Ippei Mizuhara, exintérprete de Shohei Ohtani, condenado a 4 años y 9 meses de prisión por robar USD 17 millones

La sentencia se dictó en un tribunal federal de California tras confirmarse que desvió millones de dólares de las cuentas del destacado beisbolista japonés para saldar deudas vinculadas a actividades de juego no autorizadas

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Shohei Ohtani, estrella de las
Shohei Ohtani, estrella de las Grandes Ligas, fue víctima de una estafa millonaria por parte de su exintérprete, quien utilizó su posición de confianza para acceder a sus cuentas bancarias. (Crédito: Kirby Lee-USA TODAY Sports)

El exintérprete de Shohei Ohtani, Ippei Mizuhara, fue sentenciado a 57 meses de prisión en un tribunal federal en Santa Ana, California, tras admitir haber robado cerca de 17 millones de dólares al reconocido jugador japonés de béisbol. La sentencia se dictó después de que Mizuhara confesara haber desviado fondos de las cuentas de Ohtani para saldar deudas relacionadas con apuestas deportivas ilegales. Según France 24, este caso ha sacudido los cimientos del béisbol profesional en Estados Unidos, no solo por la magnitud del robo, sino también por la traición personal que implica.

Además de la pena de prisión, el tribunal ordenó a Mizuhara pagar más de 18,1 millones de dólares en restitución, de los cuales 17 millones deberán ser devueltos a Ohtani, mientras que 1,1 millones están destinados al Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS). Durante la audiencia, el juez John Holcomb calificó la magnitud del robo como “impactante”, señalando que el monto sustraído supera ampliamente los ingresos que una persona promedio podría generar a lo largo de varias vidas.

El caso ha puesto en evidencia cómo la cercanía y la confianza depositada en colaboradores personales pueden convertirse en un riesgo, especialmente en el mundo del deporte de élite. Mizuhara había trabajado como intérprete de Ohtani durante seis años, acompañándolo desde sus inicios en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) hasta su histórico contrato con los Los Angeles Dodgers en 2023, valorado en 700 millones de dólares, el más lucrativo en la historia del deporte norteamericano.

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El tribunal ordenó a Ippei Mizuhara pagar más de 18 millones de dólares en restitución, incluidos 17 millones que deberán ser devueltos a Ohtani. (REUTERS/Mike Blake)

Un robo millonario y una adicción descontrolada

De acuerdo con France 24, entre diciembre de 2021 y enero de 2024, Mizuhara realizó aproximadamente 19.000 apuestas deportivas ilegales, con montos que oscilaban entre 10 y 160.000 dólares, alcanzando un promedio de 12.800 dólares por apuesta. El dinero utilizado para estas apuestas provenía directamente de las cuentas de Ohtani, a las que Mizuhara accedía gracias a su posición de confianza. Además de saldar deudas de juego, el exintérprete gastó grandes sumas en la compra de tarjetas de béisbol de colección por cientos de miles de dólares y en tratamientos dentales costosos.

El modus operandi de Mizuhara incluía la falsificación de documentos bancarios y la suplantación de la identidad de Ohtani para autorizar transferencias a casas de apuestas ilegales. Según los fiscales, estas acciones reflejaban una “insaciable avidez” por el juego, que fue más allá de una simple adicción, convirtiéndose en una conducta delictiva sistemática. Inicialmente, Mizuhara intentó justificar el desvío de fondos alegando que Ohtani le había prestado el dinero voluntariamente para ayudarlo a salir de sus deudas. Sin embargo, las investigaciones demostraron que estas afirmaciones eran falsas.

El juez Holcomb destacó durante la audiencia que, aunque Mizuhara mostró arrepentimiento, la gravedad del delito requería una sentencia ejemplar. “Este caso no solo trata de una pérdida financiera; se trata de una traición a la confianza personal y profesional”, afirmó el magistrado. Por su parte, Mizuhara, de 40 años, presentó una carta al tribunal en la que expresó su remordimiento y ofreció disculpas a Ohtani, a los Dodgers y a la MLB: “Estoy verdaderamente arrepentido con el señor Ohtani”, declaró durante la audiencia.

El exintérprete de Shohei Ohtani,
El exintérprete de Shohei Ohtani, condenado por robar cerca de 17 millones de dólares del jugador japonés, enfrentará además tres años de libertad supervisada tras cumplir su pena. (REUTERS/Mike Blake)

Impacto en la carrera de Ohtani y en la imagen de las Grandes Ligas

El escándalo estalló al inicio de la temporada 2024 de la MLB, generando un impacto significativo en la imagen del deporte. Según France 24, los fiscales subrayaron que Ohtani fue una víctima inocente, sin evidencia alguna que lo vinculara con actividades ilegales. “El señor Ohtani ha sufrido daños financieros, reputacionales y emocionales”, afirmaron, destacando que la traición de alguien de su círculo más cercano dejó cicatrices profundas en el jugador.

El vínculo entre Ohtani y Mizuhara se forjó durante su paso por los Los Angeles Angels, donde Ohtani consolidó su reputación como uno de los jugadores más versátiles de la MLB, destacándose tanto en el pitcheo como en el bateo. En diciembre de 2023, Ohtani firmó un contrato sin precedentes con los Dodgers, lo que marcó un nuevo capítulo en su carrera. Sin embargo, la relación profesional con Mizuhara se rompió abruptamente en abril de 2024, cuando el equipo lo despidió tras conocerse las acusaciones en su contra.

Este caso ha puesto de relieve la necesidad de establecer controles más estrictos en la gestión financiera de los deportistas de élite. La confianza depositada en asesores, representantes e intérpretes, aunque esencial para la vida profesional de muchos atletas internacionales, también puede convertirse en un punto vulnerable si no se acompaña de mecanismos de supervisión adecuados.

La sentencia contra el exintérprete
La sentencia contra el exintérprete de Ohtani expone los riesgos de la gestión financiera en el deporte de élite y la vulnerabilidad de los atletas ante traiciones personales. (Crédito: Isaiah J. Downing-USA TODAY Sports)

Consecuencias legales y lecciones para el ámbito deportivo

Además de la condena de prisión, Mizuhara enfrentará tres años de libertad supervisada tras cumplir su sentencia. Los fiscales habían recomendado esta pena, argumentando que el daño causado a Ohtani iba más allá de una simple pérdida económica. Por otro lado, la defensa de Mizuhara solicitó una sentencia más leve de 18 meses, citando su adicción al juego como un factor atenuante, pero el juez consideró que el impacto del delito justificaba un castigo más severo.

El caso ha generado un debate en el ámbito deportivo sobre los riesgos de la adicción al juego y la importancia de la educación financiera para los atletas. Las Grandes Ligas de Béisbol, como otras organizaciones deportivas, han intensificado en los últimos años sus esfuerzos para prevenir el juego ilegal entre sus empleados y asociados. Sin embargo, el caso de Mizuhara demuestra que el problema puede afectar no solo a los jugadores, sino también a quienes forman parte de su entorno más cercano.

El desenlace judicial cierra un capítulo doloroso para Ohtani, quien continúa siendo una de las figuras más destacadas del béisbol profesional. Aunque el jugador japonés ha preferido mantener un perfil bajo respecto al escándalo, las secuelas de esta traición podrían perdurar en su vida personal y profesional. Según France 24, este incidente subraya la necesidad de establecer relaciones laborales basadas en la transparencia y la rendición de cuentas, especialmente en un entorno tan competitivo y expuesto como el del deporte profesional.

En última instancia, el caso Mizuhara-Ohtani se convierte en un recordatorio de que, más allá de los contratos millonarios y la fama, los atletas son vulnerables a las mismas traiciones que cualquier otra persona. La diferencia radica en que, en su caso, el impacto de esas traiciones puede resonar a nivel global.

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