
El pódcast Monopoly Inmobiliario, dirigido por el experto Enric Jiménez, entrevistó hace unos meses al economista Gonzalo Bernardos. Durante la charla, el profesor universitario y habitual comentarista en medios de comunicación analizó temas clave como el comportamiento del mercado de la vivienda, el impacto de la normativa estatal y las perspectivas económicas para 2025.
El episodio arrancó con una reflexión sobre el juego del Monopoly, que da nombre al programa. Bernardos compartió su visión sobre cómo este clásico juego de mesa puede enseñar fundamentos de inversión, como la estrategia, que, según explicó, consiste en optar siempre por “las casillas caras”, frente a las estaciones de tren, que calificó como una opción poco rentable. “Son temas de paciencia”, comentó.
A partir de ese momento, la conversación giró en torno al panorama actual del alquiler, marcado, tal y como dijo Bernardos, por una fuerte caída en la oferta. El economista responsabilizó al Gobierno de haber generado inseguridad entre los propietarios. “El propietario tiene pánico inmobiliario y lo que hace es no poner más viviendas en alquiler”, señaló. En su opinión, la Ley de Vivienda impulsada por sumar ha tenido un efecto contraproducente, y ha reducido la disponibilidad de inmuebles y ha provocado un “desnivel bestial” entre oferta y demanda.
Bernardos consideró que este desajuste ha modificado la forma en que muchos ciudadanos se acercan al alquiler, al dejar de verlo como una opción viable a largo plazo. En este contexto, tal y como ha recogido Información, el economista quiso subrayar que no debe confundirse el arrendamiento con otras figuras jurídicas. “No nos confundamos, no es lo mismo”, apuntó, al ser preguntado por el usufructo, una fórmula que otorga derecho de uso sobre un inmueble sin que cuente con la propiedad del mismo, pero que opera bajo condiciones legales diferentes a las del alquiler convencional.
Bernardos anticipa un aumento en la compra de viviendas y descarta la burbuja inmobiliaria
Sobre las previsiones de compra para el presente año, Bernardos aseguró que 2025 estará marcado por un incremento notable en la adquisición de viviendas. Las causas, expresó, son múltiples: una mayor disponibilidad de crédito por parte de los bancos, la bajada prevista de los tipos de interés, el continuo interés de compradores extranjeros y la expectativa generada por titulares alarmistas sobre una posible burbuja. “Este año es excepcional”, afirmó. Según explicó, estas condiciones generarán un clima muy activo en el mercado hipotecario e inmobiliario. “La vivienda de propiedad se pondrá muy cara” y, en consecuencia, “al Gobierno se le van a poner los pelos de punta”.
Sin embargo, descartó que ese dinamismo implique necesariamente una burbuja inmobiliaria. A juicio del economista, para que este fenómeno se produzca deberían darse dos factores clave: una expansión excesiva del crédito y una crisis económica generalizada. “No la creó una gran oferta de viviendas”, puntualizó, y añadió: “En 2025 vamos a crecer un 3%”. Por tanto, concluyó: “No habrá burbuja inmobiliaria”.
Además, Bernardos también reclamó durante la entrevista medidas concretas al Ejecutivo para encauzar el mercado de la vivienda. Entre sus propuestas, destacó la necesidad de crear unidades especializadas en la rehabilitación del suelo, que contribuyan a ampliar la oferta y facilitar el acceso a la propiedad. “No están haciendo nada”, criticó.