El consumo de alimentos contaminados con plástico puede ocasionar daños en el sistema digestivo y otros riesgos más graves vinculados a la exposición a micro y nanoplásticos. Este contexto explica el reciente retiro de miles de unidades de yogur griego sin grasa de Wellsley Farms, que, según Newsweek, fueron retiradas debido a la posible presencia de fragmentos plásticos en su contenido. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) clasificó este retiro como de riesgo de Clase II, lo que indica que, aunque es poco probable que se produzcan efectos adversos graves, el consumo de estos productos podría ocasionar problemas temporales o reversibles en la salud.
Según la información publicada por Newsweek, el retiro voluntario de los yogures de Wellsley Farms se anunció el 11 de diciembre de 2024. Los productos afectados incluyen las presentaciones de yogur griego sin grasa de 1,13 kilogramos (40 onzas) en los sabores natural y vainilla. Los códigos de producto correspondientes son 888670048085 para el yogur natural y 888670048078 para el de vainilla, con fechas de consumo preferente que abarcan desde el 4 de diciembre de 2024 hasta el 15 de enero de 2025, en intervalos semanales.
Cerca de 16 mil unidades de cada sabor fueron distribuidas en los estados de Maryland, Connecticut y Kentucky. Aunque la marca Wellsley Farms tiene sede en Seattle, Washington, los documentos de la FDA identificaron a HP Hood, ubicada en Vernon, Nueva York, como la empresa responsable del retiro. Hasta la fecha, no se han registrado incidentes graves relacionados con el consumo de estos productos.
Clasificación de riesgo y efectos en la salud
La clasificación de riesgo de Clase II asignada por la FDA implica que la ingestión de fragmentos plásticos podría causar molestias temporales, como irritación en el tracto digestivo, lesiones físicas o incluso daños en los dientes. Además, los fragmentos plásticos representan un peligro físico evidente, como el riesgo de asfixia.
Más preocupante es la exposición a largo plazo a partículas más pequeñas, como micro y nanoplásticos. Estas partículas, que pueden entrar al torrente sanguíneo y acumularse en órganos vitales, han sido relacionadas con alteraciones celulares, aumento del riesgo de ciertos tipos de cáncer y la liberación de sustancias químicas conocidas como disruptores endocrinos. Estos compuestos interfieren con las hormonas y están vinculados con problemas metabólicos, infertilidad y trastornos endocrinos.
Contaminación por plástico en alimentos: un problema recurrente
El caso de los yogures de Wellsley Farms no es un hecho aislado. De acuerdo con Newsweek, en los últimos meses se han registrado varios incidentes de contaminación alimentaria relacionados con materiales plásticos. El 5 de enero de 2025, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) emitió una alerta de salud pública tras identificar fragmentos de plástico, metal y otros materiales en productos de carne molida congelada. Semanas antes, el 13 de diciembre de 2024, la FDA ordenó el retiro de la pizza congelada “Connie’s Thin Crust Cheese Pizza” por la presencia de contaminantes plásticos. Este producto también fue clasificado como de riesgo de Clase II.
Estos casos reiteran la necesidad de mejorar los controles de calidad en la producción de alimentos. La directora de vigilancia al consumidor del Grupo de Investigación de Interés Público de Estados Unidos, Teresa Murray, destacó la importancia de que los consumidores presten atención a las notificaciones de retiro de productos. “Es fundamental estar informado, especialmente si en el hogar hay personas vulnerables, como niños, mujeres embarazadas, ancianos o personas con sistemas inmunológicos comprometidos”, indicó Murray a Newsweek.
Impacto en consumidores y empresas del sector alimentario
El retiro de los yogures griegos pone en evidencia los desafíos que enfrenta la industria alimentaria en términos de garantizar la seguridad de sus productos. Aunque los fragmentos de plástico suelen ser detectados antes de que lleguen al mercado, los sistemas actuales no son completamente infalibles. Este tipo de incidentes no solo representa un riesgo para la salud, sino que también genera costos económicos y un impacto reputacional para las empresas.
Para los consumidores, estos eventos refuerzan la importancia de revisar regularmente las etiquetas de los productos y mantenerse informados sobre las alertas emitidas por las autoridades regulatorias. En el caso específico de Wellsley Farms, quienes hayan adquirido productos afectados pueden devolverlos en los puntos de compra para recibir un reembolso completo.
La industria y las autoridades deberán trabajar conjuntamente para fortalecer los controles de calidad y mitigar estos riesgos, mientras los consumidores permanecen atentos y exigen mayor transparencia en los procesos de fabricación y distribución.