
El comisario de Comercio de la UE y encargado de negociar con Estados Unidos una salida a la guerra arancelaria, Maros Sefcovic, ha avisado este martes de que las relaciones con Washington encaran “fuertes vientos en contra”, pero ha insistido en negociar una salida que ponga fin a las barreras comerciales y ha instado a la Administración de Donald Trump a “mostrar disposición a avanzar hacia una solución justa y equilibrada”.
“Nuestras relaciones comerciales afrontan actualmente fuertes vientos en contra”, ha dicho Sefcovic en un debate sobre la situación ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia).
El comisario, quien habla por voz de los 27 en materia comercial, ha repasado la ofensiva arancelaria que mantiene Estados Unidos contra las producciones procedentes de la UE pese a la pausa anunciada para buscar una solución y ha afirmado que el bloque no se quedará “de brazos cruzados” ante una situación “que no es aceptable”.
De este modo, Sefcovic ha evocado la doble vía por la que apuesta Bruselas desde el inicio de la crisis y que consiste en insistir en el diálogo para convencer a Trump de permitir un flujo comercial sin barreras comerciales, al tiempo que los servicios comunitarios avanzan en el diseño de contramedidas si no prosperan los intentos de negociación.
“La UE ha dejado claro que está preparada para discutir y encontrar soluciones mutuamente beneficiosas, respetando nuestros intereses y autonomía regulatoria”, ha dicho Sefcovic, en referencia a líneas rojas para el bloque como sus políticas fiscales o los estándares sociales, medioambientales y fitosanitarios.
Los contactos son “constantes” con sus contrapartes americanos, ha afirmado el comisario, quien ha enumerado las propuestas que la UE ha puesto sobre la mesa y que, hasta ahora, no han servido para sellar la paz arancelaria con la Casa Blanca pese a los intentos de la UE por retomar una relación comercial “sin barreras y de cooperación”.
Entre las ofertas se mantiene un acuerdo de “cero aranceles” para todos los bienes industriales, incluidos sectores estratégicos como el del automóvil; buscar soluciones “conjuntas” a la sobre capacidad mundial de acero y aluminio; o reforzar la “resiliencia” de las cadenas de suministro de semiconductores e industrias como la farmacéutica entre ambas regiones.
Sefcovic ha aprovechado también su comparecencia para insistir en el modo en que el bloque comunitario apuesta por nuevos acuerdos comerciales con terceros países como los finalizados con Mercosur o México y los que se negocia de manera acelerada con otros como India. “Estados Unidos representa el 13% del comercio global, no debemos olvidar el 87% restante”, ha remachado.
Aranceles al 70% de producciones europeas
En este contexto, el comisario ha recordado que Estados Unidos sigue aplicando aranceles al 70% de las importaciones procedentes de países de la Unión Europea, ya que la tregua anunciada por Trump no pausó el 25% con el que Estados Unidos grava las producciones de acero y aluminio y las compras de vehículos y piezas de automóvil, sino que apenas redujo temporalmente del 20 al 10% los aranceles universales.
Además, Estados Unidos tiene en marcha seis nuevas investigaciones dirigidas a imponer nuevos aranceles sobre la industria farmacéutica, los semiconductores, minerales críticos, y la producción de camiones y componentes. Así las cosas, ha avisado Sefcovic, si estos expedientes se confirman supondrán nuevas tasas sobre 170.000 millones de euros en exportaciones europeas, que elevaría el total del negocio afectado a 549.000 millones de euros.
“En 2024, Estados Unidos recaudó cerca de 7.000 millones de euros en aranceles sobre las exportaciones de la UE, la proyección es que podría recaudar hasta 100.000 millones si las investigaciones en curso resultan en gravámenes”, ha resumido el comisario, quien ha considerado este extremo inaceptable y ha prometido que el bloque no quedará “de brazos cruzados”.
Pese a la pausa, ha reiterado Sefcovic, los servicios comunitarios siguen preparando las medidas de represalia y para “reequilibrar” la situación si Trump persiste en mantener los aranceles a largo plazo y “ninguna opción está descartada”, lo que incluye el mecanismo anticoerción que permite sancionar a terceros países que usen la presión económica para influir en las decisiones de la UE.