
El papa Francisco ya descansa en su féretro desde el pasado sábado, cuando fue enterrado y despedido por todos los fieles que acompañaron al cuerpo. Su labor en la Iglesia Católica ha sido alabado por muchos, pero hasta el momento no se ha oído hablar de santificación del difunto santo padre, una petición popular que sí se pidió para otros pontífices. Entre otros casos, un evento significativo marcó el inicio del proceso de canonización de Juan Pablo II tras su fallecimiento en 2005.
Según ha informado el medio italiano Il Messaggero, una pancarta en la plaza de San Pedro con el mensaje “Santo inmediatamente” reflejó el clamor de los fieles por su santidad. Este movimiento espontáneo llevó a los cardenales a considerar la posibilidad de proclamarlo santo, omitiendo los procedimientos habituales. Aunque esta propuesta no se concretó, el entonces recién elegido Benedicto XVI decidió acelerar el proceso, permitiendo que se iniciara antes de los cinco años requeridos tras la muerte de un candidato.
Finalmente, en 2014, el papa Francisco canonizó a Juan Pablo II junto con Juan XXIII, en una ceremonia histórica que contó con la presencia del papa emérito Benedicto XVI. Durante su pontificado, Francisco también beatificó y canonizó a Pablo VI, así como beatificó a Juan Pablo I. Sin embargo, el contexto en torno a la muerte de Francisco parece ser diferente al de sus predecesores.
Sin petición formal para canonizarlo
Según el texto, aunque unas 400.000 personas acudieron a rendir homenaje al papa en sus exequias y visitaron su tumba en Santa María la Mayor, no se escuchó el clamor popular que caracterizó el fallecimiento de Juan Pablo II. Aunque algunos han destacado la fama de santidad de Francisco, no se ha iniciado ninguna petición formal ni se ha planteado un proceso de canonización anticipado, por lo que la decisión sobre su santidad quedará en manos de la Iglesia en el futuro.

El medio italiano señala también que esta ausencia de un movimiento en los fieles podría estar relacionada con un cambio en la percepción sobre la canonización de los papas. En el siglo XX, cinco pontífices fueron declarados santos. Esta concentración no tiene precedentes en la historia de la Iglesia, salvo en los primeros siglos del cristianismo.
En contraste, en siglos anteriores, la santidad entre los papas era mucho menos común. Por ejemplo, en el siglo XV, ninguno de los once pontífices fue canonizado o beatificado, y en el siglo XVI, solo uno de los diecisiete santos padres alcanzó la santidad. En el siglo XVII, de doce pontífices, solo Inocencio XI fue beatificado, mientras que en el siglo XVIII, únicamente Pío VII y Benedicto XIII fueron reconocidos como siervos de Dios entre los ocho Papas de ese periodo. En el siglo XIX, solo el Beato Pío IX destacó entre los cinco pontífices de esa época.
Una excepción en el siglo XX
El siglo XX, sin embargo, marcó una excepción y trajo una mayor concentración de papas santos. En contraste, el siglo XXI parece estar regresando a una normalidad papal, donde la santidad no se asocia automáticamente con el cargo de sumo pontífice. Esto no implica que los papas no vivan de acuerdo con criterios de santidad, sino que no todos deben necesariamente ser canonizados. La decisión de no iniciar un proceso inmediato para la canonización de Francisco podría reflejar una intención de evitar lo que el medio Il Messaggero ha descrito como una “inflación” de papas santos.