de prensa citada por el medio.
La decisión de suspender a todo el personal del departamento y transferir las responsabilidades de seguridad al sheriff del condado refleja la gravedad de las acusaciones y la necesidad de garantizar la seguridad de los residentes de Hanceville mientras se resuelve la situación.
Un departamento policial entero bajo escrutinio
Estos múltiples cargos se derivan de la muerte de Cristopher Willingham, un operador del 911 que fue encontrado en su oficina en agosto de 2024. Según la televisora local WILX, una autopsia determinó que el hombre falleció debido a una sobredosis de drogas, concretamente los “efectos tóxicos combinados de fentanilo, gabapentina, diazepam, anfetamina, carisoprodol y metocarbamol”.
Ellos fueron los oficiales acusados:
Cody Alan Kelso: fue acusado de dos cargos de manipulación informática, de uso del cargo para beneficio personal, manipulación de pruebas e incitación a cometer un delito relacionado con sustancias.
Jason Scott Wilbanks: cuenta con dos cargos por manipulación informática, uso del cargo para beneficio personal, manipulación de pruebas e incitación a cometer un delito relacionado con sustancias controladas.
Jason Shane Marlin, jefe del departamento: tiene dos cargos por no informar sobre un delito ético y manipulación de pruebas.
William Andrew Shellnutt: por alteración de pruebas.
Eric Michael Kelso: está acusado de cuatro cargos de distribución ilegal de una sustancia controlada y dos cargos de conspiración para distribuir ilegalmente una sustancia controlada.
