Isabel Casares: “El futuro que nos espera es cobrar pensiones más bajas que las de ahora a cambio de trabajar hasta los 70 años”

La secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen) considera que “no es normal” que muchos jubilados cobren una pensión mucho más alta que el salario de muchos jóvenes

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Isabel Casares, secretaria general de
Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen). (Foto: Helena Margarit).

La reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno en 2023 contribuirá a que estas no desaparezcan, pero “se van a reducir en el futuro”, advierte Isabel Casares, secretaria general de la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen). Explica que con nuestro sistema público de pensiones, al ser de reparto, “siempre se va a repartir, haya más o haya menos”. Considera que el Gobierno de Pedro Sánchez se ha metido en un “embolado” al vincular la subida de las pensiones al IPC y que los principales perjudicados con la nueva reforma son los jóvenes debido a que “van a tener que cotizar mucho durante su vida laboral a cambio de unas pensiones más bajas que las de sus padres y sus abuelos”

Pregunta: El Gobierno aprobó en 2023 la reforma de las pensiones con el objetivo de garantizar el poder adquisitivo de los jubilados. ¿Cómo valora esta reforma? ¿Cuáles son, a su juicio, sus luces y sus sombras?

Respuesta: La valoro positivamente porque es un sistema de reparto y esto garantiza que seguiremos teniendo pensiones. Esto es importante, y más cuando se percibe el miedo de muchos ciudadanos a quedarse sin ellas. La reforma es un reflejo de que el Gobierno tiene que cumplir sus compromisos con Bruselas respecto a las pensiones y, poco a poco, los irá cumpliendo. No obstante, la reforma tiene claros damnificados, entre ellos, los jóvenes, que van a tener que cotizar mucho durante su vida laboral para recibir cuando se jubilen unas pensiones más bajas que las que cobrarán sus padres y ahora cobran sus abuelos.

La reforma de las pensiones tiene claros damnificados, entre ellos, los jóvenes

P.: ¿Por qué recibirán pensiones más bajas?

R.: Porque la cantidad que están cotizando los jóvenes no es la que van a recibir cuando se jubilen, como sí ocurre, por ejemplo, con los sistemas privados de pensiones. Es verdad que su pensión está vinculada a los años que hayan cotizado y a la cuantía de las cotizaciones realizadas, pero nuestro sistema público de pensiones es un sistema de reparto que se basa en cuánta gente está en activo cotizando para cubrir a los pasivos (los jubilados y sus pensiones), y cada vez habrá menos trabajadores y más pensionistas. Este desfase se debe a que vivimos más años y a que nuestra tasa de natalidad se está reduciendo, por ello, los trabajadores que coticen van a tener que cotizar más. De hecho, ya hemos visto como las cotizaciones van aumentando. No obstante, lo positivo de este sistema de reparto es que siempre se va a repartir, haya más o haya menos.

P.: ¿La reforma de las pensiones y su revalorización en función del Índice de Precios al Consumo (IPC) pone en riesgo la sostenibilidad del sistema público de pensiones?

R.: Al vincular la subida de las pensiones al IPC, el Gobierno se ha metido en un embolado. Ahora, muchos jubilados tienen una pensión mayor que el salario que cobran muchos trabajadores jóvenes, y esto no es lo normal. Creo que no era el momento adecuado para implantar esta medida. Considero que es negativa para la sostenibilidad de nuestro sistema público de pensiones.

Isabel Casares en el transcurso
Isabel Casares en el transcurso de la entrevista en la redacción de Infobae España. (Foto: Helena Margarit).

P.: La OCDE ha publicado que la hucha de las pensiones en España está muy vacía y solo representaba el 0,4% del PIB a cierre de 2023, el nivel más bajo de los 19 países de los que tiene datos. ¿Cómo puede afectar esto a los actuales y futuros jubilados?

R.: Hasta 2009 la hucha de las pensiones estaba llena. De hecho, salió publicado que la Seguridad Social tenía superávit. Entonces estábamos bien. Después, con la crisis económica y la llegada a la jubilación de los baby boomers, la hucha se ha ido vaciando porque quienes debían prever cómo afectaría al sistema la llegada masiva de jubilados no lo hicieron. Eso implica que, evidentemente, estemos en una situación muy mala, pero una vez que pase, volveremos a rellenar la hucha. Se trata de un equilibrio entre ingresos y gastos. O ingresamos más, con lo cual subirán las cotizaciones, o reducimos gastos, con lo que habrá recortes en las pensiones. No hay otra opción. Pero, por el momento, los jubilados son sagrados y las pensiones no van a bajar. Al contrario, irán subiendo ajustándose al incremento del IPC. El problema se plantea cuando se empiecen a jubilar los que ahora están trabajando. Los distintos gobiernos de España, sean del color que sean, han gestionado mal el tema de pensiones, pero como es un sistema de reparto, si en algún momento no hay dinero para pagarlas, de algún sitio lo van a sacar. Fondos públicos, ayudas… llámalo como quieras. De hecho, ya se ha visto esa situación.

P.: ¿Qué se podría hacer desde el Gobierno para llenar esa hucha?

R.: Aquí entran en juego los llamados tres pilares del sistema de pensiones: la pensión pública con el sistema de reparto, los planes de empleo y los planes de pensiones individuales. El primer pilar es lo que cotiza cada trabajador. El segundo lo sustentan las empresas. Tenemos que empezar a tener convenios colectivos en los que las empresas, además del salario fijo, tengan un salario diferido para el plan de pensiones. Por último, el tercer pilar es el de los planes de pensiones individuales, dirigidos a personas que saben que cuando se jubilen les quedará de pensión mucho menos de lo que ganaban trabajando y quieren complementarla.

Las desgravaciones a las aportaciones a planes individuales se han reducido de 18.000 euros a 1.500, lo que desincentiva el ahorro para la jubilación

Para dar solidez a los tres pilares se necesita una combinación de incentivos fiscales y de ayudas, sin embargo, el segundo y el tercer pilar no se están fomentando. Al contrario, las desgravaciones a las aportaciones a planes individuales se han reducido de 18.000 euros a 1.500, lo que desincentiva el ahorro para la jubilación. Además, el ‘macrofondo’ de pensiones impulsado por el entonces ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, que se suponía que iba a ser la panacea, no está funcionando tan bien como se esperaba, lo que dificulta que se cumplan los compromisos con Bruselas.

P.: Tras la penalización por parte del Gobierno, ¿los planes de pensiones individuales están condenados a desaparecer?

R.: Ya casi han desaparecido. No sé cuánto tardarán en desaparecer totalmente, pero será pronto.

P.: ¿A los planes de empleo los ve más recorrido?

R.: Sí. Es que los necesitamos. Ten en cuenta que si el sistema de reparto es el que es, vamos a tener una pensión pública para poder vivir, pero para tener una calidad de vida habrá que complementarla. Por eso hay que concienciar a los ciudadanos de que deberían hacerlo mediante un plan de pensiones de empresa o uno privado.

Isabel Casares. (Foto: Helena Margarit).
Isabel Casares. (Foto: Helena Margarit).

P.: Uno de los objetivos del Gobierno al aprobar la reforma de las pensiones era reducir la jubilación anticipada y aumentar la demorada y según los datos del Gobierno este objetivo se está consiguiendo al subir la edad media de acceso a la jubilación a los 65,2 años. ¿Esta sería una solución al déficit de las pensiones?

R.: Como solución, sí vale. Es verdad que ha subido la edad de acceso a la jubilación por varios motivos. Primero porque la edad ordinaria de jubilación va aumentando año a año hasta llegar a los 67 en 2027 y, por lógica, va a subir la media. También ha colaborado a ello el incremento del 4% de pensión para los que retrasen su retiro. Con 65 años hay gente que está muy, muy sana y que puede trabajar sin problemas muchos más años. De hecho, hay gente que con 70 y 75 años sigue trabajando. Ampliar la edad de jubilación a los 67 años fue una buena iniciativa, pero mi miedo es que en 2027 se vuelva a retrasar hasta los 70 años.

P.: ¿Hasta los 70 años?

R.: Sí, ya se oye que puede pasar. Esto no se producirá en todos los trabajos, pero sí en los más administrativos y con menores exigencias físicas. Hay muchas probabilidades de que a partir de 2027 el gobierno de turno diga que hay que ampliar la edad de retiro hasta los 70. Todo dependerá de cuándo tengamos las próximas elecciones. Es que si no, no cumplimos con Bruselas. Al final, los fondos europeos dependen de los compromisos que España vaya cumpliendo. Entonces, a las buenas o las malas nos va a tocar jubilarnos más mayores.

P.: Retrasar la jubilación hasta los 70 en determinados trabajos es imposible.

R.: Sí, por eso se ha aprobado un Real Decreto que recoge que hay determinadas actividades en las cuales la jubilación ordinaria será antes. Eso, evidentemente, lo entiendo y lo aplaudo, porque hay trabajos en los que no se puede retrasar el retiro. No obstante, la jubilación es voluntaria, cada uno decide cuando se jubila cumpliendo determinadas condiciones. Por lo tanto, nadie te va a obligar a trabajar hasta los 70 años. Eso sí, si jubilarte antes te penaliza mucho recortando tu pensión, los trabajadores se lo pensarán.

Isabel Casares posa en la
Isabel Casares posa en la Gran Vía de Madrid. (Foto: Helena Margarit).

P.: ¿La población inmigrante se convertirá en la garante de las pensiones de los españoles?

R.: De alguna forma es lo que se busca como solución debido a que los inmigrantes son, en general, jóvenes y, además, suelen tener hijos que nacen en España y que cotizan aquí. Pero no creo que sea la solución. Es decir, es un factor más a tener en cuenta. La solución pasaría por establecer más ayudas que permitan a los jóvenes tener hijos como los teníamos nosotros. Cada vez hay más ayudas de guarderías, para estudios… pero se necesitan más para incentivarlos. Esto ayudaría a frenar la caída de la tasa de natalidad en España que es de las más bajas de Europa y sigue cayendo.

Las pensiones contributivas subirán un 2,8% en 2025, las mínimas un 6% y no contributivas e IMV, un 9%.

P.: ¿Cómo ve el futuro de las pensiones en España? ¿Están aseguradas?

R.: El sistema de reparto no va a desaparecer, pero sí es verdad que se van a reducir las pensiones. Se buscarán mecanismos, no sé si los que hemos planteado como idóneos o los que determine cada Gobierno en cada momento, pero siempre se va a buscar una salida. Creo que el futuro no va a ser malo en el sentido de que vamos a seguir teniendo un sistema público de pensiones, pero los trabajadores se tendrán que ir concienciando de que la pensión no puede ser igual que un sueldo.

P.: Entonces, ¿el futuro que nos espera es cobrar pensiones más bajas que las de ahora a cambio de trabajar más años?

R.: Así es. No es una buena perspectiva, pero lo positivo es que en España seguiremos teniendo un sistema de pensiones. Además, no podemos pensar que todo lo que cotizamos solo va a las pensiones. Tenemos muchas más prestaciones que hay que tener en cuenta, por ello tenemos que salvar nuestra Seguridad Social. Y si conseguimos que las pensiones sean más equiparables, perfecto, y si no, ahí está el segundo pilar de los planes de pensiones de empresa. Yo tengo clarísimo que tenemos que tirar de él.