La postura del cuervo, el ejercicio de yoga para expertos que mejora la concentración mental y el equilibrio

Estos son los pasos que debes seguir para realizarla correctamente

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Un grupo de personas en
Un grupo de personas en la playa haciendo yoga. (REUTERS/Bruna Casas)

El aumento del estrés en la vida moderna es una realidad. Según un estudio del Grupo AXA, un tercio de los españoles admite tener algún tipo de problema de salud mental. Estos datos superan a la media europea, por lo que es un factor al que hay que dedicar los recursos necesarios.

Si eres una persona que se agobia mucho o tiene problemas derivados, es importante encontrar una actividad que te ayude a evadirte. Bajo este contexto, muchas personas recurren al yoga. Esta disciplina tailandesa tiene numerosos beneficios, tanto a nivel físico como mental.

Uno de los puntos positivos del yoga es que, al existir cientos de estiramientos y ejercicios, puedes prepararte una rutina que se adapte a tus necesidades y exigencias. Una de ellas es la postura del cuervo, conocida también como Bakasana.

Esta asana es para expertos en yoga. Si eres una persona que acaba de empezar a practicar esta disciplina, probablemente no puedas realizarla. Sin embargo, no te deprimas. Ponte como objetivo poder realizar esta dentro de unos meses.

Beneficios de la postura del cuervo

Bakasana es una asana de equilibrio sobre las manos que ofrece ventajas físicas y mentales. Practicarla de forma regular tonifica los brazos, la espalda, los pectorales y la zona abdominal. Este fortalecimiento contribuye a una mejor postura corporal y, sobre todo, el equilibrio. Esto de debe a que exige una activación profunda del core y una respiración consciente.

En el aspecto mental, ayuda a enfrentar el miedo y la incomodidad. Sostener el peso del cuerpo sobre las manos requiere autoconfianza y atención plena, cualidades que se trasladan a la vida cotidiana. No se recomienda realizar esta postura en caso de lesiones en muñecas, hombros, brazos o durante el embarazo.

La postura del cuervo. (xuanlanyoga.com)
La postura del cuervo. (xuanlanyoga.com)

Cómo hacer este ejercicio

Para lograr ejecutar esta postura, debes comenzar de cuclillas con los pies separados al ancho de las caderas y las manos apoyadas firmemente en el suelo, alineadas bajo los hombros y con los dedos abiertos para crear una base estable.

A continuación, se acercan las rodillas hacia la parte alta de los brazos, llegando hasta las axilas o lo más cerca posible. Es importante mantener el contacto entre las piernas y la zona superior de los brazos, ya que esto ofrece estabilidad durante el equilibrio.

Sin despegar los pies del suelo aún, se elevan los talones y se sostiene el cuerpo sobre las puntas de los pies. Desde aquí, se activa la musculatura abdominal y pélvica. Posteriormente, dobla ligeramente los codos, acercando el pecho hacia el suelo y llevando el torso hacia adelante. Es útil mirar al frente, no hacia abajo, para favorecer el equilibrio.

El yoga combina ejercicio físico y meditación para mejorar fuerza, postura y flexibilidad. Favorece la respiración consciente, reduce ansiedad, fortalece huesos y articulaciones, mejora el sueño, la inmunidad y la salud cardiovascular, aportando equilibrio emocional y bienestar integral.

El siguiente paso consiste en trasladar el peso del cuerpo desde los pies hacia las manos, mientras se siguen presionando firmemente las palmas contra el suelo. Poco a poco, levanta un pie y luego el otro.

El objetivo es encontrar el punto de equilibrio donde ambos pies quedan separados del suelo y el cuerpo se sostiene sobre las manos, con los codos flexionados y las rodillas sujetas en la parte alta de los brazos.

Si eres un principiante o nunca has hecho este ejercicio, debes tomar ciertas precauciones, entre las que pueden estar poner cojines a la altura de la cabeza para ir con más seguridad. Ten en cuenta que, probablemente, no seas capaz de hacerla a la primera, así que debes de tener paciencia.