Este fin de semana, Jorge Martín puso a toda España y a los aficionados al motor en vilo tras sufrir un trágico accidente durante el Gran Premio de Qatar. El español, a falta de pocas vueltas para el final, se fue al suelo cayendo sobre el costado. Inmediatamente, fue atendido en el centro médico del circuito de Lusail y, posteriormente, trasladado al hospital, donde le informaron que tenía un total de once costillas rotas. El piloto se encuentra actualmente en ingresado en el Hospital General Hamad de Doha.
El accidente ocurrió en la curva 13 del circuito de Lusail, cuando restaban nueve vueltas para el final. Martín circulaba a más de 150 km/h con su Aprilia RS-GP25 cuando perdió el control al abrir su trayectoria ligeramente y pisar la zona de escapatoria. La maniobra lo llevó a caer sobre un piano bacheado, arrastrándose por el asfalto durante varios metros. Fabio Di Giannantonio, piloto del equipo Ducati VR46 y que rodaba detrás de Martín, no logró esquivar al español a tiempo, rozándolo en la espalda con su moto. Según el italiano, el atropello se evitó por muy poco, pero el impacto fue significativo.
Martín quedó tendido en la pista sin capacidad de levantarse, mientras los comisarios y los servicios médicos acudían a socorrerlo. Fue atendido inicialmente en el centro médico del circuito, donde se le diagnosticó un trauma torácico y un neumotórax. Más tarde, fue trasladado en helicóptero al hospital de Doha. Allí, los médicos encontraron lesiones más graves de las que se diagnosticaron inicialmente: un total de 11 fracturas en las costillas de su costado derecho. De estas, ocho afectan los arcos costales posteriores, desde la primera hasta la octava costilla, y tres comprometen los arcos laterales, entre la séptima y la novena. Además, se confirmó una leve inflamación pleural que requiere drenaje especializado. Jorge deberá permanecer varios días ingresado bajo observación.

Los inicios de Jorge Martín
Jorge Martín nació en 1998, en San Sebastián de los Reyes, Madrid. y desde pequeño fue evidente que las motos jugarían un papel fundamental en su vida. A los seis años, los Reyes Magos le regalaron su primera moto, un detalle que cambiaría para siempre el rumbo de su vida. Lo que empezó como un simple pasatiempo pronto se transformó en un sueño profesional, gracias al talento que exhibía incluso a tan temprana edad.
Ángel y Susana, sus padres, no tardaron en notar la habilidad de Jorge para conducir. Entonces, decidieron apostar seriamente por su carrera, enfrentándose a las dificultades económicas del camino. Sin becas ni apoyos externos, dependieron únicamente de los recursos familiares para costear el entrenamiento, los viajes y la participación en campeonatos. Durante esos años, el piloto madrileño se convirtió en campeón de la Comunidad de Madrid, destacando como una joven promesa.
En 2012, Jorge dio un salto crucial en su trayectoria: fue aceptado en la Red Bull Rookies Cup, un programa diseñado para descubrir y formar a futuros campeones. Aunque su primer intento en 2011 no tuvo éxito debido a que su edad era insuficiente, lo intentó nuevamente al año siguiente y logró ingresar al programa. Este paso marcó un antes y un después en su vida deportiva, ya que pudo enfrentarse a otros jóvenes talentos en un entorno internacional. En 2013 quedó subcampeón de la competición, y al año siguiente, en 2014, se consagró campeón, superando a pilotos que serían sus rivales años después en MotoGP, como Joan Mir.

En 2024, Jorge Martín alcanzó la cima del motociclismo al convertirse en campeón mundial de MotoGP, un logro que consolidó su lugar entre los grandes del deporte. Su éxito no solo ha sido el resultado de su habilidad en la pista, sino también de su capacidad de concentración y sacrificio. Sus remontadas, velocidad y consistencia le han valido el respeto de pilotos y equipos.
La fiesta y el snowboard
Aunque su pasión por el motociclismo es el eje central de su vida, Jorge Martín también destaca por su habilidad en otras disciplinas, demostrando ser un deportista versátil. En redes sociales ha compartido en diversas ocasiones su afición por el snowboard, deporte que practica regularmente en las montañas de Andorra, donde reside. La cercanía con los Pirineos le permite disfrutar del invierno de una forma distinta, acompañado por amigos que comparten su pasión por la adrenalina. Además, se le ha visto montando motos de nieve, actividades que dejan en evidencia su conexión con los deportes extremos y la adrenalina y su habilidad para dominar prácticamente cualquier vehículo sobre cualquier superficie.
En el pódcast Tengo Un Plan Jorge Martín habló sobre cómo vivió una etapa difícil tras su llegada a MotoGP. Según relató, el cambio de categoría, sumado a su victoria en Austria y su nueva vida como soltero, lo empujaron a un estilo de vida descontrolado. “Nunca había salido mucho, pero empecé a bajar a Barcelona de fiesta. Terminaba una carrera el domingo, iba a Barcelona, regresaba a Andorra para entrenar entre semana y volvía a Barcelona el fin de semana siguiente. Era un ciclo continuo: carrera, fiesta, entrenamiento y de nuevo fiesta”.

El piloto reconoció que, aunque mantenía su rendimiento en la pista, aquel ritmo de vida no era sostenible. “Todo parecía ir bien, pero recuerdo una noche en una discoteca en la que me trajeron la cuenta. No voy a decir cuánto fue, pero al verla pensé: ’Se te ha ido la olla, ¿qué haces aquí? Pagué, pero entendí que ese no era el camino. Desde ese instante decidí volver a centrarme y terminar con esa dinámica”. Unos meses después, Jorge conoció a María, su pareja, quien tuvo un papel importante en ese cambio. “Ella me ayudó a reenfocar mi vida y mantener los pies en la tierra. Es fácil desviarte, pero necesitaba regresar a lo que realmente soy”, concluye.
Su trayectoria y tenacidad han sido un ejemplo de lucha y determinación. Jorge Martín no solo representa a España en las pistas al más alto nivel, sino que también es el reflejo de cómo el esfuerzo y la pasión pueden convertir un sueño de infancia en una realidad deportiva. A pesar del accidente, su regreso parece cuestión de tiempo, y quienes lo conocen confían en su capacidad para volver más fuerte que nunca.