Los casos en los que tienes que incluir en la declaración de la Renta una vivienda recibida en una herencia

Heredar una vivienda implica pagar impuestos como Sucesiones o plusvalía, que deben liquidarse en seis meses

Guardar
Cuándo un inmueble heredado debe
Cuándo un inmueble heredado debe incluirse en la declaración de la Renta. (Montaje Infobae)

La campaña de la declaración de la Renta 2024-2025 ya ha empezado, y con ella llegan las dudas habituales sobre qué se debe incluir y qué no en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Uno de los temas que genera más confusión es el de las herencias, en especial cuando se trata de una vivienda recibida por este medio: si hay que declararla o en qué casos tributa, y la respuesta no siempre es sencilla.

Recibir una vivienda por herencia puede parecer un proceso cerrado una vez se han tramitado los impuestos correspondientes, como el de Sucesiones y Donaciones, o la plusvalía municipal. Estos gravámenes ya suponen una carga fiscal sobre el patrimonio heredado, y deben liquidarse normalmente en un plazo de seis meses tras el fallecimiento del causante.

Por este motivo, los bienes heredados no deben incluirse en el IRPF de manera general, ya que su fiscalidad se gestiona por otras vías. No obstante, según explican desde el despacho Allende Abogados, existen excepciones que conviene conocer.

Cuándo un inmueble heredado debe incluirse en la declaración de la Renta

En determinados supuestos, los bienes heredados sí generan obligaciones fiscales dentro de la declaración de la Renta, especialmente cuando empiezan a producir rendimientos económicos.

El ejemplo más común es el de una vivienda heredada. Si el inmueble no se alquila ni se vende, y simplemente se conserva o se convierte en residencia habitual del heredero, no genera beneficios y, por tanto, no debe figurar en la declaración. En estos casos, no se considera que exista una ganancia o rendimiento patrimonial sujeto al IRPF.

La situación cambia cuando la vivienda heredada se alquila o se vende. Si el heredero decide arrendar el inmueble, los ingresos obtenidos deben declararse como rendimiento del capital inmobiliario. En caso de venta, es obligatorio tributar por ganancia patrimonial que se derive de la operación, esto es, la diferencia entre el valor por el que se heredó y el precio de venta.

Lo mismo ocurre si lo recibido es un local comercial, un terreno u otro inmueble que genera ingresos mediante alquiler. En estos supuestos, no se tributa por haber heredado el bien, pero sí por los beneficios que produce, que deben integrarse en el IRPF.

Cuánto tarda Hacienda en devolver la declaración de la Renta.

Otros bienes heredados que también pueden obligar a tributar en el IRPF

Más allá de los inmuebles, otros bienes heredados también pueden implicar una obligación fiscal de la Renta si generan rendimientos. Es el caso, por ejemplo, de planes de pensiones, acciones o depósitos bancarios. Aunque estos productos se reciban por vía hereditaria, los intereses, dividendos o rescates posteriores sí están sujetos al IRPF y deben ser declarados en el ejercicio correspondiente.

Así, el principio general es que heredar no tributa en el IRPF, pero beneficiarse de los frutos del bien heredado sí. Este matiz, aunque sencillo sobre el papel, puede resultar confuso para quienes no están familiarizados con la normativa fiscal. De ahí que los expertos sugieren que lo mejor es contar con asesoramiento fiscal, sobre todo si está especializado en sucesiones, para resolver estos asuntos.

Y es que equivocarse al declarar puede tener consecuencias, como sanciones o requerimientos de Hacienda. A menudo, los herederos no son conscientes de que, aunque los bienes ya estén registrados legalmente a su nombre, las ganancias que generen deben ser declaradas año a año.