
La llegada de tres bebés a la vez transformó por completo la vida de Kathleen y Navid, una pareja de Bois-de-Billers, en Bélgica. Desde el pasado mes de noviembre, crían a sus trillizos mientras cuidan también de su hija mayor, Alba. Sin embargo, lo que debería haber sido un tiempo de apoyo y alivio por parte de las instituciones, se convirtió en una batalla administrativa que ha terminado en los tribunales.
La legislación belga contempla ayudas específicas para los nacimientos múltiples: una cuidadora de niños a tiempo completo y hasta 19 horas semanales de ayuda doméstica durante tres años. Aunque en un principio se les concedió el servicio de niñera, se exigía a la familia pagar 600 euros al mes para cubrir parte del salario de la cuidadora, una cifra inasumible tras haber reducido su jornada laboral. Además, se les negó la ayuda doméstica. “¡No pedimos dinero, solo brazos!”, reclamaron los padres. Entre su casa, aun en obras, y las noches sin dormir, la presión sobre la familia no para de aumentar.
El tribunal da la razón a la familia, pero el CPAS recurre la decisión
Tal y como ha recogido el digital belga DH Les Sports, el caso llegó hasta la sala Séptima del Tribunal de Trabajo de Lieja, que falló a favor de la familia. El tribunal ordenó al CPAS (el organismo local de asistencia social de Profondeville) contratar a una empleada del hogar durante tres años, asumir el coste total de la cuidadora de los niños y pagar una multa de 250 euros por cada día de retraso en la ejecución. El fallo también estableció una indemnización procesal.
En la resolución, el juez argumentó que la presencia simultánea de tres recién nacidos genera una sobrecarga doméstica evidente y que el cansancio de los progenitores, en estas condiciones, es un factor que debe ser tenido en cuenta. “Es necesario ayudar a los padres dándoles tiempo de descanso para que puedan mantener el ritmo a largo plazo”, recoge la sentencia.
El CPAS ha recurrido el fallo, y ha alegado que fijar una ayuda por tres años sin posibilidad de revisión vulnera el principio de equidad y pone en riesgo la sostenibilidad del sistema. “No queremos una situación en la que una cuidadora, una empleada de hogar y dos padres, se ocupen de tres niños durante el día. Sería escandaloso. ¿Quién puede permitírselo? Y además, ¿con dinero público?”, declaró Sophie Darenne (Écolo), presidenta del CPAS, que ha solicitado además un dictamen externo y la intervención del Ministro de Colectividades Locales.
A la espera del recurso, la institución ha comenzado a aplicar la sentencia, aunque sigue defendiendo que la ayuda pública debe considerarse un recurso residual y evaluarse caso por caso. Por otro lado, para Kathleen y Navid la prioridad es otra: poder atender dignamente a sus hijos sin tener que justificar constantemente su necesidad.
“El día de la vista, nuestra cuidadora estaba en sus prácticas. Llevamos a los trillizos al tribunal. Era la primera vez que salía de casa”, recordó Navid. Esta vez, al menos, salieron con una victoria legal en brazos.