Un esteticista de Nueva York enfrenta cargos por inyectar Botox falso que causó graves problemas de salud a pacientes

El acusado promovía tratamientos exclusivos en redes sociales mientras utilizaba productos ilegales que resultaron en efectos adversos severos, según la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York

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Luther enfrentó quejas de más
Luther enfrentó quejas de más de 20 clientes por síntomas graves tras sus tratamientos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un caso alarmante de negligencia médica y fraude ha salido a la luz en Nueva York, donde un esteticista sin licencia fue acusado de inyectar Botox falso a sus clientes, lo que resultó en graves problemas de salud, incluyendo casos de botulismo. Según informó la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Joey Grant Luther, de 54 años, fue arrestado este miércoles 22 de enero y enfrenta múltiples cargos, entre ellos fraude electrónico, contrabando y manejo de medicamentos falsificados.

De acuerdo con los fiscales, Luther adquirió Botox falsificado de proveedores en China y lo utilizó en su spa médico, JGL Aesthetics, ubicado en el barrio de Hell’s Kitchen, en Manhattan. Ninguno de los productos que utilizó estaba aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), lo que puso en grave riesgo la salud de sus clientes. Además, Luther no contaba con la licencia requerida por el estado de Nueva York para realizar inyecciones de este tipo.

De acuerdo con ABC News, el caso comenzó a investigarse después de que uno de los pacientes de Luther reportara síntomas severos tras recibir una inyección en marzo de 2024. Según detalló la fiscalía, esta persona experimentó visión doble, palpitaciones cardíacas, debilidad en la parte superior del cuerpo y otros problemas que requirieron atención médica en tres hospitales diferentes. Finalmente, fue diagnosticada con botulismo, una enfermedad potencialmente mortal causada por una toxina que afecta los nervios.

Otros clientes también reportaron efectos secundarios graves, como dificultad para tragar y masticar, problemas para levantar los brazos, habla arrastrada, mareos y visión borrosa. Según los documentos judiciales, Luther continuó administrando las inyecciones incluso después de que varios pacientes se quejaran de estos síntomas.

 Joey Grant Luther administraba
Joey Grant Luther administraba Botox sin certificación ni aprobación de la FDA en su spa de Manhattan. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Publicidad engañosa y prácticas cuestionables

En redes sociales, Luther y su spa médico proyectaban una imagen de lujo y éxito, con publicaciones que mostraban eventos de gala, vacaciones en destinos exclusivos y una clientela joven y atractiva. Sin embargo, detrás de esta fachada, los fiscales aseguran que Luther ofrecía tratamientos que no estaban anunciados públicamente en su sitio web ni en sus redes sociales. Entre estos servicios se incluían inyecciones para reducir arrugas en el escroto y aumentar el tamaño del pene, según los documentos judiciales.

Los fiscales también señalaron que Luther instruía a sus empleados para que no tomaran fotografías de él mientras realizaba las inyecciones. Además, utilizaba tabletas electrónicas para mostrar a los clientes los tratamientos disponibles, evitando así dejar un registro público de los servicios que ofrecía.

Advertencias ignoradas

A pesar de las crecientes preocupaciones sobre el uso de Botox falsificado en Estados Unidos, Luther continuó adquiriendo estos productos de proveedores chinos. Según los documentos judiciales, citados por The New York Times, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza interceptaron varios envíos dirigidos a JGL Aesthetics en 2023 y 2024, encontrando grandes cantidades de medicamentos falsificados, incluyendo Botox.

Los mensajes privados obtenidos por los fiscales revelan que Luther era consciente de los riesgos asociados con los productos que utilizaba. En una conversación con uno de sus proveedores, expresó su frustración por los efectos secundarios que sus clientes estaban experimentando, afirmando que al menos 20 de ellos habían enfermado debido a productos contaminados.

El botulismo fue uno de
El botulismo fue uno de los efectos secundarios reportados tras las inyecciones de Botox falso. (Imagen ilustrativa Infobae)

“Me vendiste Botox malo y mis clientes terminaron en el hospital”, escribió Luther en abril de 2024. En otro mensaje, exigió que el proveedor le enviara 41 botellas adicionales como compensación, amenazando con dejar de hacer negocios con ellos si no cumplían.

Reacciones de las autoridades

En un comunicado, la fiscal federal Danielle Sassoon condenó las acciones de Luther, calificándolas como un acto de desprecio hacia la salud y seguridad de sus clientes. “Luther continuó comprando e inyectando Botox falsificado incluso después de saber que sus clientes habían enfermado o experimentado síntomas extraños”, afirmó Sassoon. “Su negligencia puso en peligro a todas sus víctimas y, en algunos casos, causó lesiones que amenazaron sus vidas”.

El caso de Luther también ha llamado la atención debido a un informe previo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la FDA, que en 2023 investigaron incidentes similares en los que 19 personas en nueve estados reportaron efectos adversos tras recibir inyecciones de Botox falsificado administradas por personas sin licencia.

Luther compareció ante la jueza magistrada Sarah Cave el miércoles, donde se le presentaron formalmente los cargos. Si es declarado culpable, podría enfrentar hasta 20 años de prisión. Hasta el momento, no está claro si cuenta con un abogado que lo represente en este caso.

Las autoridades han reiterado la necesidad de que los consumidores sean cautelosos y se aseguren de que los tratamientos que reciben sean administrados por profesionales debidamente certificados y con productos aprobados por la FDA.

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