El país que aprobó la semana laboral de cuatro días hace seis años y que es todo un ejemplo para la Generación Z

La nación hizo una prueba piloto en 2015 con 2.500 trabajadores y se oficializó cuatro años después

Guardar
El país que aprobó la
El país que aprobó la semana laboral de cuatro días hace seis años (Montaje Infobae, Pixabay)

Islandia se ha convertido en el referente mundial de la semana laboral de cuatro días, un modelo que, impulsado por la Generación Z, ha demostrado sus beneficios tanto para los trabajadores como para las empresas. Esta medida, que comenzó a implementarse de manera experimental en 2015, ha alcanzado un éxito rotundo, a pesar de que en la prueba piloto solo se investigó los efectos en 2.500 trabajadores, que representan a menos del 1% en el país, tal y como recoge Prevención Integral.

Para sorpresa de muchos, a lo largo de cuatro años, el 86% de los jóvenes demostraron su apoyo a la jornada reducida, destacando mejoras en su calidad de vida y, por consiguiente, en su productividad laboral. De esta manera, se logró impulsar este modelo de manera oficial en 2019, y los islandeses obtuvieron una jornada laboral de 36 horas dividas en cuatro días a la semana.

Los beneficios de trabajar cuatro horas menos a la semana

Díaz pide a los sindicatos que se movilicen para defender la reducción de la jornada laboral.

Uno de los principales temores iniciales fue la posible caída de la productividad, un argumento que en otros países con pruebas similares, como Alemania, había generado dudas. Sin embargo, los informes de Islandia demostraron lo contrario. En lugar de reducirse, la productividad se mantuvo estable o incluso mejoró en muchos sectores, lo que rompió con los mitos sobre los efectos negativos de esta reducción de horas. Esto se debe en parte a la gestión eficiente del tiempo y a un mayor enfoque en los resultados en lugar de las horas trabajadas.

Paralelamente, la reducción de las horas laborales permitió una mayor flexibilidad en los horarios de los trabajadores, lo que facilitó el equilibrio entre la vida personal y profesional. Además, muchos destacaron una notable disminución del estrés, lo que favoreció su bienestar físico y mental. Un aspecto clave de este éxito fue la mayor igualdad de género: al permitir que los hombres se involucraran más en las responsabilidades familiares.

Igualmente, la transformación digital jugó un papel crucial, ya que a diferencia de otros países, como Bélgica, donde se compensan los días libres con jornadas más largas, Islandia mantuvo las mismas condiciones laborales y salarios. Esto fue posible gracias a su avanzada infraestructura digital, que garantizó conexiones rápidas y estables, incluso en las zonas rurales del país. La digitalización permitió a las empresas y organizaciones adaptarse sin perder productividad, y facilitó el trabajo remoto, una opción cada vez más valorada por los trabajadores.

Además, la Generación Z, al estar habituada al uso de esa tecnología, se ha convertido en una pieza clave para este proceso. Y es que, los jóvenes islandeses pudieron integrarse rápidamente en un entorno laboral también digitalizado, lo que facilitó la transición hacia una jornada reducida.

El 78% de los jóvenes británicos lo ven como una medida que se implementará en el futuro

El país que aprobó la
El país que aprobó la semana laboral de cuatro días hace seis años (Montaje Infobae, Pixabay)

La experiencia de Islandia ha dado la vuelta al mundo y sigue inspirando a gobiernos y empresas a rediseñar el futuro del trabajo. Así, el Reino Unido completó el programa piloto de semana laboral de cuatro días más grande del mundo, con 61 empresas y casi 2.900 empleados. Desarrollado entre junio de 2022 y enero de 2023, los resultados fueron abrumadoramente positivos, lo que ha impulsado un fuerte apoyo social y político hacia su implementación, sobre todo desde los sectores de población más jovenes.

Según los resultados de febrero de 2023, el 92% de las empresas participantes decidieron continuar con la jornada reducida. De las 61 compañías, 56 mantuvieron la semana laboral de cuatro días, y 18 han declarado que esta será permanente, según la información recaba por The Guardian. Asimismo, uno de los mayores logros del piloto fue, al igual que en el caso predecesor, la mejora en la salud mental y el bienestar de los empleados. El 71% de los trabajadores reportaron niveles más bajos de agotamiento, mientras que también se redujeron la ansiedad, la fatiga y los problemas de sueño, lo que benefició a obtener una mayor conciliación laboral.

No obstante, las ventajas de esta prueba se extendieron también a efectos positivos sobre las empresas. Al parecer, las organizaciones que participaron es esta prueba fueron testigos de un aumento promedio del 1,4% en los ingresos, demostrando que la productividad no se vio afectada por la reducción de jornada. Además, la probabilidad de renuncia disminuyó en un 57% y se redujo un 65% el número de días de enfermedad.

El piloto, liderado por 4 Day Week Global en colaboración con el think tank Autonomy y las universidades de Cambridge y Boston College, incluyó una amplia gama de empresas, desde pequeñas tiendas hasta grandes corporaciones. Joe Ryle, director de la Fundación 4 Day Week, destacó los resultados como un “gran avance” para el movimiento, instando a su implementación nacional. En la misma línea, el estudio de Spark Market Research mostró que el 78% de los jóvenes británicos entre 18 y 34 años cree que la semana de cuatro días será la norma en los próximos cinco años.