Los gastos del teletrabajo que te puedes desgravar en la declaración de la Renta

El teletrabajo sigue consolidándose como una alternativa laboral viable para muchos profesionales. En este contexto, comprender las reglas fiscales asociadas a esta modalidad es esencial para aprovechar al máximo las deducciones disponibles y, de paso, evitar problemas legales

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Una mujer en una reunión
Una mujer en una reunión de teletrabajo desde casa. (Freepik)

El teletrabajo, una modalidad laboral que ha ganado terreno en los últimos años, representa actualmente una opción para aproximadamente el 15% de los trabajadores de España, según las estadísticas que ofrece la página web de Infoautónomos.

Este cambio en la forma de trabajar ha traído consigo una serie de gastos asociados, especialmente para los autónomos que desempeñan sus actividades desde casa, y que necesitan ciertos recursos que deben conseguir por sí mismos. Sin embargo, no todos estos gastos son deducibles en la declaración de la Renta, lo que ha generado dudas y debates en torno a qué puede incluirse y bajo qué condiciones.

La realidad es que los autónomos que trabajan desde su domicilio tienen la posibilidad de deducir ciertos gastos relacionados con los suministros del hogar, como agua, luz, Internet y telefonía móvil.

No obstante, este tipo de deducciones han sido objeto de controversia en el pasado, ya que la Agencia Tributaria inicialmente se oponía a que los trabajadores por cuenta propia incluyeran el IVA de estos gastos en sus declaraciones. Pero tras diversas sentencias judiciales se ha terminado por respaldar a los autónomos, permitiéndoles aplicar estas deducciones bajo ciertas condiciones específicas.

¿Cuáles son los requisitos para que los gastos sean deducibles?

Es importante aclarar, de nuevo, que no todos los gastos relacionados con el teletrabajo son deducibles. Y que hacer uso de esta posibilidad sin que la ley lo permita, podría acarrear sanciones. Por eso, es conveniente saber que para que un gasto pueda incluirse en la declaración de la Renta, debe cumplir con tres requisitos básicos:

  • Estar vinculado a la actividad profesional: Los gastos deben estar directamente relacionados con el desempeño de la actividad económica del autónomo, y no formar parte de otras actividades de casa, pero que no son laborales
  • Estar justificados documentalmente: Es necesario contar con facturas o comprobantes que respalden los gastos y puedan ser fácilmente relacionados con la actividad profesional
  • Estar registrados contablemente: Los gastos deben reflejarse en los libros de contabilidad del autónomo, para que en el caso de que hubiese una inspección, pudiesen ser fácilmente mostrados

También es importante recordar que aunque el teletrabajo ha sido adoptado, de igual manera, por empleados por cuenta ajena, las posibilidades de deducción de gastos son mucho más limitadas para este grupo, porque se entiende que son cubiertos por la empresa para la que trabajan.

Las normativas actuales, de hecho, no permiten que los trabajadores asalariados deduzcan los costes de suministros relacionados con el teletrabajo, lo que deja esta opción prácticamente reservada para los autónomos.

(EFE / Miguel Osés).
(EFE / Miguel Osés).

Así se calculan las deducciones por suministros en el teletrabajo de los autónomos

Para que los autónomos puedan deducir los gastos de suministros, es necesario que reserven una parte de su vivienda exclusivamente como espacio de trabajo. Según la Ley 10/2021 de trabajo a distancia, la deducción aplicable es del 30% sobre el porcentaje del espacio utilizado para actividades laborales.

Así, por ejemplo, si un autónomo utiliza un despacho de 20 metros cuadrados en una vivienda de 100 metros cuadrados, el porcentaje correspondiente al espacio de trabajo sería del 20%. Sobre este porcentaje, se aplica el 30%, lo que resultaría en una deducción final del 6%.

Además, los autónomos pueden sumar a esta deducción la parte proporcional del IVA de los suministros, siempre y cuando estos gastos estén, de nuevo, directamente relacionados con su actividad profesional.

Este requisito es fundamental para que la deducción sea válida, ya que la Agencia Tributaria exige que exista una conexión clara entre los gastos y el desempeño de la actividad económica. Si no fuese fácilmente demostrable dicha conexión, lo mejor es consultar con un asesor fiscal, o bien no tenerlo en cuenta ante la posibilidad de que Hacienda pueda sancionar.