Pediatría aconseja evitar la separación de los niños y sus padres en las zonas de la dana

La Asociación Española de Pediatría enfatiza la importancia de la unidad familiar en la recuperación emocional de los niños afectados por la dana, sugiriendo alternativas para salvaguardar su bienestar

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Madrid, 13 nov (EFE).- La Asociación Española de Pediatría ha aconsejado este miércoles evitar, siempre que sea posible, la separación entre los niños y sus padres o cuidadores en las zonas afectadas por la dana porque la unidad familiar facilita la recuperación emocional y disminuye la ansiedad de los menores.

Los comités de Salud Mental y Salud Medioambiental de la AEP se han posicionado así ante la decisión que están tomando muchos progenitores de enviar a sus hijos a pasar unos días con familiares en otras localidades cercanas que no han sido azotadas por las inundaciones.

"Esta decisión debe ser evaluada cuidadosamente, considerando tanto el bienestar físico como el emocional del niño y su familia", subrayan los pediatras tras revisar toda la evidencia científica disponible, que ha demostrado la importancia de la unidad familiar en situaciones de emergencia y catástrofe.

Algunas investigaciones realizadas después de desastres como el huracán Katrina en Estados Unidos y el tsunami del Océano Índico en 2004 han corroborado que los niños que permanecen con sus padres tienen una recuperación emocional más rápida y presentan menos síntomas de ansiedad y depresión que aquellos que fueron separados.

"El contacto físico y emocional con los padres es una de las intervenciones más efectivas para reducir el impacto de una situación traumática. Los niños se sienten más seguros, y esto permite retomar las rutinas diarias, que son clave para restablecer un sentido de normalidad”, ha argumentado en una nota Paula Armero, coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP.

No obstante, los pediatras reconocen que hay supuestos en los que confiar los hijos a otros allegados puede ejercer como medida protectora, como la inhabitabilidad del hogar: la falta de acceso a servicios esenciales (agua potable, calefacción, alimentos) es una razón válida para considerar el traslado de los niños.

También los problemas de salud como enfermedades crónicas o condiciones especiales (tratamiento oncológico, inmunosupresor o discapacidades) que comprometan su seguridad, ya que un entorno seguro en casa de familiares puede reducir los riesgos asociados a la contaminación del agua y el moho.

O el impacto psicológico y necesidad de apoyo emocional, pues los niños pequeños pueden experimentar altos niveles de ansiedad y miedo después de una inundación y pasar unos días con familiares cercanos puede ayudarles a reducir el estrés.

Puede ocurrir además que los padres tengan una capacidad limitada para proveer cuidados porque también están afectados emocionalmente por la situación o necesitar tiempo para realizar gestiones.

La decisión puede ser más fácil si hay familiares y redes de apoyo en Valencia que estén dispuestos y capacitados para acoger a los niños temporalmente, especialmente si ya tienen una relación cercana y estable con ellos.

Cuando no quede más opción que el realojo, se deberá incluir siempre un contacto regular con los padres siempre que sea posible y frecuente parea minimizar el impacto emocional de la separación, ha añadido el doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP.

Para evitar la interrupción de las rutinas y proteger el vínculo de apego, es recomendable que los padres expliquen la situación al niño, mantener el contacto a través de llamadas o videollamadas diarias y asegurar que la separación sea lo más breve posible.

Adicionalmente, la evidencia científica plantea otras alternativas para evitar la separación, como mantener a la familia unida en casa de familiares o procurar ese realojamiento de toda la unidad familiar y no solo a los niños en otros lugares. EFE

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