El “cazador de okupas” que se mete a vivir con ellos y los molesta hasta que se van: “No lastimo a nadie, no los echo, no los saco a la fuerza”

Flash Shelton ha logrado desalojar a una docena de personas en Estados Unidos con este método

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

En España, hay muchas más probabilidades de ser desahuciado que de sufrir una ocupación ilegal. El Observatorio de Vivienda Asequible de Provivienda estima que “el 71% de los desahucios son de alquiler” y tan solo un 6% están ligados a cuestiones como la okupación. Sin embargo, el tema, aunque sobredimensionado por los medios y algunos partidos políticos, sí ha ido en aumento en los últimos años: en 2024, las denuncias por okupaciones de viviendas aumentaron en 2024 un 7,4% en España, alcanzando un total de 16.426 casos conocidos por las Fuerzas de Seguridad, que incluyen tanto los delitos más habituales de usurpación de vivienda como los más graves de allanamiento.

Y el problema no sucede solo en España. La ‘okupación’ se ha convertido en una palabra habitual en muchos países occidentales, y los ’desokupadores’ han empezado también a proliferar por todas partes. Muchos de ellos son violentos y utilizan técnicas al límite (o más allá) de la ley, como la empresa Desokupa en nuestro país. Pero algunos otros han creado métodos más ingeniosos para expulsar a los ocupantes de una vivienda.

Es el caso de Flash Shelton, en Estados Unidos, un hombre conocido ya como “el cazador de okupas”. A raíz de un caso personal, en el que su madre perdió momentáneamente el control de su propiedad tras la muerte de su esposo, él buscó estrategias alternativas para evitar un costoso y prolongado proceso judicial. Su método consiste en okupar la vivienda, igual que los intrusos, y, a través de métodos no violentos pero incómodos, inducir su salida.

Según informó CBS News, Shelton describe su proceder de manera sencilla: “Todo lo que hago es convertirme en okupa y darles la vuelta al proceso”. El enfoque, según sus propias palabras, no implica el uso de la fuerza: “No lastimo a nadie, no los echo, no los saco a la fuerza”. Relata que se limita a mudarse a la propiedad, instalar cámaras y realizar cambios en el ambiente, como generar ruido en horas incómodas o hacer modificaciones menores hasta que el ocupante decide irse voluntariamente. De esta manera, afirma que ha logrado desalojar a una docena de okupas en California en el último año.

Fuente: @DESOKUPADEMOLITION

“Si ellos pueden tomar una casa, yo también”

El caso de Shelton surgió después de que una mujer interesada en alquilar la casa de su madre acordó realizar reparaciones y, finalmente, se mudó sin pagar ningún alquiler, aprovechando la legislación local y limitando la acción de las autoridades. En un video de YouTube, Shelton cuenta que, al consultar al comisario local, le dijeron: “Lo siento, pero no podemos entrar a la casa, y parece que están viviendo allí, así que tienes que ir ante los tribunales”. Shelton optó por convertirse en inquilino formal de su madre, lo que le permitió ingresar legalmente y exigir la desocupación. La estrategia resultó efectiva sin necesidad de recurrir a la justicia: “Si ellos pueden tomar una casa, yo también puedo”, expresó.

La experiencia llevó a Shelton a ayudar a otros propietarios y a ganar notoriedad mediática, participando recientemente en un programa de telerrealidad en la cadena A&E, titulado Squatters, que vio la luz en julio de 2025. En los videos compartidos en redes sociales se observan interacciones tensas y métodos para desalentar la permanencia de los okupas, pero sin transgredir la ley.

La situación ha empujado a Shelton a promover cambios legislativos, apoyando una campaña en Change.org para penalizar la ocupación de viviendas habitadas y transferir la carga de la prueba a los ocupantes. Según afirma la petición, hacer ilegal esta práctica “trasladará la carga de la prueba al okupa y permitirá sanciones con indemnización por daños”.