
En Francia se está llevando a cabo una investigación por presunta estafa financiera a gran escala, con un fondo de inversión privado en el centro del escándalo. Al menos 490 personas habrían perdido más de 100 millones de euros por confiar su dinero al fondo Emeraude Friends, un vehículo gestionado por un único responsable que ahora asegura haber sido él mismo víctima de un robo. La Fiscalía de París investiga desde el pasado 1 de abril los hechos, bajo la hipótesis de que podrían constituir un caso de estafa y blanqueo de capitales cometidos por una organización criminal.
A los inversores, muchos de ellos con experiencia en operaciones financieras, se les convenció durante años para aportar capital al fondo a cambio de intereses anuales. Las promesas de rentabilidad inicial —según varias fuentes, de dos cifras en los primeros ejercicios— atrajeron a centenares de particulares desde 2008. Sin embargo, los pagos se redujeron progresivamente hasta detenerse por completo en marzo de 2025. Desde entonces, los intentos por recuperar el dinero han sido en vano.
Sospechas de esquema Ponzi y un gestor que se declara también víctima del fraude
Según ha informado el medio francés Midi Libre, la Jurisdicción Interregional Especializada (JIRS) de París ha abierto una investigación judicial formal tras la denuncia presentada por un grupo de socios del fondo. El caso, que afecta a inversores repartidos por toda Francia, plantea sospechas de que Emeraude Friends haya funcionado como un posible esquema Ponzi, es decir, un sistema fraudulento en el que los beneficios prometidos a los primeros inversores se pagan con el dinero aportado por los nuevos, sin que exista una actividad económica real que lo respalde.
El gestor del fondo, domiciliado en Saint-Briac-sur-Mer (Ille-et-Vilaine), ha defendido su inocencia. En una carta enviada a los socios, asegura que no ha desviado fondos en beneficio propio y que él mismo ha sido víctima de un fraude por parte de un intermediario financiero. Según su versión, este corredor —cuya identidad no ha sido revelada— habría sido el encargado de gestionar el dinero recaudado y se habría apropiado indebidamente de los fondos. El gestor afirma haber presentado ya las correspondientes denuncias ante las autoridades.
Una estructura insostenible, fondos bloqueados y una posible estafa millonaria en banda organizada
La abogada Fanny Colin, que representa a un grupo de los denunciantes, declaró al diario Ouest-France que algunos clientes que habían solicitado la retirada total o parcial de sus fondos no lograron recuperar nada. “Sospechamos que Emeraude Friends funciona como un esquema Ponzi”, señaló la letrada, quien subrayó el silencio prolongado del gestor antes de ofrecer explicaciones, así como el hecho de que no se ha podido verificar la existencia del supuesto intermediario financiero implicado.
La estructura del fondo estaba basada en aportaciones en cuenta corriente que debían generar rendimientos anuales. Este modelo se sostuvo durante años gracias a las entradas de nuevos inversores, pero comenzó a tambalearse cuando los ingresos se redujeron y los pagos de intereses cesaron. El colapso final se produjo tras la última asamblea general, en la documentación contable suficiente.
Por su parte, la Fiscalía ha confirmado que los hechos denunciados podrían encajar en los delitos de estafa en banda organizada y blanqueo de capitales. La cifra total presuntamente defraudada supera los 106 millones de euros, lo que sitúa este caso entre los mayores fraudes financieros recientes registrados en Francia.