¿Se puede impugnar un testamento hecho ante notario? Esto es lo que dice la ley

Una de las principales ventajas de redactarlo un testamento es que el causante se asegura de que se cumplen sus últimas voluntades.

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Madre e hija en la
Madre e hija en la firma de un testamento. (Europa Press)

Un testamento es un documento legal en el que una persona deja por escrito quienes son las personas que recibirán su patrimonio en el momento de su muerte. Una de las principales ventajas de redactarlo -además de que facilita los trámites para los herederos y es más barato que una sucesión intestada-, es que el causante se asegura de que se cumplen sus últimas voluntades.

Sin embargo, para que se considere un documento válido debe cumplir con una serie de requisitos formales y legales. En caso contrario, los herederos podrían impugnarlo.

Cuándo se puede impugnar un testamento

Para poder impugnar un testamento, tiene que existir alguna circunstancia relevante que lo motive, como por ejemplo, que el testador no estuviera capacitado para hacer ese testamento o que lo hubiera hecho bajo amenazas o coacciones. En algunas ocasiones puede pasar también que alguien considere que el testamento no refleja la verdadera voluntad del testador. O incluso, en el peor de los casos, que el propio testamento tenga disposiciones contrarias a lo que dice la ley.

Aunque es menos frecuente que suceda alguna casuística que motive la impugnación de un testamento hecho ante notario -ya que esta figura se suele asegurar de que se respete la normativa y da fe de que el causante ha ido con plena libertad a testar-, también puede suceder. En este sentido, los motivos para cancelar el reparto de la herencia según el Código Civil son los siguientes:

  • El testamento no incluye, por error o de forma intencionada, a uno o varios herederos forzosos. No hay forma de privar a un heredero forzoso o legítimo de su parte de la herencia, salvo por una causa de desheredación.
  • Desheredación injusta: el testador puede alegar una causa para desheredar a un heredero forzoso, pero dicha causa podría no ser real.
  • El testamento no cumple con las cuotas de la legítima: el testamento debe respetar las partes que corresponden a cada heredero forzoso. Si no se cumplen estas cuotas, puede impugnarse.
  • Hubo violencia, fraude o dolo: si un heredero tiene pruebas de que el testamento fue redactado bajo engaño o coacción, puede impugnarlo.
  • Hubo falta de capacidad del testador: los notarios certifican la capacidad del testador, pero pueden equivocarse.
  • Existen defectos de forma en el testamento: cualquier testamento debe cumplir ciertos requisitos formales para ser válido.
  • Posible falsa identidad del testador: si no es posible verificar la identidad de quien redacta el testamento, este puede ser impugnado.
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Quién puede impugnar un testamento y con qué motivos

Hay que tener en cuenta, como explican desde el bufete Jiménez & Lozano Abogados, que no todo el mundo puede impugnar un testamento. Solo lo pueden solicitar aquellas personas que acrediten un interés legítimo en la herencia, como los herederos forzosos, los legatarios o los acreedores del causante. Y tienen que hacerlo con una justificación.

El procedimiento debe iniciarse mediante una demanda presentada ante el juzgado, con la representación obligatoria de abogado y procurador. Esta demanda debe dirigirse contra el resto de herederos. Una vez admitida, estos disponen de 20 días para contestar. Posteriormente, se celebrará una audiencia previa con todas las partes implicadas, con el objetivo de alcanzar un acuerdo. Si no se logra, el caso se resolverá en juicio.