
Ya ha comenzado la campaña de la declaración de la Renta 2024-2025. Este proceso anual, al que todos los contribuyentes deben someterse, tiene el objetivo de declarar los ingresos obtenidos a lo largo del año fiscal. Sin embargo, este trámite no solo involucra los ingresos generados directamente por el trabajo o las actividades empresariales, sino que también abarca otros aspectos patrimoniales, como los bienes heredados.
En este contexto, las herencias suelen plantear algunas dudas sobre qué se debe y qué no se debe declarar, especialmente cuando se trata de productos financieros, como es el caso de los planes de pensiones.
Los planes de pensiones heredados son la excepción: sí tributan en la declaración de la Renta
En general, los bienes heredados no suelen tributar en la declaración de la Renta. En principio, una vez que los herederos han pagado los impuestos correspondientes, como el Impuesto de Sucesiones y el Impuesto de Plusvalía Municipal, no tienen la obligación de incluir los bienes heredados en su declaración anual del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esto incluye propiedades, objetos de valor o dinero en efectivo. No obstante, existe una excepción relevante que tiene que ver con los planes de pensiones heredados, los cuales sí deben declararse en la renta.
Según explican desde Allende Abogados, los planes de pensiones no se incluyen en el Impuesto de Sucesiones, lo que significa que los herederos no pagan el impuesto por recibirlos. Pero al tratarse de un producto financiero que genera rendimientos, los beneficios obtenidos de dicho plan deberán ser incluidos en la declaración del IRPF. Esto implica que, aunque no haya un tributo directo sobre el valor del plan al momento de la herencia, cualquier cantidad que se perciba de él, ya sea por su cobro o por los rendimientos generados, sí deberá ser declarada como ingreso en el IRPF.
El tratamiento fiscal de los planes de pensiones heredados depende de cómo se haga efectivo el cobro del plan. Si los herederos optan por percibir el capital en forma de pago único, este importe se integrará en la base imposible del IRPF y tributará como rendimiento del trabajo. Este tratamiento es similar al de cualquier pensión o prestación por jubilación recibida. Si, por el contrario, se opta por una rentabilidad periódica, los pagos que se reciban también deberán ser declarados como rendimientos del trabajo.
Cabe destacar que la tributación de estos planes de pensiones puede verse influenciada por el tipo de beneficiario. Si el heredero es un familiar cercano, como un cónyuge o un hijo, las condiciones fiscales pueden ser diferentes a las que aplican a personas no relacionadas. Además, la forma en que se tributa dependerá del momento en que se reciba el dinero, y de las opciones elegidas por los herederos en cuanto a la gestión del plan heredado.
Deudas fiscales y obligaciones de los herederos en la declaración de la Renta
Una cuestión que también plantea dudas en este tipo de situaciones es el tratamiento de las deudas fiscales del fallecido. Las deudas tributarias del difunto, como impuestos no pagados o liquidaciones pendientes, se transmiten a los herederos. Esto significa que, en caso de que el fallecido tuviera alguna deuda tributaria relacionada con el plan de pensiones o cualquier otro tipo de bien, los herederos deberán hacerse cargo de estos pagos. Es importante tener en cuenta que el plazo para liquidar estas deudas es el mismo que el de la herencia, por lo que cualquier omisión podría derivar en sanciones o recargos.
Por último, es esencial que los herederos no olviden que deben comunicar la herencia y las opciones sobre los planes de pensiones a la Agencia Tributaria. Si el proceso de declaración no se realiza correctamente, podrían generarse complicaciones, tales como sanciones o la solicitud de pagos adicionales por la omisión de algún ingreso heredado. Asegurarse de cumplir con la normativa vigente es clave para evitar sorpresas fiscales en el futuro.