Qué dice la psicología de las personas que deciden no teñirse las canas

La doctora Becca Levy, profesora de psicología y epidemiología en la Universidad de Yale, explica como puede afectar la percepción del envejecimiento natural en la calidad de vida

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Qué dice la psicología de
Qué dice la psicología de las personas que deciden de no teñirse las canas (Pexels)

Ver esa primera cana, por sorpresa en el espejo, puede ser un golpe duro. Muchas veces asociadas directamente con la edad, lo cierto es que su aparición no siempre tiene que ver con el paso del tiempo. Factores como la genética, ciertas deficiencias nutricionales - entre ellas la falta de vitamina B12, cobre o hierro -, e incluso el estrés, pueden hacer que el cabello empiece a volverse blanco antes de lo esperado. Aun así, mientras algunos se empeñan en cubrirlas durante años, otros han empezado a verlas desde otro lugar: como una forma de aceptación, e incluso de afirmación personal.

El pelo encanece porque las células que producen su pigmento, los melanocitos, pierden su función o mueren. Son las encargadas de generar melanina, el componente que da color al cabello. Cuando su actividad disminuye, el resultado es un crecimiento sin pigmento, que se traduce en tonos grises o blancos. Además, dentro del folículo piloso se acumula peróxido de hidrógeno, y se daña el sistema que protege el color del cabello. El proceso es biológico e inevitable. Lo que cambia es la forma de afrontarlo.

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Muchas personas ven en las canas una oportunidad para aceptar su proceso natural de envejecimiento (Pexels)

Teñirse las canas o dejarlas estar

Cada vez más personas deciden dejar de teñirse, y detrás de esa elección hay algo más que comodidad. Según el medio Self, especializado en salud y cuidado personal, “muchas personas ven en las canas una oportunidad para aceptar su proceso natural de envejecimiento y mostrarse auténticas, desafiando las normas sociales que valoran la juventud”. Durante la pandemia, al no poder acudir a peluquerías, muchas mujeres comenzaron a dejar crecer sus canas y encontraron en ello una forma de empoderamiento y liberación personal.

Desde el portal Eatingwell destacan que “algunas mujeres optan por no teñirse como una forma de protesta contra los estándares de belleza que exigen una apariencia juvenil constante”. En ese gesto, que podría parecer menor, hay una declaración clara: la belleza no está limitada por la edad. El gris puede convertirse en un símbolo de experiencia, de identidad, de presencia.

Hay otro aspecto que también empieza a ganar relevancia: el bienestar emocional. Dejar de teñirse puede aliviar la presión de mantener una imagen fija, lo que conlleva una reducción del estrés y una mejora en la salud mental. Y no es un detalle menor, si se tiene en cuenta que el estrés, justamente, puede ser uno de los factores que acelera la aparición de las canas. Su disminución, en algunos casos, incluso podría revertir parcialmente el proceso.

Las imágenes de figuras públicas como Andie MacDowell o Salma Hayek mostrando sus canas de forma abierta han contribuido a normalizar esta elección. En la ficción también hay ejemplos: en series como Juego de Tronos, personajes con cabellos plateados han sido representados con elegancia y poder, lo que ha reforzado esta nueva mirada.

Vanessa Cecil, profesora en la Universidad de Exeter, llevó a cabo un estudio titulado “Edadismo y canas: ¿deben las mujeres mayores elegir entre sentirse auténticas y parecer competentes?“, en el cual concluyó ”en las sociedades occidentales, la anciana es un personaje poco deseable, se la ve como incompetente, si es que se la ve. Pero ahora, frente a los estándares imposibles de ser naturales y permanecer jóvenes para siempre, surgen mujeres que buscan la autenticidad“, explicó para el sitio We Life.

Por su parte, la doctora Becca Levy, profesora de psicología y epidemiología en la Universidad de Yale, ha investigado cómo influyen los estereotipos sobre el envejecimiento en la salud. Sus estudios apuntan a un dato revelador: “Cuando las personas internalizan imágenes positivas sobre el envejecimiento, tienden a vivir más y en mejor estado”. Una frase que resume por qué, para muchas personas, dejar las canas a la vista no es solo una cuestión de pelo. Es una forma distinta de envejecer. Y también de vivir.