Un psicólogo explica los cuatro tipos de autoestima que existen: “Hay personas que se hunden con el más mínimo error”

El experto explica cómo la forma en que nos valoramos afecta directamente a nuestras emociones, relaciones y forma de afrontar la vida

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Salud mental. (VisualesIA)
Salud mental. (VisualesIA)

“¿Por qué hay personas que, incluso en los momentos más difíciles, logran mantener una buena imagen de sí mismas, mientras que otras se hunden ante cualquier crítica o error?” Esta es la pregunta con la que el psicólogo Fran Sánchez abre uno de sus vídeos en TikTok, en el que expone de forma sencilla los cuatro tipos de autoestima que, según él, determinan profundamente nuestra manera de vivir, relacionarnos y enfrentarnos al mundo.

La autoestima no es simplemente “sentirse bien con uno mismo”, sino un sistema de valoración interna que puede ser más o menos saludable dependiendo de su estabilidad y nivel. Identificar en qué punto nos encontramos es fundamental para mejorar nuestra salud emocional.

Noticias del día 14 de agosto del 2025.

El primer tipo que describe es la autoestima alta y estable, considerada por el psicólogo como la más sana y deseable. “Son esas personas que tienen una visión positiva de sí mismas, pero esta percepción no depende de las circunstancias externas ni de los logros inmediatos”, señala. Este tipo de autoestima está ligada a la resiliencia, el bienestar emocional y las relaciones equilibradas. Sánchez aclara que quienes la poseen entienden que el juicio ajeno no define quiénes son realmente: “Dos personas en una misma sala pueden pensar, una, que soy un egoísta y, otra, que soy supergeneroso. Y esto dependerá de su percepción subjetiva acerca del mundo”.

El segundo tipo es la autoestima alta pero inestable. Aunque también parte de una autopercepción positiva, esta puede derrumbarse con facilidad ante una crítica o un fracaso. “Si voy a una entrevista y me rechazan, esa percepción cambia por completo”, explica el psicólogo. También los halagos pueden influir de forma desproporcionada, haciendo que la persona dependa en exceso de la aprobación externa.

Las autoestimas bajas

En tercer lugar, aparece la autoestima baja e inestable, en la que predomina una visión negativa de uno mismo, pero que puede mejorar temporalmente ante una buena noticia o un elogio. Sin embargo, estos momentos positivos son pasajeros y no logran modificar la tendencia general. “Son personas que tienen una tendencia a verse mal en su día a día, y las críticas y los fracasos les afectarán muchísimo, porque reforzarán esa idea de que no valen”, advierte Sánchez.

Autoestima baja.
Autoestima baja.

Por último, el psicólogo describe la más perjudicial: la autoestima baja y estable. Quienes se encuentran aquí tienden a despreciarse de forma constante y no reconocen sus logros como propios. “Cuando tienen un fracaso se lo atribuyen a sí mismos y son muy duros: ‘me han rechazado porque soy un inútil’”, afirma. Y cuando triunfan, minimizan su mérito: “He tenido suerte, no sé ni cómo lo he hecho”.

El tipo de autoestima que tengamos influye no solo en cómo nos sentimos, sino también en cómo actuamos, tomamos decisiones y nos vinculamos con los demás. Por eso, el psicólogo insiste en que es vital trabajar en una autoestima sólida y coherente: “El tipo de autoestima que tengas marca mucho tu manera de relacionarte, de contemplar el mundo y de enfrentar las situaciones”.