
Ni personas tóxicas ni trabajos tóxicos. Cuando hablamos de este término todos sabemos a los que nos referimos, aunque la RAE defina esta palabra como “que contiene veneno o produce envenenamiento”. De una manera metafórica, esta ponzoña que produce determinada gente se mete por nuestro cuerpo y nos invade hasta que llega hasta el cerebro y pone en peligro nuestra salud mental. Lo ideal es alejarse de este tipo de relaciones, pero claro, a una pareja la puedes dejar, de un amigo te puedes alejar, pero ¿y si es tu jefe? ¿si es tu entorno laboral? El alquiler hay que pagarlo igual. Y algunos puestos de trabajo no son fáciles de conseguir y cuesta dejarlos por cuestiones más personales que laborales. Aun así, mucha gente lo hace. Según un informe publicado por Randstad, el 44% de los empleados de todo el mundo renuncian por un ambiente tóxico en el trabajo. Veamos ahora qué ocurre en Europa y a qué países es mejor no mudarse si buscamos tranquilidad.
Lideran la lista Grecia y Rumanía, donde los problemas en el trabajo se han vuelto alarmantes: más de la mitad de los trabajadores se sienten obligados a abandonar sus empleos debido a malas condiciones laborales; el 52% y el 51%, respectivamente. En estos países, los problemas no se limitan solo a la insatisfacción con la cultura empresarial, sino que también están vinculados con la falta de un entorno inclusivo y de confianza en los empleadores.
En una tendencia global, un número creciente de empleados prefiere dejar un empleo cuando percibe que no pertenece a un entorno en el que se le valore. En Dinamarca, el 48% de los trabajadores también han renunciado por esta razón, un porcentaje cercano al de Grecia y Rumanía. Lo curioso de esta cifra en el caso danés es que, a pesar de ser un país con una economía fuerte y estable, los empleados muestran una creciente preocupación por la falta de comunidad en sus lugares de trabajo y el trato que reciben por parte de sus superiores .
Estos datos subrayan un cambio importante en las expectativas laborales. La idea de que un trabajo es solo un medio para ganarse la vida ha evolucionado hacia una concepción más amplia, en la que los trabajadores buscan un propósito, un sentido de comunidad y la posibilidad de desarrollarse profesionalmente. Este cambio de mentalidad ha llevado a un aumento en la tasa de renuncias, ya que los empleados están cada vez más dispuestos a priorizar su bienestar emocional y profesional sobre la estabilidad financiera a corto plazo.

De hecho, hay un dato que sorprende. A la pregunta de si te importaría ganar menos dinero pero tener buenos amigos en el trabajo (lo que se entiende que sería un buen ambiente), el 42% de las personas de la Generación Z y el 40% de los millenials están a favor, mientras que solo un 28% de los baby boomers aceptaría una situación así.
El 41% de los españoles ha dejado su trabajo por tóxico
En cuanto a España, el informe revela que el 41% de los trabajadores españoles han dejado un empleo debido a un entorno tóxico, una cifra que refleja una tendencia similar a la de otros países del sur de Europa. Sin embargo, los empleados españoles muestran un mayor interés por el equilibrio entre la vida personal y laboral, así como por la flexibilidad en el lugar de trabajo. En este sentido, España parece estar alineada con el panorama global, donde la flexibilidad en los horarios y la ubicación se ha convertido en una de las principales demandas laborales.
El informe también destaca que la mayoría de los trabajadores globales (85%) creen que su rendimiento mejora cuando sienten que pertenecen a una comunidad en su lugar de trabajo. Esta cifra aumenta a un 88% en Grecia y Dinamarca, lo que indica que la falta de pertenencia es una de las principales razones por las que los empleados en estos países deciden renunciar. Además, el 56% de los empleados griegos y el 54% de los daneses afirman que abandonarían su trabajo si no se sintieran incluidos en el equipo, un dato que refleja la importancia creciente de los valores de integración y equidad dentro del entorno laboral.

Por otro lado, la tendencia a renunciar a trabajos debido a la falta de oportunidades de desarrollo profesional también es significativa. En países como Grecia y Rumanía, la falta de formación y de perspectivas de crecimiento dentro de la empresa es un factor que motiva la renuncia de un número considerable de trabajadores. En comparación, los empleados daneses y españoles se muestran más optimistas en cuanto a las oportunidades de formación y desarrollo dentro de sus organizaciones, aunque aún existen áreas de mejora.
La lección que se puede extraer de estos datos es clara: los empleadores deben crear ambientes laborales más inclusivos, flexibles y que promuevan el sentido de comunidad si quieren retener a sus trabajadores. En un mundo laboral cada vez más globalizado y competitivo, donde la fuga de talento es una realidad palpable, las empresas que no logren adaptarse a estas nuevas expectativas de los trabajadores probablemente enfrentarán altas tasas de rotación laboral, tal como ya ocurre en países como Grecia y Rumanía.