Calabacín con queso feta a la Airfryer: una guarnición perfecta y baja en calorías

El calabacín es uno de esos ingredientes que nunca fallan. Su sabor suave y su textura tierna lo convierten en una opción versátil para incorporar en todo tipo de platos. Pero si a eso se le suma una cocción sin apenas aceite y lista en minutos, el resultado es una receta que destaca por su equilibrio entre salud y sabor. Así lo demuestra esta preparación de calabacín en freidora de aire, que no solo es sencilla, sino que también se adapta perfectamente a una alimentación ligera y equilibrada.

Cada vez son más los hogares que introducen la freidora de aire como un imprescindible en sus cocinas. Este electrodoméstico, que permite cocinar con muy poco aceite, o incluso sin él, se ha convertido en un aliado para quienes desean reducir el consumo de grasas sin perder textura ni sabor en sus comidas. En este caso, el calabacín se presenta como una opción perfecta: fácil de preparar, con un bajo aporte calórico y capaz de ofrecer una experiencia gustativa muy agradable.

Para esta receta, basta con tener a mano:

• 1 calabacín fresco
• Aceite de oliva virgen extra
• Especias al gusto
• Un poco de queso feta

Sus pasos a seguir son muy sencillos:

• Lavar bien el calabacín (unos 500 gramos)
• Cortarlo en rodajas finas (unos 3 o 4 milímetros de grosor)

Consejo: si quieres que el calabacín obtenga esa divertida forma ondulada, puedes utilizar un cuchillo estriado. De esta manera, casi parecerá una patata frita y en caso de tener niños por casa, les resultará más atractivo de comer.

• Mezclar el calabacín en un bol con aceite de oliva y una cucharadita de especias

En este caso, se pueden emplear especias al gusto, pero como recomendación, se sugiere usar un mix de especias italianas que le dará un regustillo delicioso.

• Colocar las rodajas dentro de la cubeta de la freidora sobre papel sulfurizado
• Programar la freidora a 195º durante 12 minutos

Aunque no es imprescindible, se puede dar la vuelta a las rodajas de calabacín a los 10 minutos para lograr un resultado más homogéneo.

• Pasado el tiempo, se comprueba si la cocción es la deseada y se retiran con cuidado.
• Añadir el queso feta desmigado por encima (unos 40 gramos)

El toque de este queso no es imprescindible, pero aporta un contraste de sabor ideal: la suavidad vegetal del calabacín combinada con el punto salado y cremoso del feta.

Con un tiempo total de preparación de apenas 15 minutos —5 minutos para prepararlo y unos 10-12 para cocinarlo—, esta receta se convierte en una excelente opción para una cena rápida, un aperitivo saludable, o incluso una guarnición para cualquiera de tus comidas principales. Además, con apenas 156 calorías por ración, es una alternativa ideal para quienes buscan platos ligeros y sabrosos.