Durante la mañana del 4 de diciembre, el bullicio de la Sexta Avenida en Nueva York se vio interrumpido por un trágico incidente. Alrededor de las 6:45 horas, el director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, fue asesinado frente al hotel New York Hilton Midtown. El hombre acusado de arrebatarle la vida, Luigi Mangione, de 26 años, enfrenta graves acusaciones: asesinato, posesión criminal de armas y documentos falsificados, según confirmó la revista People.
La historia de Mangione está marcada por un padecimiento físico que afectó su vida diaria. Amigos y conocidos relataron que sufría un dolor de espalda, provocado por una supuesta desalineación de vértebras que le comprimía un nervio. A lo largo de los años, intentó diversas soluciones, incluida una cirugía de espalda el año pasado. Este dolor, calificado por sus amigos en diálogo con The New York Times como debilitante en ocasiones, condicionó ciertos aspectos de su vida.
De enero a junio de 2022, Mangione residió en Surfbreak, un espacio de convivencia en Honolulu, Hawái. Durante su estancia, formó vínculos con otros residentes, como Jackie Wexler, tecnóloga de alimentos en Nueva York, quien comentó durante una entrevista con el medio local Honolulu Civil Beat que él era “una persona muy considerada y profundamente compasiva en todo lo que hacía”.
Mangione sufría dolores de espalda persistentes
“Su columna estaba un poco desalineada. Dijo que sus vértebras inferiores estaban casi media pulgada desviadas y creo que le pincharon un nervio. A veces le iba bien y otras no”, afirmó RJ Martin, fundador de Surfbreak, durante una entrevista con The New York Times.
Martin aseguró que el ahora acusado del asesinato del CEO de UnitedHealthcare le confesó no tener ninguna relación porque, debido a su problema de espalda, salir con alguien y tener sexo “no era posible”. “Recuerdo que me lo dijo y se me parte el corazón”, añadió el fundador de la comunidad de convivencia.
Aunque su presencia no generó conflictos, su dolor crónico influía en su capacidad para participar en actividades grupales como el surf o la escalada. Según aseguró para The Associated Press Josiah Ryan, el portavoz de Martin, Mangione pasó una verificación de antecedentes antes de mudarse, al igual que otros residentes del penthouse hawaiano.
“Luigi era considerado un gran tipo. No hubo quejas. No había ninguna señal que pudiera indicar los supuestos delitos que dicen que cometió”, afirmó Ryan.
El portavoz afirmó que Martin salió a surfear una vez con Mangione, “pero no funcionó” debido a los dolores de espalda que sufría.
Según contó Martin durante una entrevista con el Honolulu Civil Beat, el problema era persistente desde hace algunos años y era ocasionado por una vértebra desalineada que pellizcaba la médula espinal de Mangione.
Cuando Luigi dejó Surfbreak a mediados de 2022, Martin se mantuvo en contacto regular con él, asegurando que Mangione le envió fotos por mensaje de texto luego de que se sometiera a una cirugía de espalda.
“Sabía que lo iban a operar, así que a principios de este año lo consulté. Me confirmó que se había sometido a la cirugía y me envió radiografías. Parecía horrible, con tornillos gigantes en la columna”, dijo Martin en diálogo con ABC 7 News.
Sin embargo, el contacto se perdió tiempo después. “Dejó de hablar por radio en junio o julio”, aseguró Martin, quien dejó de saber de Mangione desde hace entre seis meses y un año, de acuerdo con reportes de AP.
El momento de la detención de Luigi Mangione
Mangione fue detenido el 9 de diciembre en un restaurante McDonald’s en la ciudad de Altoona, Pensilvania, luego de que fuera identificado por uno de los clientes. Durante su arresto, se encontró en su posesión de un “arma fantasma” de 9 mm, identificaciones falsas y un manifiesto crítico del sistema de seguros de salud, lo que incrementó las preguntas sobre sus motivaciones.
“A los federales, seré breve, porque respeto lo que hacen por nuestro país. Para ahorrarles una investigación prolongada, les dejo en claro que no trabajé con nadie”, escribió Mangione en su manifiesto, de acuerdo con declaraciones a AP de un funcionario policial anónimo que no tenía autorización para discutir el caso.