
El sector del lujo y la industria automotriz, entre otros, enfrentan un panorama incierto en Estados Unidos tras la imposición de nuevos aranceles a productos importados.
Precisamente por esto, algunas marcas reconocidas como Rolex, Jaguar y Volkswagen han decidido detener temporalmente sus envíos al mercado estadounidense, según ha aclarado el medio francés C News, una medida que refleja el impacto de los recargos en las aduanas implementados desde el pasado 3 de abril.
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En concreto Jaguar Land Rover (JLR), propiedad de Tata Motors, ha anunciado la suspensión de sus exportaciones hacia Estados Unidos debido a un recargo del 25 % aplicado a vehículos no fabricados en territorio estadounidense. Esta decisión afecta a todos los modelos de Jaguar, Land Rover y Range Rover producidos en el Reino Unido.
De hecho, un portavoz de la compañía explicó que, mientras se evalúan las nuevas condiciones comerciales, se han implementado medidas a corto plazo, como la pausa en los envíos durante abril. Pero la realidad es que Estados Unidos representa un mercado clave para las marcas de lujo de JLR, lo que subraya la magnitud de las implicaciones económicas de esta medida.
Impacto en la industria automotriz: fabricantes europeos y asiáticos toman medidas
Hay que señalar que el impacto de los aranceles anunciados por Donald Trump no se limita a JLR. En la misma línea, Volkswagen también ha detenido todas sus importaciones a Estados Unidos, incluyendo las de su marca de lujo Audi.
Por su parte, Nissan ha decidido retirar del mercado estadounidense los modelos Infiniti QX50 y QX55, fabricados en su planta de Aguascalientes, México. Estas decisiones reflejan la dificultad de absorber los costes adicionales derivados de los nuevos recargos en las aduanas.
Otro fabricante afectado es Stellantis, resultado de la fusión entre PSA y Fiat Chrysler. La compañía ha anunciado paradas temporales en varias de sus plantas de producción, incluyendo la fábrica de Jeep en Toluca, México, que emplea a 2.700 personas, y la planta de Chrysler en Windsor, Canadá, con 4.000 trabajadores.
Y las cifras hablan por sí solas: los aranceles podrían impactar a 7,3 millones de vehículos importados, lo que representa más de la mitad de los automóviles vendidos en Estados Unidos.

El sector del lujo, así como el de juguetes y videojuegos, sufren un golpe en su mayor mercado mundial
La industria relojera suiza, que tiene en Estados Unidos su principal mercado, también se ha visto afectada por los nuevos aranceles. Según las cifras ofrecidas por la marca Rolex, en 2024, los relojes suizos representaron el 16,8% de las exportaciones del sector, con un valor total de 4.370 millones de francos suizos.
Sin embargo, la introducción de un arancel del 31% para estos productos, significativamente superior al 20% aplicado a otros bienes europeos, ha llevado a marcas como Rolex y Breitling a suspender temporalmente sus envíos al país norteamericano. Mientras tanto, otras marcas de lujo han optado por mantener un perfil bajo, evaluando las posibles repercusiones de los aranceles en sus operaciones.
Y además, los ya mencionados aranceles también han alcanzado al sector de juguetes y videojuegos. Nintendo ha retrasado las entregas de su esperada consola Switch 2, fabricada en Japón, debido a un impuesto del 24%. Por su parte, el fabricante estadounidense Basic Fun, conocido por productos como los Osos Cariñositos y los camiones Tonka, ha detenido los envíos desde China ante la posibilidad de enfrentar aranceles de hasta el 104%.
Por último, la icónica muñeca Barbie podría verse afectada. Mattel, que produce el 40% de estas muñecas en China, está considerando un aumento en los precios para compensar los costes adicionales derivados de los aranceles. Estas medidas reflejan la presión que enfrentan las empresas del sector para adaptarse a las nuevas condiciones comerciales, y está por ver cuáles serán las consecuencias reales a largo plazo.