Estas son las multas que recibirán las empresas que llamen o escriban a sus empleados cuando estén de vacaciones

Aunque el Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho a la desconexión digital, muchos temen dejar de responder por miedo a represalias

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Las multas para las empresas
Las multas para las empresas pueden variar entre 751 euros y 7.500 euros (FreePick)

Las vacaciones de verano siempre son esperadas por los trabajadores, que buscan relajarse y desconectar de la rutina diaria en la playa, la montaña o el extranjero, aunque este descanso laboral no siempre sucede. Según un reciente informe de Infojobs, el 63% de los españoles asegura que sigue atendiendo llamadas, mensajes o correos del trabajo durante sus vacaciones, a pesar de estar oficialmente fuera de la oficina. El dato refleja una contradicción entre la teoría y la práctica. Aunque el Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho a la desconexión digital, muchos empleados temen dejar de responder por miedo a represalias.

El estudio señala que dos de cada tres empleados cree que su empresa no está concienciada con este derecho. En la práctica, esto supone que gran parte de los jefes o dueños de las empresas españolas ignoran que enviar un mensaje o realizar una llamada fuera del horario laboral puede acarrear sanciones económicas significativas para la compañía.

En este sentido, la ley establece que ningún responsable puede invadir la privacidad de los trabajadores ni contactarles fuera de su horario laboral, y mucho menos durante sus vacaciones. El incumplimiento de esta obligación se considera una infracción grave, según la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social.

Qué sanciones se aplican a los empresarios que incumplan la ley

En concreto, el artículo 7.5 establece que será sancionable “la transgresión de las normas y los límites legales o pactados en materia de jornada, trabajo nocturno, horas extraordinarias, complementarias, descansos, vacaciones, permiso, registro de jornada y, en general, el tiempo de trabajo”.

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Las multas para las empresas que no cumplan con lo establecido pueden variar entre 751 y 7.500 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. Sin embargo, las sanciones pueden ser mucho más elevadas en determinados casos. Si se entiende que el contacto fuera de horario supone un riesgo laboral, las multas pueden alcanzar hasta 49.180 euros. Además, en situaciones extremas relacionadas con acoso o ciberacoso laboral, las cifras se disparan hasta los 225.018 euros.

A pesar de la existencia de estas sanciones, según el informe de InfoJobs, muchos trabajadores reconocen que, en la práctica, siguen estando disponibles fuera de su jornada laboral. La falta de cultura empresarial en torno a la desconexión digital explica que este derecho siga siendo, para la mayoría, una promesa sin cumplir.

Las empresas no aplican medidas reales

El informe de Infojobs también revela que la mayoría de las compañías no han implementado políticas efectivas para garantizar el derecho a la desconexión digital. Dos de cada tres empleados afirman que su empresa no aplica ninguna medida, más allá de acciones puntuales como comunicaciones de sensibilización o la creación de un canal de denuncia al que acudir en caso de incumplimiento.

El problema, sin embargo, no se limita a las vacaciones. La encuesta indica que siete de cada diez españoles no logran desconectar fuera de su jornada laboral, un dato que además ha aumentado con respecto al año pasado. De ellos, un 28% asegura que permanece pendiente de los chats de trabajo para responder ante cualquier imprevisto, incluso cuando no se trate de una urgencia.

Además, La mayoría de los encuestados atribuye esta falta de desconexión a tareas pendientes que se arrastran más allá del horario laboral. Solo un 8% admite estar siempre pendiente del trabajo sin motivo concreto.

La situación dibuja un escenario en el que el derecho a la desconexión digital existe sobre el papel, pero en la práctica choca con hábitos culturales, falta de medidas empresariales y miedo a las represalias. Mientras tanto, la mayoría de los empleados españoles siguen atendiendo mensajes y llamadas fuera de horario, aun sabiendo que su empresa podría ser sancionada por ello.