El consejo del economista Gonzalo Bernardos a un agente inmobiliario: “Ni se te ocurra…”

Los precios de las viviendas continúan encadenando subidas, batiendo máximos trimestre tras trimestre y poniendo en jaque a quienes aspiran a comprar una casa

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El consejo del economista Gonzalo
El consejo del economista Gonzalo Bernardos a un agente inmobiliario. (Montaje Infobae)

El acceso a la vivienda en España se ha convertido en un objetivo cada vez más inalcanzable para buena parte de la población. Los precios continúan encadenando subidas, batiendo máximos trimestre tras trimestre y poniendo en jaque a quienes aspiran a comprar una casa, especialmente a los más jóvenes y a las familias con bajos ingresos. La presión sobre el mercado inmobiliario, alimentada por una oferta escasa y una demanda que no deja de crecer, dibuja un panorama sombrío, en el que encontrar un hogar digno se ha vuelto una tarea cada vez más ardua y complicada.

En este contexto, el economista Gonzalo Bernardos reflexiona sobre el funcionamiento actual del mercado, dirigida especialmente a los profesionales inmobiliarios. Durante una entrevista concedida a Infobae España, Bernardos no oculta su preocupación ante la situación: “La gente no puede comprar vivienda nueva y se va a la vivienda usada. Hay una sobre demanda bestial”.

Su análisis apunta a una consecuencia directa de esta dinámica: “Hoy en día, el mejor consejo que se le puede hacer a un agente inmobiliario es que ni se le ocurra mirar los precios de los últimos seis meses y tasar la vivienda en base a estos precios. La vas a fastidiar, porque lo vas a poner a un precio excesivamente barato”.

El incremento acelerado de la demanda, acompañado por la escasez de viviendas disponibles en el mercado, ha alterado de manera profunda los mecanismos tradicionales de fijación de precios. Bernardos incide en que los criterios habituales se han quedado obsoletos: “Cuando estás captando una vivienda y el propietario te dice un precio, acéptalo porque la demanda ha enloquecido, se están pagando barbaridades”, explica.

Gonzalo Bernardos Domínguez ​ es un profesor de economía de la Universidad de Barcelona. En nuestra entrevista con él, hablamos del problema de la vivienda en España, de los sueldos y las pensiones.

Récord histórico en el precio del metro cuadrado y auge de compradores extranjeros

La realidad a la que alude Bernardos se confirma con los datos más recientes publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Colegio de Registradores. A cierre del primer trimestre del año, el valor medio del metro cuadrado en España alcanzó los 2.226 euros, un nuevo máximo nunca antes registrado. El ritmo de crecimiento de los precios entre enero y marzo alcanzó el 12,2% respecto al mismo periodo del año anterior, el segundo mayor aumento de toda la serie histórica.

A esta escalada de precios se suma un fuerte repunte en la actividad del sector. El número de operaciones de compraventa aumentó interanualmente un 14,7% en ese trimestre, hasta rozar las 184.100 transacciones, la cifra más alta para ese periodo desde la burbuja inmobiliaria de 2007. Destaca la importante presencia de compradores extranjeros, quienes protagonizaron el 14% de las adquisiciones. Entre estos inversores, los británicos figuran como el grupo más activo, consolidando la internacionalización del mercado residencial español, especialmente en determinadas zonas costeras y ciudades con alta demanda turística.

El patrón dominante en este nuevo ciclo inmobiliario es, sin duda, la escasez de vivienda en oferta, unida al creciente interés de los compradores, tanto nacionales como internacionales. Este desequilibrio ha propiciado una competición feroz por cada inmueble que sale a la venta, elevando los importes y dejando fuera de juego a quienes cuentan con menos capacidad adquisitiva.

Primeros indicios de desaceleración en el mercado inmobiliario

El panorama cambia ligeramente al poner el foco en la evolución reciente. Si bien los precios han seguido subiendo entre el último trimestre de 2024 y el primero de 2025, el alza se suaviza hasta el 3,1%. En este mismo periodo, el volumen de compraventas descendió un 7,6%, lo que apunta a cierta ralentización en la actividad.

Esta reducción en el número de operaciones podría interpretarse como un primer signo de agotamiento de la demanda ante precios cada vez más elevados, aunque la presión alcista sigue muy presente y no se ha traducido, por ahora, en una caída del valor de las propiedades.