Un concesionario recibe una multa de 230.000 euros tras contraer sus empleados una enfermedad permanente: “Me cuesta coger objetos pequeños”

La investigación que se hizo sobre el confesionario reveló que no existió una evaluación de riesgos suficiente

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Dos empleados contraen una enfermedad
Dos empleados contraen una enfermedad permanente por trabajar en la planta de carrocería (Pexels)

Un concesionario de automóviles de Vertu Honda Truro, ubicado en Reino Unido, ha sido multado tras confirmarse que dos de sus empleados contrajeron en 2022 una enfermedad permanente como consecuencia directa de trabajar en el taller de carrocería de la planta. El diagnóstico fue de síndrome de vibración mano-brazo (HAVS, por sus siglas en inglés), una condición incapacitante causada por la exposición prolongada a herramientas manuales potentes.

En ese momento, el concesionario operaba bajo la propiedad de Rowes Garage Ltd, antes de que Vertu adquiriera los cuatro concesionarios Honda del grupo en noviembre de 2023. La enfermedad ha afectado permanentemente a los empleados, causando trastornos “dolorosos e incapacitantes” en los nervios, el suministro sanguíneo, las articulaciones y los músculos de las manos y los brazos, debido a la exposición repetida a las vibraciones, tal y como recoge la revista Car Dealer.

“Con los años mis síntomas parecen haber empeorado”

Dos empleados contraen una enfermedad
Dos empleados contraen una enfermedad permanente por trabajar en la planta de carrocería (Pexels)

Uno de los afectados, que ha preferido mantenerse en el anonimato, relató las consecuencias de la enfermedad: “Es difícil decir exactamente cuánto tiempo he tenido los síntomas, pero creo que quizás unos ocho años. Mis dedos se ponían blancos y perdía la sensibilidad. Esto era especialmente grave con la humedad o el frío. Puedo decir que con los años mis síntomas parecen haber empeorado. La palidez se ha extendido y me cuesta coger objetos pequeños”.

La Agencia Ejecutiva de Salud y Seguridad (HSE) del Reino Unido llevó a cabo una investigación y concluyó que el concesionario, cuando todavía funcionaba como Rowes Garage Ltd, no implementó “medidas de gestión adecuadas para evaluar y monitorear la exposición de sus empleados a las vibraciones”. Además, la investigación reveló que no existió una evaluación de riesgos suficiente, no se aplicaron medidas de control y los trabajadores no fueron informados de los riesgos mediante información, instrucciones o capacitación.

A pesar de que ambos empleados manifestaron síntomas durante varios años, la empresa no adoptó acciones efectivas para reducir su exposición a las vibraciones. Ante estas evidencias, el concesionario, ahora bajo la gestión de Vertu, se declaró culpable de infringir la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo y fue juzgado en el Tribunal de Magistrados de Plymouth el pasado jueves 8 de mayo.

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En esta línea, la inspectora de HSE, Emma O’Hara, ha comentado que: “Rowes Garage Ltd había estado exponiendo a los empleados a los riesgos derivados del uso de herramientas vibratorias durante un período de tiempo significativo. No cumplieron con los estándares esperados, lo que se refleja en la multa impuesta. El síndrome de vibración mano-brazo (HAVS) es una enfermedad grave e incapacitante, permanente, y el HSE no dudará en tomar medidas contra los empleadores que no cumplan con los estándares esperados”.

Como resultado, la empresa ha recibido una multa de £204.000 (241.956,24 euros) y se le impuso el pago de costes adicionales por £8.099 (9.605,90 euros). No obstante, la actual propietaria del concesionario ha tratado de expresar su implicación en cambiar todo lo que la anterior empresa no cumplía. “Este caso se relaciona con eventos que ocurrieron antes de que adquiriéramos los negocios de Rowes. Seguimos tomándonos muy en serio la salud, la seguridad y el bienestar de todos nuestros colegas”, declaró un portavoz de Vertu a Car Dealer.